Yeah Yeah Yeahs: Una noche de garage, lágrimas y euforia en el Pepsi Center

Luego de una exitosa presentación en el Corona Capital 2022, la banda rock neoyorkino, los Yeah Yeah Yeahs, abrieron un par de fechas en la CDMX siendo el Pepsi Center el elegido para dos sold outs llenos de frescura y nostalgia.
La antesala
Eran alrededor de las 7:00 pm y los primeros fans ya llegaban al Pepsi Center para estar lo más cerca posible de Karen O, Nick Zinner y Brian Chase.
Afuera ya estaban los vendedores de merch no oficial con oferta de pines (muy variados por cierto) playeras, tazas y hasta toallas.
Algunos afortunados, un par de horas antes del show, lograron conseguir boletos liberados en taquilla y otros desafortunados se aventuraron a seguir buscando.
“Mi pareja no pudo venir, ¿quieres entrar conmigo y te lo dejo más barato?” logré escuchar a un lado mío, la chica a quien le ofrecieron el boleto logró entrar con la felicidad de ver a los oriundos de Nueva York.
“A quién le importa”

Foto: Liliana Estrada / OCESA
Es así como unas The Linda Linda’s, la banda de chicas de Los Ángeles amadrinada desde sus inicios por Karen O, ya nos esperaban en el escenario logrando animar con hits como “Resolution Revolution”, “Nino” y “Racist, Sexist Boy”.
“Racist, sexist boy, you are a racist sexist boy”, se escuchaba corear en voces femeninas unidas por la misma molestia.

Foto: Liliana Estrada / OCESA
Un garage fresco y juvenil fue la base para el cover de una de las canciones más cantadas en los bares gay: “A quién le importa”, tema que Alaska y Dinarama logró catapultar en los 90, no sin darle la oportunidad unos años después a Thalía de hacerla propia.
Por supuesto que supieron cómo ganarse al público mexicano que las despidió entre gritos y aplausos.
Bienvenido al club de los “corazones engañados”

Foto: Liliana Estrada / OCESA
Cool It Down es el más reciente álbum de Yeah Yeah Yeahs y fue el sencillo “Spitting Off the Edge of the World”, con la que decidieron comenzar.
Un sonido más sobrio y maduro por parte de los neoyorkinos invadió el Pepsi Center, que se contuvo solo por unos minutos para hacer retumbar el recinto con “Cheated Hearts”, misma con la que brincos y voces unísonas coreaban “Taka-taka-taka-taka-takin it off”.
Definitivamente un gran comienzo para una de las bandas de garage rock más queridas de México.
El ofni

Foto: Liliana Estrada / OCESA
A pesar de mi corta estatura, logré apreciar perfectamente el outfit de Karen O, quien nunca deja de sorprendernos con diseños disruptivos y coloridos.
En esta ocasión portaba un conjunto compuesto por una gran capa tornasol, con una enorme falda del mismo color acompañadas de un particular sombrero de antenas.
Y sí, es mucha ropa que fue quitando para lograr bailar y brincar como es costumbre, dejando al descubierto un mono acampanado de colores eléctricos que combinaban con los visuales de fondo y recordaban a las épocas de David Bowie como Aladdin Sane.
Mexico the best place

Foto: Liliana Estrada / OCESA
Luego de la clásica “Man” y “Rockers to Swallow”, los Yeah Yeah Yeahs lograron apaciguar a los más de 3,000 asistentes y las aguas, de forma literal, con un visual de fondo al mar que lentamente cambiaba a un rojo intenso para interpretar “Burning”.
“México es el mejor lugar para tocar en el mundo”, comentó Karen O quien fue ovacionada en cada oportunidad.
Esta declaración fue acompañada de un intro de “Zero” lo bastante largo para inquietar a los asistentes que lanzaron vasos de cerveza y gritaron eufóricos a su inicio.
Por su parte la banda liberó unas pelotas gigantes que simulaban ojos, saben lo fácil que es ganarnos con unas de esas. En definitiva, si hubo un clímax en el concierto, sin error a equivocarme, fue este.
Para “Despair” los celulares iluminaron el Pepsi Center formando un cosmos acompañado de las pantallas, seguramente los Yeah Yeah Yeahs para ese momento se sentían en medio una gran galaxia, así se sentía, inmensa a pesar de la intimidad.
De pronto un: “I Know, what i know” recibiría al clásico “Turn Into” que despidió con una risa un tanto macabra solo para recibir “Gold Lion”, dejando claro que era el momento de Show Your Bones (2006).
Tears will roll

Foto: Liliana Estrada / OCESA
No sin regresar al Fever To Tell con “Maps”, quizá su hit más grande y que logró colarse en una versión de Rock Band junto a otros artistas como Nine Inch Nails y Red Hot Chili Peppers.
En ese momento rodaron lágrimas por el suelo previo a que rodaran cabezas con “Heads Will Roll”.
Un pequeño descanso para la banda y para los asistentes fueron la antesala para “Poor Song”, un regreso sobrio solo como aviso de lo que se venía.
Más canciones de su álbum debut, Fever to Tell lograron colarse en el setlist siendo “Y Control” y “Date With The Night” las elegidas para cerrar una gran velada de recuerdos, no solo por parte del público, sino de la banda que eligió como último visual, un collage de fotos evolutivas de la banda.
Un enérgico “Y Control” nos recordó al video de unos niños destazando a una banda satisfecha por lo ocurrido.
Es así como deberían sentirse los Yeah Yeah Yeahs ante las exigencias de un público en vivo que los destaza por partes pero siempre dejándolos vivos para regresar por más.