Javier Blake: “Los fanáticos del rock buscan la satisfacción a largo plazo”

Javier Blake, vocalista de la banda de rock-punk División Minúscula, lanza “Réplica”, primer sencillo de lo que será su álbum debut como solista titulado, En tiempos de los extraño.

Hablamos con él sobre su carrera de más de 20 años y lo difícil que es ser rockero en tiempos de perreo.

¿Tu álbum debut, En los tiempos de lo extraño, fue inspirado por la situación que vive el mundo actualmente?

“El título definitivamente está inspirado por eso, pero no solo hoy, sino de un tiempo para acá, muchas cosas se nos han salido de control. Aunque la temática también habla de un periodo de tiempo personal; de lo que he vivido en los últimos años; emociones  y situaciones muy disparadas en las han sido buenas pero con altibajos. Creí importante hablar de esto. Lo chistoso es que el título lo teníamos desde principios de año, antes de la locura de la pandemia. Es irónico tener este nombre, encajó a la perfección”.

Tu sencillo “Réplica” sigue la misma línea de letras introspectivas y desamor. Ahora que vives el sueño de muchos junto a una talentosa y linda mujer y una hija hermosa ¿de dónde surge tu inspiración?

“Me gusta escribir desde una perspectiva más abierta, más universal, pero también he aprendido a objetivar las cosas. Esta canción habla de la ruptura de una relación, no necesariamente amorosa, donde hubo mucha pasión e intensidad. Es una ruptura en algo que has puesto demasiado de ti y sientes que te vas con las manos vacías en algunas canciones”.

¿Esa “Ruptura” aplicaría con División Minúscula?

“No, porque sigo con División, soy el compositor y pensar de esa forma sería  autosabotearme. División es mi familia y espero seguir tocando con ellos el resto de mi vida disfruto mucho hacerlo. Pero “Ruptura” es más como un parteaguas en mi carrera, tiene un carácter muy agresivo por decirlo de cierta forma”.

Hace poco Tom Meighan se lanzó como solista, luego supimos que Kasabian lo echó de la banda por violencia intrafamiliar. ¿Cuál es la razón por la que decidiste debutar como solista?

“Si te digo que tenía 5 años planeándolo quizá son pocos. Dentro de División Minúscula siempre vi esa ventana en donde podía meter todo lo que componía pero me di cuenta que estaba componiendo diferente a como lo hago con la banda entonces me entró la idea de que había un espacio para hacer algo solo. El  año pasado salí de gira, metí tracks de División presentados en acústicos y tracks míos pero llegó un punto en el que me gustó tanto lo que hacía en solitario que sentí que estaba perdiendo la oportunidad de mostrar mi faceta como Javier Blake. Luego me surge la propuesta de Pipe Ceballos (productor) de grabar una canción y me dijo: ‘Creo que si no te das cuenta que aquí tenemos un disco; toda la energía y visión de hacerlo, creo que estamos perdiendo el tiempo y una gran oportunidad’. Se dio de forma muy natural, al igual que todo el equipo que está trabajando conmigo. Además con el confinamiento trabajar con la banda es muy difícil porque estamos en diferentes ciudades y al estar solo tengo la facultad de estar creando contenido en el encierro”.

A ya casi 15 años del lanzamiento de “S.O.S.”, ¿crees que el tiempo se ha llevado algo de ti como músico?

“Siempre. Considero que la vida del artista es dejar todo el sudor, sangre, lágrimas en la lona como un boxeador. Quien deja todo siempre deja algo pero gana más, para mí ha sido el cariño de la gente, en más 20 años. Muchos creen que la vida del músico es glamour pero no creo que sea así. Puede llegar a ser una vida difícil pero eso es lo bonito del arte, poder expresarlo en tu siguiente trabajo y hablar de lo que estás dando sin buscar algo a cambio”.

Hace unos meses hablamos con Carla Sariñana (esposa) y nos comentaba que el reggaetón de plano no le gusta, ¿tú qué tan difícil crees que es ser rockero en tiempos de perreo?

“Puede ser difícil, tampoco soy fan de esa música, pero hay algunos temas que he escuchado y digo ‘está padre’. Acepto que soy de otra generación y no está en mi criticar ni juzgar, como cuando empezaba no se me hacía ideal que gente mayor juzgara los movimientos de los jóvenes. En general me gusta que la gente siga haciendo cosas nuevas, que la gente siga consumiendo música y siga apasionada de la música. Ser rockero es hoy en día muy difícil porque los espacios se cierran y realmente lo que se consume más es otro tipo de música, pero se vuelve más de nicho, de corazón y me gusta esa división de seguir haciendo música que no solo es la de la fiesta. Los fanáticos del rock son personas que buscan la satisfacción a largo plazo; que el artista no solo les entregue un sencillo sino un disco. Que les entregue algo que les apasione y les dé ganas de ir a un concierto. La vida alrededor del rock and roll es muy romántica. Es como la gente que sigue buscando música clásica después de años. Siempre habrá música para todos”.

¿Cuál crees que es el panorama del rock actual en México?

