Quetzalcóatl quería tanto a los hombres que le obsequió a los hombres una planta que robó a los dioses y con la cual se preparaba una bebida que sólo la divinidad podía probar. Sí, adivinaste. Se trata del chocolate.
El miércoles por la noche fuimos parte de una cata conjunta de Chocolate Rocío y Mezcal Creyente, dos marcas mexicanas de lujo y gran tradición. Para la ocasión se tenía que contar con una locación de primera. Así que el restaurante Pasillo de Humo nos abrió sus puertas.
Pero antes de entrar material, disfrutamos del talento del chef Alam Méndez. Como preparación para la experiencia, saboreamos un exquisito tlacoyo inspirado en el mole de cadera elaborado con chivito en una salsa de chiles y un molotito estilo itsmeño con queso de la región.
El Día de Muertos está a la vuelta de la esquina. De acuerdo con la tradición, los espíritus atraviesan un portal que comunica el Inframundo con nuestro plano, el de los vivos. De ahí que les ofrendemos un altar provisto de las mejores viandas.
Obviamente, el chocolate tiene que estar ahí.
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Chocolate Rocío se elabora 100 por ciento con cacao criollo de Tabasco, cosechado en la Finca El Rocío. Ahí, los cacaoteros crecen en medio de una selva poblada de árboles frutales y así, el chocolate que resulta despide esas notas especiales de las que habríamos de disfrutar durante la cata.
¿Recuerdas que dijimos que esa planta maravillosa fue hurtada por Quetzalcóatl a los dioses?
Tal vez por eso Chocolate Rocío es tan especial. Ya que el cacao criollo con el que se elabora de manera artesanal sólo lo contiene el 5% del chocolate que se produce en el mundo.
Es por ello que se les considera chocolates “Tree to bar”.
Los que degustamos durante la cata tienen forma de pan de muerto y son parte de una línea especial de Día de Muertos en la que también hay calaveritas de chocolote.
Pero hablemos otra vez de placeres divinos.
También el mezcal esconde una leyenda de dioses. De acuerdo con la tradición, el agave nació de los restos de Mayahuel, una joven a la que el dios Quetzalcóatl (sí, el mismo) amó y cuya abuela, celosa, despedazó.
Durante la cata, María Mercuri, Brand Ambassor de Mezcal Creyente, explicó que la particularidad de su destilado radica en que cada una de sus etiquetas está elaborada con base en un solo tipo de agave, lo que permite apreciar mejor sus bondades.
Mezcal Creyente es destilado en Tlacoyula y Yautepec, Oaxaca, con agaves de los Valles Centrales y la Sierra Sur.
A continuación, los maridajes:
Fotos de Nancy Granados
Mezcal Creyente Tobalá
Chocolate Rocío 60% cacao
Es un mezcal potente con sabores frutales y florales que terminan con un rico final terroso
en boca. El maridaje con el chocolate 60% cacao, ayuda a resaltar los sabores a frutas
tropicales, especialmente a durazno; así como notas florales y frutales del mezcal, en una
sinfonía exquisita.
Mezcal Creyente Cuishe
Chocolate Rocío 70% cacao
El destilado presenta notas a agave cocido y un final ahumado, delicioso en boca, que
contrastó de forma idónea con el amargor del chocolate. Cada bocado es sedoso en
paladar, y en conjunto con el mezcal, las notas frutales, dulces y ahumadas se mezclan en
una combinación maravillosa.
Mezcal Creyente Espadín
Chocolate Rocío 85% cacao
El perfil organoléptico de esta etiqueta es más fresco y con mayores notas a cacao, lo cual
ayuda a realzar el sabor del chocolate. Como complemento, se perciben notas a cítricos
frutales, como cáscara de mandarina. El resultado fue un perfil de sabores que se
complementaban entre sí, creando una experiencia única para los sentidos.
Cocina tradicional, chocolate y mezcal. Lo dicho: ¡los dioses no podían estar equivocados!