Algunos dicen que la culpa la tuvo Anne Rice por romantizar tanto a los vampiros y por erotizar a la Bella Durmiente, otros con menos interés de linchar a una escritora señera del género, arguyen que simplemente que las editoriales/productoras decidieron explotar lo más posible el filón de amor oscuro. Lo cierto es que de un momento a otro os vimos inundados de novelitas rosas disfrazadas de terror.
No hay ninguna diferencia entre las novelas perpetradas por Corin Tellado, con sus hombres de pechos descubiertos y musculosos y sus mujeres temerosas del sexo, que las realizadas por Cassandra Clare, Stephenie Meyer, Becca Fitzpatrick y demás escribidoras. La única diferencia palpable es el ambiente, mientras en la espñaola eran enormes mansiones en las de dark romantic los escenarios son urbanos y los protagonistas son remedos de vampiros, hombres lobos y hasta extraterrestres.
Cazadores de sombras, Ciudad de hueso, es la enésima película que intenta emular el éxito de Crepúsculo y así sacar unos cuantos millones de dólares más a los adolescentes. Sin embargo, las cuentas no juegan a su favor ya que ha logrado exiguas entradas en su estreno en Estados Unidos… lo cual es magnífico ya que no habrá secuela.
La cinta es más de lo mismo, el relato adolescente de una chica que descubre es especial y que tiene una misión. Predecible, mecánica y soporífera como Rick Riordan y su intento de acomodarse como el nuevo Harry Potter.
Asesinato a la italiana
A finales de los setenta el cine italiano descubrió que inspirarse en las viejas novelas de crimen redituaba en la taquilla. Giallo les pusieron porque las portadas de los libros eran de un amarillo chillante. Sus grandes maestros fueron sin duda Dario Argento, Maro Bava y su hijo Lamberto. El Festival Macabro este año le hace un homenaje al prolífico director presentando en pantalla grande varias de sus cintas más recordadas.
Demons 1 y 2 representan una dupla que sigue causando terror y nostalgia a partes iguales. Como la mayoría del cine de terror de esta época las premisas suelen ser oníricas y en algunos casos hasta absurdas pero es debido a esta razón que siguen causando emoción entre los espectadores. En la primera Demons un grupo de personas son invitadas a la premier de una película para poco después darse cuenta que un embrujo escuchado en la cinta que se proyecta convierte en demonios sedientos de sangre al público asistente. La segunda parte cambia el cine por un edificio y parece ser un remake continuación.
Otro de los homenajeados es Luis Cozzi, director que puso su mirada en todo tipo de géneros. Macabro presenta en esta ocasión cuatro de sus cintas que van del terror satánico, al giallo, la ciencia ficción de bajo presupuesto y la explotación de los éxitos de Hollywood. Tal vez Alien Contamination, que esperaba aprovecharse de la buena taquilla de Alien, el octavo pasajero sea la más recordada por lo estrambótico de su planteamiento. Un barco llega a Nueva York (unas pocas tomas para situar la ciudad y luego irse a locaciones más baratas) con toda la tripulación muerta producto de unas extraños capullos que se parecen a los ideados por R. H. Giger. Un astronauta decidirá investigar por su cuenta hasta llegar a un cafetal en Sudamérica y darse cuenta de la cruda realidad.
Zombies rurales
Tal vez el gran hallazgo de este año sea la película norteamericana The Battery. La cinta narra de manera minimalista el andar de una pareja de beisbolistas a los cuales el apocalipsis zombie los tomó desprevenidos. El gran acierto de la cinta es centrarse en la relación de mutua conveniencia que desarrollan los dos treintañeros frente a su destino poco halagador y no en la cantidad de gore que pudiera mostrar. Pese a lo reducido de los recursos las carencias son sobrepasadas por la excelente música, un manejo de cámaras poco habitual en producciones de muy bajo presupuesto y una historia que sugiere más de lo que muestra.