“Me gusta que las nuevas generaciones ya vienen con el chip de una nueva distribución y forma de hacer las cosas. He platicado con bandas de chavitos de 18-19 años y tienen un conocimiento en la industria más claro de lo que yo tengo luego de veintitantos años de carrera. Me gusta que las bandas están tomando el control de la música al 100%. Antes para poder tener una ventana en donde te pudieras expresar debías estar atado a una disquera grande o tener el presupuesto para poder distribuirte. Ahora vez que las nuevas generaciones están haciendo música bien padre desde sus compus con el equipo mínimo y te das cuenta de que lo importante es el mensaje, no tanto el empaque”. 

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¿Si pudieras revivir a una banda de la oleada de los 2000, para echarte un palomazo, a cuál sería?

“¿Sabes que muchas de las que me gustan de alguna manera están regresando ahora? Me gusta mucho Canseco Y Hummersqueal, ambas regresaron este año y me identifico mucho con lo que hacen: sus influencias y la raíz”.

Bandas como Café Tacvba, Fobia, por mencionar algunas, son un ejemplo de agrupaciones  que a veces siguen por mero trabajo. Para ti ¿qué tan difícil ha sido llevar una relación con División Minúscula?

“A veces es difícil, hemos tenido tantos altibajos como banda que si fuera por el dinero no lo estaríamos haciendo desde hace mucho. Creo que nos ha salido muy bien y que tenemos una carrera estable y muy bonita. Lo de nosotros es algo tan personal, el baterista es mi hermano y los otros chicos los conozco desde primaria entonces es algo que haríamos aunque no nos pagaran. Nunca lo hemos hecho por dinero y eso nos ha mantenido haciéndolo de una forma muy honesta”.

A menos de una semana del estreno de “Réplica” ya había superado las 100,000 reproducciones en Spotify, ¿a qué crees que se debe este éxito?

“Esperaba que la gente estuviera al pendiente de lo que hiciera pero no me lo imaginé a tal grado creo que la canción conectó con mucha gente y es muy diferente a todo lo que suena afuera; a lo que hacen otros colegas amigos y otros artistas. Eso buscaba, que fuera algo inesperado. Creo que la canción despertó algo en mucha gente y eso me gusta mucho”.

Hace unas semanas salió el libro “El método Bunbury” en donde se desglosó el plagio de 37 canciones del cantante español ¿alguna vez te has inspirado de las letras en otras canciones o libros? 

“No, no recuerdo tener alguna canción así, nunca ha sido mi método de acercamiento a componer. Obviamente siempre habrán influencias que resaltan cuando compongas algo. Lo que yo hago siempre es agarrar mi guitarra acústica y mi voz; escribo la lírica y con eso me voy al estudio; luego construyo la canción, la visto con el estilo de batería, guitarra, etc. Entonces en ese proceso puede ser muy fácil aislarse por completo de tus influencias y más cuando estamos jugando en un círculo que se llama rock and roll”. 

Subiste una foto de Sienni (hija) en la que portaba una playera con la leyenda “The future is female”, ¿te gustaría que se dedicara a la música?.

“Me encantaría. Siendo dos músicos los que vivimos en esta casa no la forzamos a nada porque cuando te fuerzan a algo lo primero es no querer hacerlo, pero la casa está llena de música e intentamos llenarla de influencias padres. La dejamos elegir lo que quiere escuchar y tenemos instrumentos por todos lados. Me encantaría que hiciera música y no precisamente rock and roll, sino lo que ella quiera. Ya veremos qué tipo de música existe cuando tenga la espinita de componer. Me haría muy feliz porque sé que la música es la mejor medicina”.

Hablando de ello, ¿tus papás te orillaron a hacer música? 

“Mi papá no es músico pero tiene muy buen gusto musical y no es alguien que tenga  muchos disco pero los que ponía cuando estábamos chiquitos y nos subíamos a su camioneta, eran muy icónicos. Recuerdo a  The Ventures, The Beatles, Creedence, Ramón Ayala, Cornelio Reyna. Era una combinación muy extraña. Cuando les pedí una guitarra para entrar en la rondalla de la escuela a los 10 años me la compraron junto a mi capa y me iban a ver. A los 12 años me regalaron de Navidad una guitarra eléctrica con su pequeño amplificador. De cierta forma fueron unos padres que siempre estuvieron al pendiente y me apoyaron a pesar del temor de que es una carrera muy difícil y les agradezco demasiado”.

Ahora que mencionaste a Ramón Ayala, ¿te gusta la norteña?

“Si me gusta, aunque no es que tenga el nuevo disco de Ramón Ayala, hay varios músicos del género que me gustan como Intocable y los voy metiendo en mi playlist. Me gusta de todo, no hay un género que yo diga ‘todo es basura’, creo que todos los géneros tienen cosas buenas y malas”. 

“Réplica” me recordó un poco a The War On Drugs, pero ¿cuáles son tus influencias actuales? 

Hay muchas influencias notorias en la música de hoy. The War On Drugs me gusta mucho y es obvio que en su música hay referencia a músicas que a mi me encantan como Dire Straits, Bruce Springsteen, Bryan Adams, Bob Dylan… Entonces es un sello muy característico. Los que lo hacemos así, sí esperamos un reconocimiento hacia esa influencia sin hacer un revival (hacer una copia). Lo más bonito es no negar las influencias que muchos intentan esconder. Me gusta ser muy transparente, al final del día es mi sello. Eso es Javier Blake.