Descubre una ruta de sabores y cultura en CDMX
Majestuosa por sí sola, se yergue imponente la Diana Cazadora en aquella vista que se tiene hacia Paseo de la Reforma, vigilando a quienes se atreven a disfrutar del lujo que solo este rincón ofrece.
En medio de esta postal urbana, una botella espera su destino dentro del hotel St. Regis México City, el sable de hace presente y solo se escucha un chasquido firme, se degüella, liberando un torrente de burbujas que chisporrotean con la misma picardía que se respira en el aire.
Con el sabrage, cada copa se llena con el néctar espumoso que promete convertir la estancia en un juego de seducción y placer. Además que trae consigo a Napoleón con su frase “El champagne en la victoria lo mereces y en la derrota lo necesitas”.
Esto solo es un recibimiento que tiene e inició la marca desde hace más de cien años y tiene su inicio en 1904, con la apertura de su primer hotel.
Restaurante Diana
Dentro de la oferta del hotel, se encuentra un espacio elegante y sofisticado, con una decoración moderna que incorpora toques de lujo clásico, sus ventanales grandes son testigos de aquella vista urbana que empieza con la Diana Cazadora y termina con la Estela de Luz.
En la mesa yace el nuevo menú del chef
Diego Nuño, donde el juego de vinos y platillos es una experiencia única que se debe vivir exaltando la gastronomía mexicana desde su toque personal.
En la mesa se hace presente un vino Monte Xanic Chenin Colombard 2022 para comenzar con un platillo cuya decoración moderna y sutil, llama la atención de cualquiera.
Se trata de un tiradito de hamachi con naranja confitada, sal de gusano, mayonesa de jalapeño tatemada, flores comestibles, hojas de mastuerzo, flor de cilantro, flor boca, pepino tatemado y se baña enfrente del comensal con una emulsión roja.
El platillo que en boca genera frescura y una variedad de sabores, se puede acompañar con tostadas de maíz nixtamalizado, quebrado y molido o con un pan de campiña que tiene 56 horas de fermentación.
Y para matizar, se sirve un vino Casa Madero V de 2022 que tiene notas como rosa de castilla, fresa o cerezas.
Pero como cualquier tiempo, el siguiente que es un imperdible, es un homenaje al bosque; el risotto de hongos con emulsión de balsámico blanco reducida y alioli de leche es una experiencia para los sentidos, como un baile prohibido.
El arroz cremoso acaricia tu lengua, mientras la variedad hongos aportan su seductora intensidad con ese toque crocante que aportan de forma inesperada, haciéndolo un perfecto completo con las setas crocantes y trayendo a la mente la idea de repetir el platillo.
Aquí se recomienda maridar con un Vino de la Reina, Pinot Noir cosecha 2021 de Valle de San Vicente, Baja California que se caracteriza por ser de cuerpo ligero con 15 meses de barrica y destaca notas como fresa, violetas y cereza.
Como cualquier restaurante, aquí no se olvida a los amantes de la carne, ya que llega un filete de res prime con un toque de chipotle, el cual tiene un término perfecto de cocción, haciéndolo suave al paladar; y es acompañado de un vino tinto Cañada de los Encinos, Petit Verdot 2019.
Y para el toque dulce llega un arroz con leche cremoso, con ralladura de cítricos y helado de canela, que equivale a un susurro en una noche de verano: dulce, fresco, y lleno de tentación. Cada cucharada es un abrazo suave, donde el arroz acaricia tu boca con su textura sedosa, mientras la ralladura de cítricos despierta tus sentidos con un toque travieso, casi juguetón.
Y justo cuando piensas que no puede mejorar, el helado de canela se desliza, frío y especiado, dejando una estela de calidez que recorre tu paladar. Es perfecto para maridar con un vino de postre Villa Montefiori, de uva Nebbiolo Passito.
Después de comer, si quieres ir por un digestivo o cóctel y seguir admirando las grandes vistas que tiene la Ciudad de México, se recomienda uno de los bares mas recientes dentro de hoteles.
Carlotta
Es así como uno puede llegar al piso 38 del hotel Ritz Carlton, se trata de Carlotta, un espacio cuya arquitectura moderna y sofisticada te recibe con un ambiente único.
Pero su gran tesoro, es la imperdible vista que lo caracteriza, haciendo que el tiempo transcurra de forma lenta, lo que lo convierte en un espejo de la Ciudad de México. Haciendo ver una Ciudad de contrastes donde enfrente yace la vista completa del Bosque de Chapultepec y a los lados zonas urbanas.
Al pasar a uno de sus salones privados, uno se maravilla por los espejos tan grandes que yacen en el, permitiendo tener una vista 360.
A la hora de llegar la coctelería, el mixólogo de la casa pone en la mesa, una margarita de tequila y mezcal con licor de naranja, jugo de limón y una costra de sal de gusano.
Lo que en paladar, da frescura con un toque de acidez, aquí se debe destacar que queda ideal acompañado con botana de la casa.
El bosque de Chapultepec
Un punto imperdible dentro del camino es el Bosque de Chapultepec, por el cual sólo basta con cruzar la avenida y entrar a aquella famosa Puerta de los Leones, que te lleva directo al Castillo de Chapultepec.
Cabe resaltar que este lugar no solo es uno de los pulmones de la Ciudad de México por su naturaleza, sino también que a lo largo del tiempo fungió en 1325 después de la fundación de México-Tenochtitlán como un lugar sagrado y un sitio estratégico debido a sus manantiales que surtían agua potable, o bien en la época de la Nueva España, fue un lugar de descanso y esparcimiento para virreyes.
En el Castillo de Chapultepec uno puede admirar aquella arquitectura e historia, de lo que tuvo varias facetas, desde un palacio de recreo, un Colegio Militar o el hogar de el emperador Maximiliano.
Cuando cae la noche, cerca de este lugar, se encuentra el Auditorio Nacional aquel imponente edificio que constantemente ofrece una gran variedad de conciertos y espectáculos para gozar.
No obstante, enfrente está el hotel JW Marriott, donde hace un rincón para aquellos amantes de una de las bebidas más espléndidas de México.
Tahona
Por la entrada de la calle Campos Elíseos, entrando directamente se encuentra un pequeño espacio, que rinde un homenaje desde su nombre a aquel brebaje embriagante que es amado por nacionales y extranjeros.
Tahona proviene de la enorme piedra con la que se muele la piña cocida del agave para extraer su jugo y después destilarlo.
Aquí imponen la gran variedad de botellas que provienen de distintas regiones del país como Oaxaca, San Luis Potosí, Guanajuato, Oaxaca, Guerrero, entre otros.
En la mesa del mezcal room, la bebida en unas jícaras de barro verde y se tienen tablas con quesos, frutos rojos y chocolate.
Aquí se ofrecen experiencias de maridaje hasta para 8 personas, además de que existe también la experiencia de vivir un Omakase que se compone de un menú maridaje de mezcales de 5 tiempos.
Entre los que se exploran propuestas que exaltan las raíces de la gastronomía mexicana y muestra de ello, es su infladita de tortilla azul con pescado y salsa de aguacate con serrano y maridarlo con un mezcal Madrecuixe, vino blanco perfumado (vermouth blanco), shrub de betabel, bitters de cítricos y burbuja de humo de romero.
