Hace poco intenté explicarle a un amigo por qué debería aplicar bloqueador solar sobre un lunar preocupante en su frente. De pronto me descubrí usando una palabra extraña que, por supuesto, no existe. Le dije algo así como “es peligroso tener ese tipo de lunarception“, refiriéndome a la mancha en cuestión: un lunar dentro de otro lunar. Mi amigo inmediatamente supo de qué estaba hablando y asintió como quien recibe un consejo valioso. Por lo general no notamos la profunda influencia que el cine tiene todo el tiempo sobre nosotros y viceversa, desde la elección de palabras para explicar una cosa muy simple.
Como todos sabemos, el ejemplo de la deformación de la palabra inception (cuyo significado real sería “implantar”) para significar “una cosa dentro de otra cosa” se debe a la película de Christopher Nolan de 2010. En este mundo de comunicación inmediata y prácticamente libre resulta muy fácil para una película como Inception penetrar y consolidarse dentro del imaginario colectivo, aunque sea de una manera tan peculiar (como a través de los usuarios que suben videos de gatos viendo a otros gatos con el título “catception”).
Hay películas cuyo impacto simplemente ha sido tan grande que no hay manera de soslayarlas, no sólo porque sean parte fundamental de la historia del cine, sino porque de hecho han tenido un efecto de implantación en nuestras mentes. Me refiero a frases, movimientos, música, e incluso escenas, que están en reproducción constante y han dejado una huella cultural imborrable.
Esta reflexión surgió cuando me propuse revisitar las películas de la caja de aniversario por los 90 años de Warner Brothers, un conjunto de 20 cintas que abarcan lo mejor en la historia de esta compañía, desde su fundación hasta la actualidad. Al final de esta empresa redescubrí el origen de ciertos lugares comunes a los que regresamos una y otra vez sin titubear. Evidentemente se puede hacer un artículo extenso de cada una de las películas en esta colección, pero me limitaré a hablar brevemente de ellas.
1. Tal vez la película más citada dentro de la selección de esta caja sea Casablanca (1942). Se trata de un clásico absoluto; cuando alguien dice no haberla visto casi siempre es recibido con un “¿Cómo? ¡Tienes que verla!”. Pero incluso esas personas (hasta hace poco yo incluida) muy probablemente han hecho referencia a ella sin saberlo. Las frases “siempre tendremos París” y “éste es el inicio de una bella amistad” son el ejemplo perfecto. No importa cuántas veces o en qué momento la hayamos visto, probablemente nos hemos topado con alguna de las muchas parodias y homenajes en un sinfín de ocasiones.
2. Ciudadano Kane (1941), primer largometraje de Orson Welles, se había mantenido en el listado del American Film Institute como la mejor película de la historia hasta este año (ahora Vértigo de Hitchcock ocupa su lugar). No es necesario decir mucho sobre ella, creo que habla por sí misma. Lo que sí sé es que hay un mundo antes y después de verla; es casi igual, pero en el segundo es más fácil entender chistes y referencias. Hay una extensísima lista de series y películas que han aludido a la última y enigmática palabra de Kane, “rosebud”.
3. Sin duda la versión de Victor Fleming de El mago de Oz es la más famosa de todas las adaptaciones de la novela de L. Frank Baum publicada en 1900. Basta ir a cualquier fiesta de disfraces para encontrarse al menos a un grupo integrado por Dorothy, el león, el hombre de hojalata y el espantapájaros, en imitaciones específicas de Judy Garland, Bert Lahr, Jack Haley y Ray Bolger. Probablemente lo más memorable de esta cinta de 1939 sea el soundtrack, en particular “Over the Rainbow”, una canción que no se ha dejado extrañar en el cine. Hoy en día ocupa el primer lugar en la lista de las 100 mejores canciones según el American Film Institute (el segundo lugar es «As Time Goes By» de Casablanca).
4. Un tranvía llamado deseo no es nada más un hombre enloquecido gritando “¡Stellaaa!”, pero quizá sí sea una de las escenas que, al menos yo, espero con ansias al ver la película. La carrera de Marlon Brando es extraordinaria por sus muchos papeles inolvidables; la competencia consigo mismo es muy pareja. Vito Corleone de El padrino (1972), el coronel Walter E. Kurtz de Apocalipsis ahora (1979) y Paul de El último tango en París (1972) son apenas tres ejemplos. Sin embargo, después de revisitar Un tranvía llamado deseo (1951) recordé la fuerza de Stanley, uno de sus primeros papeles: un hombre tan desagradable como atractivo, cuya crudeza y violencia sexual llevarían a cualquiera al borde del precipicio. Sólo una actuación así puede llegar al nivel de la excelente interpretación de Blanche de Vivien Leigh, quien le da vida a uno de los personajes más difíciles del teatro.
