Noche de reyes: ¡dadme música en exceso!
“Al carajo las reglas y el rigor”, dice Fiestas, el bufón irreverente que enmarca con su narración esta divertidísima comedia de enredos nacida de las manos de Shakespeare, sobre un par de gemelos que se han separado después de un naufragio e ignoran que el otro sigue con vida.
Jugando con el travestismo de la bella Viola, ahora llamada Cesáreo, las equivocaciones en el amor en la corte del país de Iliria transcurren en un clima festivo y musical gracias a esta brillante adaptación del clásico, realizada por Alonso Íñiguez, quien también dirige esta obra, la gran ganadora de premios de la ACPT en 2017.
Los elogios a esta Noche de Reyes no son vanos. Primero, porque la puesta en escena despliega con lujo y generosidad el talento de su reparto que canta, baila, toca instrumentos e interactúa juguetona y permanentemente con el público, mezclando recursos del teatro musical con la dulce ironía de la tradición clown.
Estrafalarios en el vestido, ebrios de alcohol y de ocurrencias, el elenco domina el ritmo de las risas y los enredos bajo la fórmula de un triángulo amoroso que confunde el género de los protagonistas, mientras parodia las fórmulas clásicas de los romances. Aquí los personajes nobles son ridículos, los sirvientes anhelan el poder y el lecho de sus amos, y los bufones, en sus excentricidades y bromas, son la conciencia más cuerda en el escenario.
En un ambiente donde la locura seduce a cada personaje, los roles de género se invierten y la clase social se diluye en un arrebato carnavalesco. Así, la vida se vuelve una gran parranda de licores y duelos, sazonada con cartas misteriosas que contienen mensajes amorosos equivocados.
Todo ello produce una sonriente crítica a instituciones tan rancias como el amor romántico, la lealtad del servicio doméstico, la masculinidad inconmovible a la emoción y hasta esa idea de que sólo el corazón masculino tiene la profundidad y la valerosidad que le faltan a la pasión femenina.
Locuaz, desparpajada, con un original doble sentido y excelentes números de baile y de música en vivo, Noche de reyes es una celebración del talento de un grupo de actores que convierten “una ficción improbable” en una obra maestra. Y es que quizá, si el bardo inglés renaciera entre nosotros y se vistiera de incógnito para ir al teatro, disfrutaría entre carcajadas de esta adaptación de su pluma.
El dato
Se presenta los lunes a las 20:30 horas del 14 de mayo al 30 de julio en el Teatro Helénico
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