Por Omar Marina @soybiendramas
Después de perder el campeonato el año pasado ante los Warriors de Golden State, el hijo amado de Ohio, le da título a los Calaviers de Cleveland ante el MVP Stephen Curry y compañía.
El drama se sufrió en todos los partidos de las finales. Los Warriors llegaron al quinto juego con la gran ventaja de 3-1. En California, los Cavs sacaron el triunfo y las esperanzas de consegui una victoria más en casa; pero el último juego era en el Oraclo Arena, la segunda casa de Curry y compañía. Todo se venía abajo para las ilusiones de James.
The King dejó que la esperanza muriera al último y animó a sus compañeros. Algo en él decía que ésta podría ser la última oportunidad para hacer al equipo que lo seleccionó en el DRaft de 2003, campeón de la NBA por primera vez en su historia.
El sexto juego tuvo a todos al filo de la butaca, LeBron anotó 41 puntos, Kyle Irving aportó con 23 más. El partido terminó con la pizarra 115-101 forzando el lugar del desenlace en Bahía del Pacífico.
En un partido lleno de gritos, suspiros y lágrimas, por fin Cleveland pudo probar el sabor de la victoria con un marcador de 93-89.
James anotó 27 puntos, tuvo 11 asistencias y 11 rebotes para levantar el trofeo y llevarse un nuevo MVP de las Finales.
En 2010, LeBron se marchó del conjunto que lo vio nacer para buscar la grandeza, firmó con Miami Heat donde consiguió dos de las cuatro finales consecutivas que jugó.
Pero “The King” no podía dormir tranquilo sin darle una alegría mayor al equipo que lo vio nacer en la NBA en el ya lejano 2003. Es por esto que siempre será “The King”.
