Myles Kennedy, la otra relación tóxica de Slash
Dijo Slash en una entrevista que cuando tenía 15, se ligó a una mujer diez años mayor.
Cuando ya se encontraban en su departamento, la chava abrió una botella de Jack Daniel’s y, para acabar de ponerse a tono, colocó el Rocks, de Aerosmith, en la tornamesa.
Saul Hudson, como se llamaba el adolescente británico pero radicado en Los Ángeles que años después habría de llevar la cabellera ensortijada encima de los ojos, escuchó tres veces el álbum completo, mientras se entregaba a una tarde de piruetas sexuales junto a la desconocida.
Al final, salió de su departamento y se olvidó de ella para siempre.
Slash ya traía el gen musical. Su madre había trabajado como diseñadora de modas para David Bowie y su padre era un artista gráfico que diseñó portadas de discos para Neil Young. Pero el joven quería ir mucho más lejos y se dispuso a aprender a tocar la guitarra, aunque primero intentó con el bajo. Cursó la secundaria con Lenny Kravitz y también fue muy amigo del baterista Steven Adler, a quien le prometió que un día formarían juntos una banda.
Ese grupo se llamaría Guns N’ Roses y la historia, después de cinco discos de estudio, una tormentosa separación, un publicitado regreso y una interminable gira mundial, aún no termina de escribirse.
Pero al mismo tiempo que su relación amor-odio con Axl Rose parece atravesar un segundo aire, Slash ha cultivado una fructífera amistad con el profesor de guitarra Myles Richard Bass, también conocido como Myles Kennedy, a quien conoció cuando audicionoie, Adam Levine, Michael Shadwo. de Aerosmith, Myles dej su espal en la mejor expresis riffs de guitarra de Slash con la base ó como cantante para Velvet Revolver, puesto con el que acabaría quedándose Scott Weiland. Myles atravesaba una fuerte depresión a consecuencia del tinnitus (zumbido en el oído derivados) que padece, a consecuencia de tanto años expuesto a la música a volúmenes altos. Una víctima más del rock.
En 2009, Slash llamó a Myles para invitarlo a participar en su disco homónimo, en el que aparecerían también estrellas de la talla de Ozzy Osbourne, Fergie, Adam Levine, Michael Shadows, Dave Grohl y Ian Atsbury, entre otros.
A Miles lo invitó a demás a coescribir dos de las canciones, Starlight y Back from Cali, con lo que acabó por fortalecerse la relación creativa entre ambos. Una vez que el disco se lanzó al mercado, Slash anunció oficialmente que Myles sería el vocalista de su banda en gira.
Aunque fumar la pipa de la paz con Axl Rose puso en duda que los proyectos en solitario de Slash llegaran a buen puerto, la realidad es que hasta el momento han grabado ya tres álbumes acompañado por Myles Kennedy and the Conspirators. El más reciente de ellos, Living the dream, fue estrenado apenas el año pasado y conjuga la misma mezcla de buenos riffs de guitarra de Slash con la base hard rock de The Conspirators, y la tan característica tesitura vocal de Kennedy, a quien el blues, el country y el rock en la mejor expresión de la palabra, le vienen perfecto.
¿Por qué entonces una relación tóxica la de Slash y Myles Kennedy?
Porque ambos consiguieron superar sus adicciones y volcar su espíritu destructivo en una música de alto octanaje y gran calidad. Así como Slash se olvidó de la mujer que le puso el disco de Aerosmith, Myles dejó de pensar que su problema de oído iba a terminar con su carrera.
Slash featuring Myles Kenny and the Conspirators se presentará este viernes 3 de mayo como uno de los actos fuertes del Festival Domination en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
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