1. Stanley Kubrick: No resulta nada sorprendente que Stanley Kubrick figure tres veces en cualquier lista. La caja de aniversario de los 90 años de Warner incluye 2001: Odisea del espacio (1968), Naranja mecánica (1971) y El resplandor (1980). Estas tres adaptaciones de novelas se han convertido en un hito dentro de sus respectivos géneros, redefiniendo la ciencia ficción, la violencia y el terror. Las escenas emblemáticas de estas cintas son tantas que es muy difícil decidirse por una. Pero quizá si el mundo se acaba sobreviva la secuencia de transición con Así habló Zarathustra de Strauss de 2001: Odisea del espacio en alguna de sus muchas, muchas versiones.
2. Milos Forman: Siempre he pensado que Milos Forman merece estar en más listas de favoritos. Atrapado sin salida (1975) y Amadeus (1984) son las dos películas por las que ganó el Oscar, pero su filmografía incluye muchas joyas. Jack Nicholson se convirtió en un ícono de la locura en el cine después de protagonizar Atrapado sin salida. Por supuesto, su papel en El resplandor es otra prueba de ello y la lista sigue y sigue. El primero, sin embargo, fue McMurphy, el único cuerdo en un nido de hombres reprimidos y enloquecidos por la rigidez de una institución que los convence de sus propias incapacidades. El guión de Peter Shaffer de Amadeus (1984) es la vida de Mozart a través de los ojos de un antihéroe, un hombre carcomido por la envidia y el arrepentimiento. A diferencia de muchas biopics, Amadeus no peca de reverencial; no le rinde pleitesía a un genio por haber sido un genio, sino que se concentra en retratar a los humanos viciosos y sus terribles decisiones. Una de mis referencias favoritas definitivamente es la siguiente (por más que intenté no recurrir a Los Simpsons, siempre hay una muy buena razón para hacerlo).
3. Martin Scorsese: ¿Qué se puede decir de Martin Scorsese? Basta con ver su filmografía para saber que no hay manera de resumir su trabajo. Muchísimas de sus películas se pueden considerar clásicos y ha explorado una amplia gama de géneros y tonos. Buenos muchachos (1990) es una película sobre el otro sueño americano, un tema recurrente a lo largo del cine de este director neoyorquino: la vida del gangster. Goodfellas y Los infliltrados (2006), por la que recibió el Oscar, retratan precisamente esto: el submundo de las mafias y las personas que lo habitan. Después de una carrera tan prolífica y variada alrededor de estos temas creo que es seguro decir que nadie hace esto como Scorsese. El siguiente video es del otro director neoyorquino emblemático, Woody Allen, hablando de Buenos Muchachos.
1. La primera cinta por orden cronológico (aunque en esta versión en Blu-ray no lo parece) es Lo que el viento se llevó de 1939. Debo admitir que el prospecto de ver una película de 233 minutos sobre la Guerra Civil estadounidense me daba una flojera tremenda. Me sorprendí cuando, después de dos horas, le seguía gritando a la televisión, como si Scarlett O’Hara (de nuevo Vivien Leigh, quien muestra su extraordinaria gama actoral a lo largo de la película) pudiera escucharme. Siempre me había resultado fácil rechazar esta cinta porque plantea cierta nostalgia por la esclavitud; desde el título sentía como si me fueran a dar el sermón de “en mis tiempos las cosas eran mejores”. Al final tuve que cerrar la boca y tragarme mis pensamientos porque hace mucho (y en serio mucho) no veía personajes femeninos tan interesantes y complejos como el de Scarlett y el de Melanie (Olivia de Havilland). Sin duda me llevé una sorpresa enorme al ver esta cinta y reconozco que la inversión de tiempo, aunque considerable, vale muchísimo la pena.
2. Sinfonía en París (1951) de Vincente Minelli es un musical clásico con una historia sencilla pero entrañable en escenarios del París idealizado que identificamos como la ciudad del amor. La película se interrumpe en un punto para dar paso a uno de los números musicales más espectaculares que he visto. Gene Kelly y Leslie Caron ejecutan una mezcla entre baile clásico y contemporáneo, una lucha de tap y ballet en el que aprovechan cada rincón de los sets de un París evidentemente fantástico. Este musical formó una compañía de bailarines para coreografiar la sinfonía que le da título a la película, An American in Paris que el mismísimo Gershwin compuso en 1928.
3. Gigi (1958), también de Minelli, es un musical muy diferente al anterior en el sentido de que se concentra más en la historia que en el espectáculo. Casi se podría decir que es un punto medio entre musical y la comedia romántica a la que estamos acostumbrados hoy en día. En esta ocasión Leslie Caron interpreta a Gigi, una niña inocente a punto de “convertirse en mujer”. Uno de los temas musicales de la película, “Thank Heaven for Little Girls”, del extraordinario Maurice Chevalier es particularmente divertido por la reinterpretación que un espectador moderno puede hacer de la letra, sintiéndose un poco culpable, eso sí, de permitirse saltar a conclusiones perversas.
