El rey de los hot hatches está de vuelta y la séptima generación viene con todo a reclamar un lugar de privilegio en el mercado nacional e internacional. Aunado a un diseño deportivo y un equipamiento de reciente generación, el nuevo Volkswagen Golf GTI se hace acompañar de un motor dinámico y eficiente que será un referente entre los autos que decidan rivalizar con este consentido de Volkswagen.
Luego de una sexta generación que llamó mucho la atención en el mercado, con respecto a un auto que ha generado todo un culto a su alrededor, los ingenieros de Volkswagen se volcaron a desarrollar un misil deportivo al que fuera prácticamente imposible ponerle alguna objeción o crítica. Misión cumplida.
La séptima generación del Volkswagen Golf GTI llega con una apuesta de diseño vanguardista en la que sobresale su frente afilado y agresivo, y en el que destacan sus faros alargados que enmarcan unas grandes entradas de aire que le dan ese aspecto atlético y que, además, no sólo son un adorno, toda vez que optimizan el enfriamiento de su motor y el sistema de frenos.
El perfil del Volkswagen Golf GTI está lleno de líneas que le dan un aspecto muy emocional, gracias a que las molduras resaltan un gran trabajo de los diseñadores de la marca y denotan el ADN de los recientes lanzamientos deVolkswagen, sin olvidar la genética que ha llevado al Volkswagen Golf GTI a convertirse en un clásico de clásicos.
La parte trasera le pone la cereza al pastel al mostrar una estructura que le da solidez y una mayor presencia en el camino, mientras que la configuración de sus luces le brinda una imagen actual, deportiva y, por qué no, refinada.
Por supuesto, lo mejor del Volkswagen Golf GTI se encuentra en el interior. En el habitáculo uno percibe de inmediato los materiales de buena calidad con los que está hecho, además de los insertos de aluminio que ponen de manifiesto su alma deportiva y la gran cantidad de alternativas que ofrecen sus sistemas de comunicación e infoentretenimiento, para siempre estar conectados con el mundo.
Su motor es una promesa de emoción con 220 caballos de fuerza a disposición de nuestro pie derecho, que al momento de pisar sin piedad al acelerador hará que el piloto, los acompañantes y los espectadores tengan un memorable enchinamiento de piel.
