Taylor Swift: “Los fans más punks son los de pop”
Unos meses de verdadera euforia fueron la antesala para recibir por primera vez al fenómeno actual de country-pop: Taylor Swift.
Y fue así como entre lentejuelas de colores y mochilas transparentes se vivió uno de 4 sold outs de la cantante oriunda de Pensilvania.
A mi llegada al Foro Sol, recién comenzaba la telonera, Sabrina Carpenter, y el recinto yacía casi a su máxima capacidad, una verdadera sorpresa para aquellos que no acostumbramos de conciertos pop, ya que en otros géneros la gente suele llegar solo al estelar.
Quizá se deba al precio del boleto, la gente quiso exprimir hasta el mínimo centavo gastado en aquellos tickets que fueron de los 1,500 hasta los 12,000.
“Los fans más punks son los de pop”
Por la mañana, tuve la oportunidad de ir a la conferencia de prensa del festival de metal Hell & Heaven Open Air y un compañero me dijo: “Los fans más punks son los de pop, los metaleros solo hacen círculos”.
Aquellas palabras nunca tuvieron mayor resonancia en mí hasta que vi a miles de personas berrear, gritar y bailar durante un setlist de más de 40 canciones.
Como ya había ocurrido en conciertos como el de Bad Bunny o Coldplay, una pulsera de luz que se iluminaba al ritmo de la música y al color de la escena se volvió parte esencial de la noche.
Una noche en la que se esperaba lluvia, el mismo pronóstico que no impidió que los fans llevaran sus mejores “garras” protagonizadas en su mayoría por lentejuelas y botas metálicas.
Incluso, hubieron madres que no perdieron la oportunidad de vestirse ad-hoc con sus hijas, este fue el fenómeno Taylor Swift, unió familias y creó experiencias verdaderas alrededor de una velada inolvidable.
A unos pasos, un Arturo Elías Ayub caminaba acompañado de su familia, un vape y un goce sin igual que transmitía al bailar.
Esto luego de dejar mi lugar e ir al bar ubicado a un lado del escenario, donde sí podía ver a la cantante y disfrutar de su show completo.
El grito de 60,000 personas
En ese momento con una vista aparentemente privilegiada, noté que aquellos que se ubicaban en gradas, no serían los más cercanos al calor de Taylor, pero tendrían la mejor vista al admirar el escenario dibujado de visuales en cada rincón.
Lo que nadie perdió de vista fueron las lágrimas que derramó Taylor Swift al escuchar a 60,000 personas aclamando por ella, quien en su momento fue criticada por no darse la oportunidad de visitar nuestro país en los casi 15 años que tiene de carrera.
Así pasaron hits como, “22”, “We Are Never Ever Getting Back Together”, “I Knew You Were Trouble”, “Shake It Off” y sus ya clásicos “You Belong With Me” y “Love Story”.
El show fue más de lo que esperé, lo que no dejaba mucho a la imaginación con videos virales que advertían un gran espectáculo.
Ante todo pronóstico, no solo nos regocijamos en el country-pop sino en el clima que nos dio un cielo despejado con una luna sin igual que no fue acompañada por estrellas pero sí por la luz de Swift que iluminó la inmensa oscuridad.
No puedo recordar el número de veces que Taylor cambió de atuendo, de indumentaria, de luces o de canciones, eran muchas cosas sucediendo al mismo tiempo; Así se sintió, la noche, como una explosión de sentimientos que no podremos recordar a cada detalle, pero que en definitiva, guardaremos como el el día en que Taylor Swift hizo historia en la Ciudad de México.
Taylor Swift estará presente durante tres noches más en el Foro Sol de la Ciudad de México.