4. Ya sé que todo mundo vio El exorcista (1973) en un punto de su infancia y desarrolló algún tipo de trauma o gusto particular por ese tipo de cosas. Pero también sé que existen personas que decidieron evitarla toda su vida porque soy una de ellas. Lo sorprendente de esta película de William Friedkin no es nada más lo bien que ha envejecido; en términos de efectos especiales es un gran mérito, pues es capaz de dejarte tan horrorizado como muchas cintas que utilizan el más avanzado CGI. Lo que realmente me sorprendió es el tejido fino entre el más puro terror escatológico (si no la han visto, probablemente sea lo único que conocen), el suspenso, la desesperación de los personajes a raíz de su ignorancia y la lucha interna entre bien y mal que existe dentro de nosotros. Vómito verde aparte, esta película es realmente extraordinaria, incluso para personas que no suelen disfrutar el género.
5. El color púrpura (1985) es una de las películas que prueban la diversidad en la carrera de Steven Spielberg. Se trata de una épica estadounidense sobre la vida de una mujer negra que no es esclava, pero sí está encadenada por los hombres a su alrededor. Esta adaptación de la novela de Alice Walker cuenta una historia alarmante y terrible con un tono muy peculiar, pues contrasta situaciones trágicas con momentos de comedia y ternura. Creo que hay que destacar la calidad de las actuaciones en esta película, cuyos personajes principales son mujeres negras muy distintas, empezando por una Whoopi Goldberg irreconocible ahora que conocemos sus papeles de los noventa. Si alguna vez se habían preguntado qué hacía Oprah Winfrey antes de ser la gurú que es hoy, esta película los dejará sorprendidos, pues ella interpreta a uno de los mejores personajes de esta cinta.
Cada año vemos muchas películas pasar por cartelera sin pena ni gloria; tan sólo unas pocas que se afianzan en nuestra memoria colectiva y se convierten en el máximo referente en su estilo. Este es el caso de las siguientes cuatro películas, pues aportaron algo muy particular a la manera de hacer y ver cine.
1. La primera es Asesinos por naturaleza, la cual exploró un lado poco visto de la violencia en una historia de amor, no sólo en términos de trama, sino estéticamente. Hasta los más acérrimos detractores de Oliver Stone por películas como Alexander, deben aceptar que ésta es impecable a pesar de no ser para todos los gustos.
2. El siguiente caso es Matrix (1999), película que redefinió el uso de la tecnología y las técnicas para filmar. Hay un mundo antes y después de este primer mega hit dirigido por Lana y Andy Wachowski en términos de efectos especiales. Por decirlo de alguna manera, esta pareja de hermanos subió la barra para siempre y generó un mundo nuevo que ya se consolidó en nuestras mentes (siempre que tengo un deja vu considero por un segundo la posibilidad de estar en la Matrix).
3. La tercera cinta es parte de la saga fílmica más importante de los últimos 20 años: El señor de los anillos: El retorno del rey (2003). Peter Jackson llevó a cabo lo imposible y convirtió el mundo de Tolkien en una realidad. Darle vida a un universo tan complejo nunca resulta fácil, pero haberlo hecho sin decepcionar a los fans de las novelas fue lo más sorprendente (pueden ser muy fijados).
4. Finalmente está Inception, película que abre este artículo, la última cronológicamente en la caja del 90 aniversario de Warner la cual, como ya dije, ha tenido un impacto inmediato en el imaginario cultural. Aunque muchos fans de Nolan no la cuentan entre sus obras maestras, Inception llevó la espectacularidad de los efectos especiales y la edición a otro nivel. Dejando algunas fallas de trama y lógica de lado, esta película es un verdadero agasajo visual.
Al revisitar o ver por primera vez estas 20 películas, uno cae en cuenta de la influencia del cine en nuestra vida diaria, en las referencias que hacemos, las palabras que usamos y los clichés que hemos adoptado a partir de ellas. También hay que mencionar la manera en la que las nuevas obras cinematográficas han afectado la forma en que vemos las viejas o “clásicas”. Esta reflexión me recordó un fragmento de un ensayo de T.S. Eliot, La tradición y el talento individual: “Lo que ocurre cuando se crea una nueva obra de arte, le ocurre simultáneamente a todas las obras que le precedieron”. El cine, como la literatura, no se puede apreciar igual de modo individual, como si no existieran los antecedentes que dieron pie a las nuevas convenciones y como si éstas no afectaran de manera retroactiva nuestra interpretación y nuestra forma de ver, entender y disfrutar el cine.
Cortesía de Playboy México, Warner Brothers y cuadrivio.net tenemos cajas de aniversario para ustedes.
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