Anónimo: Un oasis gastronómico para los paladares más exigentes

La oferta gastronómica en la CDMX es cada vez más variada para aquellos paladares exigentes que no se conforman con platillos básicos. Es así como surge Anónimo, un restaurante que ha logrado convertir la cocina clásica internacional en una experiencia única, gracias a la visión y técnica del Chef Klaus A. Mayr.
En pleno corazón de la Condesa, sobre la tranquila calle de Atlixco, este lugar se ha consolidado como un espacio de culto para los amantes de la buena mesa, un lugar que nace en medio de la pandemia y que rápidamente ha atrapado la atención de los más exigentes paladares.
El concepto de Anónimo es simple, pero sofisticado: platos clásicos con un twist moderno, una atención al detalle que se refleja tanto en la cocina como en la barra.
Su carta es un despliegue de la técnica culinaria que caracteriza al Chef Mayr, quien, con su toque personal, logra dar nueva vida a ingredientes tradicionales y combinaciones globales.
El resultado es una oferta gastronómica que transporta al comensal a diferentes partes del mundo sin perder la esencia de la cocina de autor.
Los imperdibles
Durante nuestra visita a Anónimo, tuvimos la oportunidad de disfrutar de algunos de sus platos más representativos.
El Capelleti Funghi, una pasta rellena de setas y con una suave salsa de crema, nos sorprendió por la profundidad de sabor de sus ingredientes, combinando lo rústico de los hongos con la suavidad de la pasta fresca.
También probamos la Pasta de Erizo, un plato delicado pero lleno de carácter, que destaca por su frescura y sabor a mar, complementado a la perfección con un toque de mantequilla y limón que potencia la riqueza natural del erizo.
Por supuesto, no podíamos dejar de probar la Pizza Detroit, una variante única de la pizza tradicional, con una masa esponjosa y crocante, generosamente cubierta con queso, tomate y sus toques secretos que la hacen irresistible.
Para los sibaritas
El vino es otro de los pilares de Anónimo, y no es casualidad. Su carta está en constante evolución, adaptándose a las estaciones y al menú, con una selección cuidada y variada que incluye etiquetas internacionales y nacionales, cada una elegida para maridar perfectamente con los platillos de la carta.
Para quienes buscan algo más que vino, la coctelería de autor de Anónimo es otro atractivo que no pasa desapercibido.
Durante nuestra experiencia, nos dejamos seducir por el Sakura, un cóctel refrescante y floral que evoca la delicadeza de los cerezos en flor, y el Vodkatini, una reinterpretación única del clásico martini, con un toque sutil de sabores ahumados y especiados que maridaron perfectamente con nuestra comida.
Una Experiencia en Dos Actos
Anónimo no es solo un lugar para comer, sino un espacio para disfrutar de dos experiencias dentro de un mismo lugar.
Quienes se sienten atraídos por la coctelería pueden disfrutar de una experiencia más íntima y relajada en la barra, donde la magia de las bebidas de autor se complementa con algunas entradas para picar, creando un ambiente único y vibrante.
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Sin embargo, el verdadero lujo de Anónimo se vive en las mesas, donde el servicio se convierte en parte esencial de la experiencia, y el chef trabaja para hacer de cada comida o cena un momento memorable.
Anónimo es, sin lugar a dudas, un refugio gastronómico en la Metrópoli que no te puedes perder.
Con un diseño clásico y bohemio, pero al mismo tiempo chic, Anónimo hará de tu próxima visita un momento inolvidable.
¿Dónde?
Calle Atlixco 105, Condesa, Ciudad de México.
Horario
domingo a miércoles: 13:00 a 23:00 hrs
jueves a sábado de 13:00 a 00:00 hrs
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