Balcón del Zócalo: 10 años de evolución y orgullo
Hace mucho, no veía un restaurante celebrar con tanto ímpetu su aniversario. Y, es que, 10 años, se dice fácil, pero puede ser toda una odisea.
Sobre todo, en el caso de un sitio como Balcón del Zócalo que, en esos 10 años, ha pasado de ser un restaurante donde servían bufet y muchos, pero muchos molcajetes de guacamole, a servir la más alta cocina; un lugar donde ahora se aprecia lo cosmopolita y contemporáneo de la gastronomía mexicana.
Un parteaguas llamado Pepe Salinas
El chef Pepe Salinas, con su filosofía: “a partir de ahora”, es quien tuvo la valentía de transformar el lugar, que a su llegada carecía de una identidad.
Fue así, que tomó las riendas del restaurante y, sobre todo, de la cocina.
Decidió que su trabajo debía reflejar la complejidad de México desde una visión contemporánea y muy personal. Esa decisión marcó el inicio de una transformación constante.
Ahora, que celebran 10 años de aquel cambio, lo hacen con bombo y platillo, pues además de lanzar un menú degustación, también estrenan el documental “A partir de ahora”, el cual retrata el proceso detrás de cada decisión tomada a lo largo de este tiempo.
En este documental, que encuentras en el canal de YouTube de Balcón del Zócalo, podrás apreciar los momentos de prueba en cocina, las sesiones de investigación y desarrollo, así como las discusiones en equipo y el desgaste emocional, pero también las pequeñas victorias que sostienen el alma del proyecto.
“A partir de ahora”
Y, después de enamorarte de su proceso, evidentemente tendrás que visitarlos. Para lo cual, además de la carta, una excelente opción es su menú degustación de 9 tiempos, que también se llama “A partir de ahora”. Debes tener en cuenta que la idea es dejarte llevar, ponerte en las manos del chef y disfrutar… en el mejor de los sentidos.
No encontrarás solo un menú, sino una experiencia llena de simbolismos sobre la evolución, el cambio y el trabajo en equipo; mientras admiras la maravillosa vista a la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
Todo empieza con un aperitivo llamado “Valor”, porque se requiere valor para atreverse a dejar la tradición y ser distintos a los demás.
Es una pepitoria de miel melipona y trufa de aguacate, que disfrutarás dentro de su cava de vinos, uno de los rincones más especiales del restaurante.
De regreso a la mesa, vendrán los demás tiempos, todos igual de únicos y cautivadores. Te puedo decir que mis favoritos fueron el ceviche de castacán y el envuelto de duraznos y manchamanteles. Pero no puedo dejar de lado el “Homenaje”, un pan de masa madre acompañado de diversas mantequillas, que resulta ser toda una experiencia en sí.
Si eres de sabores dulces, te tengo una buena noticia, pues cerrarás con un mousse de chocolate con gel de café, sorbete de naranja y yaca; una bendición al paladar.
“El Diablo está en los detalles”
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Y, bien dice Martha Debayle, que el diablo está en los detalles. Pues todo el menú degustación es servido en una vajilla especialmente hecha para ello; simbolizando la lucha, los traspiés, el cambio y el crecimiento.
Pero eso no es todo, ya que también tienes la opción de maridar todo tu menú, de ser así, te servirán vinos diversos, entre los que destacan un delicioso Pinot Noir de Pedro Domecq y algunos de los vinos más premiados a nivel mundial.
Todo esto, que seguramente te encantará tanto como a mí, es resultado de la fusión de la tradición con innovación y creatividad colectiva, un proyecto que se ha construido con muchas manos, muchas miradas y muchas ideas que encontraron un cauce común.
Hoy, el chef Pepe Salinas y el equipo del Balcón del Zócalo, saben que hicieron bien: atreverse a cambiar, es el único camino para seguir siendo relevante.
En entrevista, me dice que el orgullo es la emoción constante en este décimo aniversario; y, estoy de acuerdo, porque no es para menos.
Precios del menú degustación. –
$1,850. – pesos (sin maridaje)
$3,500. – pesos (maridaje incluido)
*El menú degustación se sirve a mesas completas, bajo reservación.
¿Dónde?
Balcón del Zócalo. – Av. 5 de mayo #51, Col. Centro. Dentro del Hotel Zócalo Central.
Bencomo: El resta que le rinde tributo a la herencia y el hedonismo
