5 pasos para tener un abdomen de acero

Los antiguos lo esculpieron en sus piezas, los guerreros lo llevaban con orgullo al campo de batalla y es el sueño de muchos al entrar al gimnasio; un abdomen marcado es prueba del trabajo constante, pero tener uno no es nada fácil.

Llegar a esta meta va más allá de hacer todos los ejercicios abdominales del mundo, además de las clásicas rutinas es necesario cambiar los hábitos que afectan nuestras ganancias. Debido a que el objetivo no es sencillo, te dejamos una serie de consejos para que no te pierdas en el camino.

Enfócate en el cardio

Para muchos, el peor enemigo que puede quemar todas las ganancias del gimnasio. Es verdad que abusar de él puede desaparecer por igual la grasa y el músculo, pero si realizas constantemente cardio podrás por fin marcar ese abdomen.

Existen múltiples opciones, la más sencilla es correr, pero puede ser sumamente contraproducente, ya que con el tiempo puede afectar tus articulaciones. Para contrarrestar esto puedes hacer sprints, que consisten en correr a toda velocidad por 30 segundos y descansar por un minuto, así tendrás todos los beneficios sin las consecuencias.

Mide tus calorías

Puedes hacer miles de abdominales al día, pero nunca alcanzar tu meta. Esto se debe a que los músculos del abdomen están cubiertos por una grasa que es muy difícil de eliminar sin una dieta. Existen miles de opciones que parecen complicar la vida, pero el principio es simple: consume menos calorías de las necesarias.

Inevitablemente debes contarlas, afortunadamente ya existen aplicaciones donde puedes incluir todos los productos que consumes a lo largo del día e incluso puedes revisar tu actividad física. Antes de comenzar con este cálculo debes medir el número de calorías que necesitas al día (también existen páginas para esto), cuando sepas la cifra lo mejor es reducirla por 500 calorías diarias.

Come entre horas

El ajetreo del día a día complica cumplir esta acción y en principio podría parecer que comer menos cantidad es bueno, pero la realidad es otra. Cuando tu cuerpo pasa varias horas sin alimentos se prepara para un tiempo sin alimentos, por lo que genera grasa que es de gran ayuda en situaciones difíciles. El problema es que no estamos en escasez, y cuando volvemos a comer consumimos las mismas calorías más la grasa producida por el cuerpo.

Fruta, verduras, semillas o cereales son perfectos para ingerir entre comidas, la desventaja es que si trabajas en una oficina es difícil conseguir estas opciones, todo lo disponible son papas o cacahuates. Por fortuna, existen algunas alternativas, como el jugo V8, nosotros lo pensamos como un mezclador pero puede ser un gran aliado, ya que, además de brindarte los nutrientes necesarios, te da una sensación de saciedad, fundamental para evitar nuevos antojos.

Toma agua

Estar hidratado es fundamental sin importar tus objetivos, pero en este caso particular, si no tomas los niveles necesarios podrías tener retención de fluidos y exceso de toxinas. Además de ser lo mejor para tu salud, un estudio reciente demostró que su consumo incrementó en 30 % el metabolismo, además que es mejor consumirla fría porque el cuerpo utiliza más energía para calentarla.

Fortalece tus piernas

Todos los ejercicios enfocados en las piernas utilizan los músculos del abdomen para estabilizar la postura, cuando tomas consciencia de eso, puedes aprovechar las rutinas al máximo. No sólo fortalecerás las partes que estás trabajando, también podrás cargar mucho más peso debido a que no tendrás puntos débiles por los que se escape la energía.

Siguiendo estos pasos y con constancia, podrás obtener un abdomen que cualquier espartano envidiará.