La firma inglesa siempre ha sido sinónimo de lujo y buen gusto, sin embargo, el nuevo modelo Rolls-Royce Serenity hacen del Phantom, un modelo literalmente único y ultralujoso. La diferencia de este modelo con cualquier otro Phantom es que los interiores son completamente personalizables y hechos a mano con lo mejor en telas, pieles y maderas.
Para empezar el Rolls-Royce Serenity está pintado en tres capas y pulido a mano por 12 horas continuas, lo que hace que el trabajo sea excelente y único. La puertas y los interiores del auto están forrados en seda confeccionada y cosida a mano por artesanos especialistas que se tardan hasta 600 horas en terminar una sola unidad. Los asientos pueden ser de piel y los detalles en el tablero pueden incluir cualquier piedra preciosa siempre y cuando vayan de acuerdo a los estándares de la marca.
Aunque muchos otros autos también se detallan a mano y se utilizan materiales perfectos en su elaboración, Rolls-Royce ha ido más lejos al ofrecer materiales y vehículos con una excelencia inaudita en todos los sentidos.
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