La Formula E regresó y nos brindó su mejor carrera
A mediados del año pasado se anunció que el Autódromo Hermanos Rodríguez sería nuevamente sede de la Formula E, y desde ese momento descubrimos que se trataría de un evento que no habíamos visto. Nuevas reglas, nuevos vehículos y nuevos competidores; todo prometía que sería una experiencia única, pero todas las expectativas quedaron muy cortas.
La antesala
La Formula E se diferencia de todas las competencias similares al tener un particular objetivo: crear consciencia alrededor de la movilidad eléctrica. Esta particularidad hace que todo el evento gire alrededor del futuro y la conservación del ambiente.
Los visitantes en el E-Village pudieron conocer toda la tecnología que está detrás de los motores verdes de la Formula E. No sólo eso, en la Gaming Arena podían experimentar por unos momentos la adrenalina de ser conductor de un monoplaza eléctrico; mientras que en la Start Up Zone se podían conocer las últimas innovaciones de tecnologías sostenibles para mejorar la agricultura, movilidad y conservación.
La adrenalina verde
Este pasado sábado, sin duda fuimos testigos del mejor Mexico E Prix y probablemente una de las mejores carreras en la historia de la división. Todo el día fue dominado por Pascal Wehrlein, conductor alemán de Mahindra Racing que mantuvo la primera posición desde la pole position.
Desde que el semáforo se puso en verde se pudo ver la historia que marcaría la competencia: Lucas Di Grassi de Audi Sport ABT tuvo un gran inicio, el cual fue contenido a la perfección por Wehrlein, quien salió de la primera vuelta como el claro líder mientras el conductor brasileño se quedó batallando con el resto.
La intensidad inicial se vio interrumpida tras pocas vueltas, cuando Nelson Piquet de Panasonic Jaguar Racing intentó rebasar a Jean-Eric Vergne de Ds Techeetah. El impacto hizo que el auto del brasileño volara por encima del francés, Vergne salió bien librado del choque, pero el monoplaza de Piquet quedó con serios daños que detuvieron la carrera por unos 20 minutos.
El segundo banderazo
La pista vio la bandera roja y todos los conductores tuvieron que detenerse. Era una cruel forma de contener nuestra adrenalina, mientras que en pits hacían todos los ajustes posibles para arreglar los daños de tan sólo unas cuantas vueltas.
La bandera verde reanudó las actividades, pero a pesar del percance las posiciones punteras se mantuvieron estables: Wehrlein dominando, pero detrás una bandada de autos que buscaban quitarle la corona. El puesto por el segundo lugar era férreo, la lengua portuguesa era defendida por el mismo Di Grassi y Felix Da Costa de BMW.
Los cuatro perseguidores a lo largo de la carrera cambiaron de posiciones constantemente, parecía que la única batalla real sería por el segundo lugar, mientras que el conductor de Mahindra Racing lograría mantener la primera posición. No obstante, todo cambió en la última vuelta.
La Formula E este año introdujo al Gen2, el nuevo monoplaza con el que no es necesario cambiar de auto debido a la batería. A pesar del cambio, los conductores deben saber controlar la potencia de su vehículo para no quedarse sin energía a la mitad de la competencia.
En la última vuelta Wehrlein estaba en un primer lugar y pisándole la defensa se encontraba Di Grassi. El defensor de Mahindra Racing pudo contener cada embate del brasileño, pero en los últimos 50 metros todo cambió: su batería llegó a cero y lo único que pudo hacer fue intentar cortarle el paso a su perseguidor. Una maniobra del volante bastó para que Di Grassi lo superara y se coronara como el campeón del Mexico E Prix.
A Wehrlein le faltaron tan sólo 50 metros para coronarse por primera vez, una falta de cálculo en las vueltas iniciales hizo que no pudiera hacerlo. Tan sólo 50 metros, y una controversial falta, lo llevaron del primer lugar al sexto.
La Formula E con intensidad y uno de los mejores premios de su historia nos volvió a demostrar que la conservación y el entretenimiento no están peleados.
