Ricardo Puccetti: “Para el payaso todo es posible”

El actor de la compañía teatral brasileña Lume charló con Playboy México en el marco del 7º. Encuentro Internacional Clown del 13 al 20 de noviembre con 15 espectáculos internacionales que se celebran en el Centro Cultural Helénico y otras sedes.

Fotografías cortesía de Luana Navarro-Arnaldo Torres-Mari Rotili/ Centro Cultural Helénico

¿Qué tipo de búsqueda artística guía a Lume?

Lume es un centro de investigación teatral que fue creado en 1985 en Campinas, una ciudad cerca de Sao Paulo. Desde el inicio, Lume es también un centro de investigación de la Universidad de Campinas y también una compañía teatral. La idea del fundador de Lume, Luís Otávio Burnier, que fue nuestro maestro y falleció desgraciadamente en 1995, era crear un centro para investigar la actuación, las potencialidades del actor teatral en sus más diversos manifestaciones. Nuestra labor se basa mucho en el trabajo corporal del actor y de la voz, pero de la voz que viene del cuerpo. Yo estoy desde hace 35 años en el inicio del trabajo. Nosotros somos 7 actores; 5 están en el grupo hace más de 25 años.

¿Cuál es el hilo conductor de su investigación teatral?

Siempre, el actor. Todos nuestros espectáculos tienen como punto de partida la investigación que hacemos juntos. Dentro del trabajo hay diversas vertientes: el trabajo del actor en la calle, el trabajo del actor con texto, con teatro físico sin texto. Dentro de todo esto está el trabajo del payaso como un camino importante del trabajo del actor. Tenemos un repertorio que se ha construido en este tiempo: obras teatrales que tienen 25 o 30 años, además de nuevos espectáculos con los siete actores, en duplas, tríos o solos. Dentro de Lume, el foco de mi trabajo es el payaso. Mi pasión es el payaso.

¿Por qué necesitamos al clown en la sociedad contemporánea?

Para Lume, el payaso no es un personaje, sino un lente de aumento a la persona, un detective. Se pueden dilatar las características, peculiaridades, singularidades que cada uno de nosotros tenemos. El trabajo es muy personal para llegar a construir a tu propio payaso. Toma tiempo. La base está en quién soy yo, cómo me relaciono con las personas, con el mundo de afuera, qué lógica tiene cada uno para interactuar y resolver problemas. Todo eso es material para el trabajo personal de cada payaso. Para mí es muy importante que el payaso encuentre un cuerpo, que sea capaz de brincar, de jugar un poco como los niños que no tienen filtros cuando hacen las cosas. El payaso necesita trabajar con un cuerpo que esté disponible, que sea capaz de tener ideas, con un cuerpo que sea capaz de expresar todas las emociones humanas que tenemos. La importancia del payaso en la sociedad contemporánea es ser una figura que muestra para todos otras posibilidades de relacionarnos. El payaso rompe todo lo que está cristalizado, rígido; abre nuevos puntos de vista. Es importante hoy, cuando la gente permanece muy intolerante, inflexible en su manera de hacer, de vivir, de respetar o no a los demás. Hoy la gente cree que cada uno tiene una verdad absoluta; para el payaso todo es relativo, todo es posible, incluso lo opuesto. Ése es su trabajo en la sociedad contemporánea.

¿Adónde se dirigen la crítica y la sanación que el clown realiza de la sociedad humana actual?

La posibilidad que el payaso tiene de criticar o de interferir en la sociedad contemporánea es muy particular para cada payaso. Cada payaso tiene un foco, un punto de vista propio, lo más importante es cómo consigo crear en la gente que mira mi obra un espacio de imaginación, un espacio de libertad, de posibilidad, de juego, donde todos nosotros somos iguales, donde todos podemos soñar y hacer las cosas de una manera no automática, sino viva. Ese espacio que el payaso construye es una crítica porque el mundo no es así: es rígido, está apartado.

¿Qué lugar tiene el payaso latinoamericano en relación con el teatro internacional? ¿Qué distingue al clown latinoamericano de los de otras latitudes?

El payaso latinoamericano es muy respetado en otras partes del mundo. Tiene una tradición muy fuerte porque el origen del payaso americano, en este caso en Brasil, reside en las familias del circo europeas que llegaron a América. Poco a poco se ha dado una mezcla de la labor europea con lo latinoamericano. Nosotros los latinoamericanos somos muy cariñosos, tenemos un contacto con el cuerpo que es distinto del europeo. Eso es muy visible en el trabajo latinoamericano: la técnica latinoamericana es muy corporal, muy expresiva, tiene una empatía muy grande porque nosotros somos así culturalmente. También hemos encontrado nuestra forma de hacer crítica social. Por eso el payaso latinoamericano es considerado como un buen trabajo fuera de América.

¿Qué clase de espectáculo presentarán ante el público mexicano durante el 7º. Encuentro Internacional de Clown con La Scarpetta?

La Scarpetta es un espectáculo que trabaja con la fragilidad. Todo se torna difícil, las cosas no toman el rumbo que el payaso quiere. El payaso juega con lo que no está bien, pero tiene mucho placer al intentar hacer las cosas. Está intentando estar con la gente. Eso es para mí lo más interesante, lo más cómico, lo más humano. Lo importante es siempre seguir adelante. La Scarpetta son tentativas de números clásicos, es el placer del payaso de estar en escena con la gente, independientemente de si las cosas van bien o mal. Se construye sobre la lógica personal: soy muy confuso, tengo dificultades, hago cosas raras. Queremos hacer una obra que no acontece, pero posee el placer de jugar.

LA OBRA

LA SCARPETTA (de Lume Teatro, Brasil)

De: Ricardo Puccetti y Nani Colombaioni

Dirección: Nani Colombaioni

Con: Ricardo Puccetti

Funciones: 18 de noviembre (Teatro Helénico) y 15 de noviembre (Anglo Arts Centre).

Sinopsis: El payaso Teotônio presenta su “spettacolo artistico”, una combinación única de magia, actos de equilibrio, contorsionismo, canto y malabares realizados con huevos. Cautivando al público con su juego contagioso, el caos y por momentos, el desastre. Este espectáculo es una demostración sublime del potencial anárquico de la risa, la fuerza guerrillera del payaso y su poder subversivo de transformación.

Más información: helénico.gob.mx