El Foro Boca, el faro cultural que cambió la cara de Veracruz
Fotografía destacada de Kevin Scott
Al hablar de espacios nos interiorizamos, los vemos como entes independientes que debemos conocer hasta el más oculto rincón, una especie de maqueta en una caja de acrílico que está ahí para ser admirada y conocida.
Pero los edificios viven en conjunto con su comunidad, juegan un papel importante en cada persona que los visita y que vive alrededor de ellos e incluso tienen la capacidad de transformar toda la realidad que los rodea.
Es esta particularidad de la arquitectura la que me vino a la mente al conocer el Foro Boca. No me enteré de su apertura hace dos años, puede ser que me haya quedado en los clichés del Puerto (limitados, en mi caso, a la Parroquia, el Acuario y a las tardes de danzón del Zócalo) o en las notas rojas que por años se propagaron en los periódicos; por lo que conocerlo fue una sorpresa.
Levantando espacios
El lugar se trataba del final de la playa, un lugar olvidado por su lejanía al que pocas personas visitaban, el Foro Boca nació con la intención de cambiar este hecho, para cambiar la dinámica de la zona y brindar un faro cultural.
Conocimos al arquitecto Michel Rojkind con la remodelación de la Cineteca Nacional, un proyecto con un reto dual al tener que respetar un clásico referente de la ciudad y al tener que darle nueva vida. Esta y otras obras lo han colocado entre los mejores del país y lo reafirmó con el Foro Boca.
La arquitectura se destaca por ser brutalista, al tener materiales expuestos, destacando la madera y el concreto, que en principio podría parecer áspero para el ojo. Una clara inspiración en su entorno: la desembocadura del Río Jampa y las escolleras de concreto que enmarcan la boca del río; no obstante, el arquitecto logró combinar estos elementos con una paleta de colores (morado, aqua y mostaza), constante en todo el edificio que brinda una calidez que invita al visitante a quedarse.
Veracruz es cruel con cualquier estructura que ose edificarse en su territorio, razón por la cual el Foro fue construido con un concreto especial. A pesar de ello se pueden ver en sus paredes huellas de filtraciones y óxido en los lugares menos esperados, detalles que se generaron mientras se construía el recinto y el arquitecto decidió dejar para brindarle personalidad a su obra.
El corazón del Foro
El proyecto originalmente solamente iba a ser una sala de orquesta, por lo que la sonoridad del edificio fue creada para magnificar cualquier sonido; pero el éxito del Foro hizo que se convirtiera en un recinto cultural y de espectáculos más en la ciudad, abriéndole las puertas al teatro, la danza, el cine e incluso congresos y stand-ups.
Hay una gran razón por la que el Foro fue construido con esos primeros motivos. La Orquesta Filarmónica de Boca del Río anualmente recibe a los más destacados músicos gracias a la dirección de Jorge Mester, antiguo director de la Orquesta Filarmónica de Boston y de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
La música es el arma que mueve a todo el conjunto, la luz que atrae a todo visitante a adentrarse a sus cursos, talleres, diplomados, conferencias, exposiciones; oferta cultural que incluso se traslada a las afueras al tener la capacidad de proyectar en sus paredes exteriores los eventos que se desarrollan en tiempo real en su Sala Mester.
Tras una primera visita pude ver que el Foro Boca cumplió esa misión disruptiva, no solamente se quedó en la maqueta, se convirtió en un agente de cambio y de diversidad cultural que tanto buscaba Boca del Río.
