Rap, soda y Molochela: Toma Molotov sucursal de El Trompo Imperial

A tan solo unas semanas de su apertura en la colonia Nápoles, la sucursal del Trompo Imperial del Garage Food Garden de la mano de Molotov, nos volaron la cholla con la presentación de su cerveza conmemorativa de su 30° aniversario: la Molochela.
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Esta es la chela artesanal que lanzó Molotov
Asisten los integrantes de Molotov a convivir con sus fans
Para esta ocasión, los fans llegaron antes que todos, con una fila larguísima para tomar el elixir por excelencia. La cereza del pastel, o más bien, la piña del taco al pastor, fue la llegada de Paco, Mikey y Randy, que en seguida atendieron a sus fieles fanáticos para firmar sus latas, discos, gorras y en palabras del buen Mikey: el bajo de Margarito (un ukelele).
Había muchísima gente, como si se tratara del avistamiento de un marciano sentado en la barra del Trompo Imperial, todos rodeaban a los tres integrantes. Afortunadamente fueron varios los suertudos que salieron con una sonrisota porque tuvieron chance de intercambiar algunas palabras con la mítica banda, pero no fue fácil, porque, según nos contaron algunos asistentes, tuvieron que abrirse paso entre brincos, jalones, codazos y empujones para lograr su cometido. A más de uno le tocó escuchar un “¿Por qué no te haces más para allá?…al más allá”.
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Objetivo: conseguir la firma en una guitarra
Así fue la historia de Edd, quien junto a su novia llegó puntual con una guitarra. Su misión era que la banda firmara la guitarra para regalársela a su novia quien demostró ser fan de Molotov a morir, y sí, aunque no fue sencillo, Edd cumplió con su misión consiguiendo la firma de Mikey y Randy. También platiqué con Isabela, quien junto a sus amigos y su mamá, llegó desde las 12 de la tarde para tener la oportunidad de conversar un poco con los anfitriones estrella, además de que se fue rayada con su Molochela firmada, cumpliendo así, su sueño de la infancia.
Pudimos degustar de los tacos que estaban buenísimos, además de que para esta ocasión la taquería fue decorada para celebrar los treinta años de Molotov. Sin embargo, la Molochela simplemente se acabó, ya no había pa’ nadie. Ante la falta de la tan solicitada bebida, algunos se enojaron y se fueron, pero como “quien se enoja, pierde”, aquellos que tuvimos más paciencia, pudimos cotorrear un ratito con Mikey.
No podemos dejar la merch conmemorativa, en especial porque hacían guiños a los iconos de la cultura pop mexicana y a otras bandotas como Slayer.
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Muchos pensamos que se iban a aventar un palomazo, entre matudos y pelones ya nos estábamos preparando en caso de que se armara el slam, pero en cambio tuvimos una divertida noche con tacos, humor negro y cerveza. Así que antes del Apocalypshit: Sálvense, y busquen la Molochela.