Es más importante verse bien todos los días que verse diferente, esta es la genialidad de ser hombre.
En los tiempos de Don Draper y Mad Men la vestimenta de negocios era simple: traje, corbata, sombre y zapatos boleados. No hay duda porque esa generación inventó cosas tan grandes como el viaje en el espacio y la cafetera automática. La gente no se distraía pensando en qué ponerse cada mañana. Hoy en día la oficina parece más un cantina de Star Wars, con cosas raras circulando con trajes futuristas por doquier. Pero ante la duda hay una regla que no cambia: usa corbata cada vez que quieras hacer dinero.
Si vistes de negro entonces tienes que usar zapatos negros, pero si usas gris, azul o café, entonces una combinación con zapatos cafés casi siempre lucirá más sofisticado. Hay un rango amplio de tonos desde caramelo a chocolate, pasando por nuez. Si usas cinturón debe ser (o cercano) del mismos color.
Solapa delgada, corbata delgada; solapa gruesa, corbata gruesa.
El cierre perfecto de cualquier outfit, hay expertos en estilo que lo comparan con el collar de una mujer como el remate idóneo para lo que usas. Uno de los sectores más poderosos del estilo, encuentra tu tipo y aplícalo.
Si las rayas verticales te hacen ver delgado, imagina como te hacen ver las horizontales… Sólo un consejito.
Si te cuesta trabajo decidir si una entrevista es muy casual o elegante, no te rompas la cabeza. Siempre asegúrate de estar cómodo y sabe que nunca puedes equivocarte en tu mejor traje y corbata.
La corbata debe cubrir desde el botón del cuello de la camisa hasta buena parte del botón de tus pantalones. Cualquier cosa más corta te hace parecer como si trabajaras para la NASA, cualquier cosa más larga te hace ver como Godinez.
Blazer, camisa blanca y jeans oscuros puedes ir a cualquier parte. Ir al parque con tu hijo, una cita, una entrevista de trabajo o echar tragos en el bar.
Por ahí dicen que los hombres prósperos no usan ropa arrugada. Aplícate y procura siempre planchar lo que usas. Usa agua destilada en tu plancha y rocía una poca en tu camisa; se gentil con el cuello; no dejes ir las mangas y los hombros.