Tito Fuentes: “soy el imbécil de la moto”

Tito Fuentes presentó durante el fin de semana de celebración del Record Store Day, el vinil de edición especial “blanco” de su LP como solista  El Ocaso, en una de las sedes principales de esta celebración en México, La Roma Records.

¿Prefieres los vinilos?

Si, los vinilos me fascinan, cuando estás de “reven” pones playlist, o en tu casa o así, pero cambiar de disco es fundamental. Yo compraba discos en Aquarius y en Super Sound, desde que era bien morro, me encanta que haya más tiendas y se promueva esto. Tengo hijos, mis morros ya saben que es más que un objeto físico, pero pasando por un objeto físico, lleva un trabajo detrás, mucho más que un click y cambiar de banda. Con los morros muy chiquitos… la aguja es una cosa muy frágil y llegaban y ¡pam! Manotazo, entonces enseñarlos a cómo moverle y ponerlo en su lugar en lo que afinan su motricidad, comemos con vinilos y hay que pararse a voltear al lado B.

El Ocaso ¿Qué tiene de especial esta edición?

Nada más el color.

¿Por qué blanco?

Las opciones de hoy en día son muy fáciles de mandar a hacer. Éste venía mucho al caso con la portada, se veía chido, me enseñaron el resultado como “lechoson”. Me encanta con el arte de Marcos Castro. Desde un punto de vista como consumidor de viniles, yo compro muchos, es la manera en la que conviertes en un objeto a la música que modernamente está muy perdido eso, con tanta oferta digital que hay.

La moto es el eje de la primera canción que lanzaste de este LP, ¿cómo llevas la vida en moto a una canción?

Es mi cerebro “brrrrr”. Ese es el imbécil de la moto, que soy yo. Sí es la primera rola que lancé. Ando en burra, ando en moto por la ciudad. Un día llegué a un semáforo y me dijeron mira ese, el imbécil de la moto, y dije quién ¿yo? y eso es la dinámica de la moto cuando andas, la trayectoria es mega subjetiva, vas con el casco oyendo tu voz, es otra manera de moverse en la ciudad, que más que la ciudad es el tráfico, es espantoso, como esta moto es alta y flaca pues ahí voy por todos lados. Ando en una doble propósito, no me gustan las chopper, no caben en ningún lado y  se calientan…

¿Y qué analogía de esto trazas con la música?

Hay muchas analogías, por ejemplo en el manifiesto de los futuristas, los cambios deben ser como el estruendo de un motor o la velocidad, es algo potente y liberador, es muy parecida al rock and roll, es difícil de entenderla a menos que la hayas vivido. He tenido la fortuna de tocar en escenarios, es un momento inigualable, requiere de los reflejos de mucha gente, de electricidad, de la asistencia de las personas, y a su vez la maldición de los músicos es que nunca vas a saber cómo te viste en el escenario, como se escuchó todo el pedo en vivo. Lo ves grabado, pero nada que ver.

¿Equiparas la sensación de andar en moto, a la de estar en un escenario?

¡Sí! Fácil, Son muchas cosas al aire y es de lo más grave: el sonido del “Brrrmmm”, el aire de las bocinas y esto, es igual de liberador, me parece que se puede comparar… ¡Liberador! ¡full!…

Por Liliana Ceron