Por Adán Medellín (@adan_medellin)
Magdalena (Mariana Acosta), una joven reina de carnaval, se niega a morir y regresa en su propio funeral para reclamar su corona de belleza. Ahí, se encuentra con Eustolia (Sandra Ponce), la dueña de la funeraria y encargada de maquillar a los muertos. Esta sorprendente premisa permite a ambos personajes discutir sobre la vida, la muerte, los sueños, las normas sociales y hasta la existencia de Dios.
Partiendo de una anécdota real de una reina de belleza electa que se levantó en su propio velorio después de un ataque cataléptico, Edgar Muñiz escribió Reina de Carnaval con un tono que se aleja de lo lúgubre o lo fantasmal para sustentarse en el humor negro. Ahora, el propio autor tiene la oportunidad de dirigir su obra, lo cual plantea sorpresas, cambios y una fidelidad mayor al mundo que imaginó Muñiz.
“Me llama mucho la atención una muerta aspiracional. Una muerta que se levanta y va por su corona. Es una puesta en escena con mucho sentido del humor, humor negro, ya que se trata de la muerte, y hay que hacer catarsis riendo, no llorando. Puedo llevar al límite a los personajes que se encuentran en una situación absurda, pero muy entrañable”, dice el dramaturgo.
Con un decorado austero, cursi y chillante en tonos rosas que relaja la seriedad del tema y permite hacer una comedia en vez de un texto melodramático, la obra se ambienta en las celebraciones del carnaval veracruzano mediante la proyección de un video. Los dos personajes en escena se confrontan entre diálogos chispeantes, se envidian y examinan el sentido de sus vidas. Magdalena ha vivido siempre con el propósito de ser una reina de belleza hasta que se encuentra con la muerte; mientras Eustolia ha vivido desde niña en función de su trabajo funerario, como mirando la vida desde un cristal. Cada una tiene o quiere algo que sólo yace en el personaje opuesto, lo cual crea la tensión entre ambas mujeres.
En su tercera temporada, “Reina de Carnaval” retoma a sus mismas actrices para llevarlas a un montaje nuevo y un tono más aventurado. Muñiz ha realizado ajustes en el texto para retar a sus intérpretes a romper con lo aprendido y hacer una nueva lectura de su libreto. El nuevo trabajo cuenta con la producción de Mireya Vega.
Esta divertida obra se presenta en el foro Reyna Barrera del Espacio Universitario de Cultura Off Spring (Francisco Pimentel 14, Col. San Rafael, Del. Cuauhtémoc, cerca del Metro San Cosme), todos los sábados, a las 19 horas. Localidad: 150 pesos; descuentos a estudiantes, maestros y gente de la tercera edad.
