2012

El Payaso Tenebroso realiza un resumen de lo más vergonzoso de 2011 y nos alerta a estar preparados a lo que este año electoral que comienza nos depara.

Por: Brozo

¡Ay, mi chamacada huérfana de pútridas ilusiones! El 2011 ya se largó como las chachas, dejándonos el cuchitril todo patas pa’ arriba. Puro pujar y sudar la gota gorda fue el ingrato 2011, que se ha fugado dejándonos con la esperanza toda destartalada. Pudimos haber crecido, tuvimos chance de enderezar el camino y nomás no hubo voluntad pa’ recuperar la humanidad que se nos va pudriendo. Si a uno le apesta el tamal pos no es de extrañarse, pero si se nos pone apestoso el entendimiento entonces sí ya bailó Berta.

¿Ya vieron a los muy instruidos políticos nuestros en campaña, como si el país se hubiera estacionado en los 80? Desde el 2010 dieron señales de no querer captar los dolorosos mensajes de este terruño que se retuerce de dolor y chilla de hambre. Por eso, porque lo saben y porque se entercan en no poner ni el remedio ni el trapito, es que este año será más fastidioso que una suegra vomitándote en los zapatos. Y ya ni menciono los pasajes bochornosos donde varios suspirantes  sacaron a pasear su pedorrísima cultura general. El tiempo pasa y se va para no volver, pero nunca pasa en balde y jamás perdona. Si algo que debiste hacer y te costaba un huevo no lo hiciste, al rato te costará ese huevo y la mitad del otro, y así hasta que le acabas haciéndole al Farinelli.

México y el mundo tendrán que ser pesados en la balanza de la historia este año que apenas gatea, dejando asomar su cola de escorpión. Y ojalá todo terminara en un juicio que señalara quién es el ratero, quién el desalmado y quién el parásito bueno para nada. Noooo, mis niños… Todos los beneficiarios del sistema del “primero yo y chínguense los demás”, sacarán sus garras los cabrones y amenazarán y atacarán con sus gargajos de lumbre a quienes osen arrebatarles el mango y la sartén. Polacos y mercaderes y sátiros querrán imponerse para que nada cambie en su planeta virtual. Y se espera un choque de trenes con la gentuza que conformamos la masa, harta de estarle haciendo al pendejo en aras de la nada. En el mundo comenzó a oírse la indignación marchante de todos los que se cansaron de sobrevivir en un hogar pinche, con un trabajo pinche, con una escuela pinche y todo por un futuro más pinche todavía.

En 2011, los ajustes indispensables a la farsa de farsas pudieron operarse con menos sufrimiento, tanto de los señorones como de las bestias de carga. Ahora temblarán los cimientos, chillará cabrón la marrana, la violencia hará su agosto y el miedo tendrá que ser enfrentado con más miedo. Hasta los que ven pasar la vida rascándose los de esos, tendrán que dejar de sudar la nalga para unirse a la causa nacional que es media hermana de la causa global.

Ya lo verán con sus propios oclayos. Me cai que ni se imaginan todo lo que viene. Bofetones del origen, manazos universales, chingadazos celestiales hasta que el sentido común recobre el espacio que la estupidizada condición humana le mandrakeó. Adiós especulaciones, adiós cuentas mafufas y choros mareadores de baba milenaria. La especie necesita una buena zarandeada y la vida, que no es nomás un breve espacio pa’ respirar, saca de vez en cuando  su chicotito pa’ que veamos en vivo y en directo de qué lado masca la iguana.

Así que mis chamacos, los que la deben y los que no, vayan haciendo inventario de sus basuras y pónganse detrás de la raya porque la mismísima VIDA, vendrá a recordarnos la receta original del chorizo y la memela. Provechito… ¡ÓRALE!