¿Qué son las “after sex selfies” y por qué no deberías tomártelas?

“Fotos o no pasó”… La necesidad de recordar todo, para bien y para mal
En el mundo del YOLO la existencia se mide en el alcance de su huella digital; nada existe hasta que es documentado y compartido con el resto del mundo. Empezó en los conciertos (el síndrome de pagar para ir a ver a una banda a través de la pantalla de tu celular), llegó a las relaciones de pareja (cientos de parejas citan a Facebook como un factor decisivo en su divorcio y todos sabemos que una relación no va en serio hasta que es “oficial” en Facebook) y ahora, quizás sorpresivamente tarde, llegó al acto más íntimo del hombre; aquello que muchos consideran tan privado que sólo lo hacen a puertas cerradas y con la luz apagada: el sexo. Pero claro, lo anterior sólo aplica a las generaciones anteriores.
Para los Millennials, a falta de una clasificación más precisa, la privacidad es un lujo no un derecho y más que eso, es algo que están totalmente dispuestos a sacrificar con tal de poder gritarle al mundo “Aquí estoy”. Entonces, un fenómeno como el de las “After Sex Selfies”, popular en Instagram y Snapchat, es un paso más en la dirección ya caminada. Pero, ¿exactamente qué es una After Sex Selfie? Una foto tomada instantes después de tener sexo… porque nada es mejor que el sexo… excepto (aparentemente) que compartirlo con todo el mundo. Esto, claro, es una pésima idea, pues es justo esta necesidad de permanencia la que volverá a mordernos en el trasero a todos… La documentación digital es mucho más que un post en Instagram y un par de Hashtags, es un registro perpetuo y público de nuestras vidas, y quizás en una semana (cuando tu tía te agregué a Facebook) ya no sea tan gracioso documentar tu vida post-sexual, y sin duda en unos 10 años, cuando la práctica de pedir perfiles de redes sociales en entrevistas de trabajo se vuelva la norma, definitivamente la postura YOLO perderá algo de su poder.
Cuéntanos qué te parece todo esto en la sección de comentarios de este post.