En una tarde donde el fuego del agave y la creatividad culinaria se entrelazaron, Casa Destreza presentó su línea de mezcales artesanales en una degustación íntima celebrada en el elegante restaurante Aura, ubicado en el corazón de Campos Elíseos, Polanco.
La experiencia comenzó de forma poco convencional: con un poco de mezcal en la palma de la mano. Así, los invitados conectaron con el producto desde el tacto, notando la textura sedosa, sin residuos ni sensación pegajosa, prueba de una destilación impecable.
Después, se invitó a cerrar los ojos, a oler y sentir cómo el espíritu del agave Espadín —madurado durante 10 años en la tierra— liberaba notas cítricas, amaderadas y ligeramente ahumadas.
“Nos gusta compartir la experiencia de Destreza usando todos los sentidos. No es solo beber mezcal, es sentirlo”, explicó el equipo de la marca.
Los asistentes pudieron explorar dos expresiones: Espadín y Tobalá. Mientras el Espadín se presentaba como un mezcal amable, con un ahumado delicado y una ligera astringencia que desaparecía suavemente, el Tobalá sorprendía con notas florales, dulces y una personalidad más compleja.
Destreza se distingue por ofrecer un mezcal que no lastima la garganta, que “pasa peligrosamente suave” y que logra una fineza pocas veces asociada a los destilados de alta graduación. Su ahumado es sutil, envolvente, y no abruma: “no es el tipo de mezcal que te cansa, es el que te invita a seguir explorando”.
El chef Alan, a cargo de la cocina de Aura, diseñó un menú de maridaje a la altura del mezcal. El primer plato, un hummus de betabel rostizado, resaltó las notas cítricas del Espadín y limpió el paladar para lo que vendría: una pesca del día con dos moles artesanales —uno tradicional poblano y otro de guayaba, frutal y atrevido.
“El mole de guayaba crea un match delicioso con las notas dulces y florales del mezcal. Ambos se elevan mutuamente”, explicó el chef, subrayando cómo la cocina y el destilado se entrelazan para amplificar sensaciones.
Casa Destreza no es solo una marca: es una declaración de principios. Fundada en 2012 por tres amigos que unieron sus pasiones por las ciencias, el arte y las estrategias, Destreza es el resultado de la paciencia, la técnica y el respeto por la tierra.
Su proceso artesanal inicia en Matatlán, Oaxaca, donde el maestro mezcalero Hernán Hernández cuida cada detalle: desde la jima y cocción en horno de tierra hasta la doble destilación en alambique de cobre. El resultado es un mezcal que, más allá del alcohol, narra una historia de fuego, tiempo y pasión.
“Cada gota de Destreza es un homenaje al agave y a la gente que le da vida. No lo promovemos como bebida de shots. Es para disfrutar, para sentir, para compartir”.
Entre aromas a madera, miel, flor y humo; entre texturas cremosas y tragos sedosos que no queman, sino que acarician; entre platos que realzan cada sorbo, el evento en Aura fue mucho más que una cata: fue una clase magistral de cómo se honra una tradición y se transforma en arte líquido.
Con presencia en CDMX, Tulum, San Miguel de Allende y Baja California, Casa Destreza sigue conquistando paladares exigentes y creando momentos que se quedan grabados en la memoria.
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