Chicas Playboy se lee Calendario 2024

Iggy Pop: “Mi epitafio dirá: la pasó muy bien”

Escrito por:Arturo Flores

Cada tarde, su mujer ¡25 años menor que él! le sirve un vaso de bourbon antes de cenar. Ambos pasan el día desnudos cuando no salen de casa. Ése, además de una trayectoria de más de 40 años en el rock and roll, es el secreto de la longevidad de una leyenda que junto a su ex banda, The Stooges, lanzó un disco titulado Ready to die.

“No me gusta dar entrevistas, pero puedo hacer una excepción con Playboy”, me dice Iggy Pop desde el otro lado de la línea telefónica desde su residencia en Miami.

Este video te puede interesar

Aunque la frase pudiera sonar arrogante, de inmediato el autor de The Passenger y Lust for life remata con una gran carcajada. Me sorprende descubrir a un tipo con gran sentido del humor dispuesto a jugar el juego de: “Estrella de rock le da declaraciones escandalosas a reportero de revista”. No responde apresuradamente y ninguna pregunta le parece indigna de ser contestada.

El pretexto inicial para charlar es la salida al mercado el año pasado de Ready to die, el disco que grabó con The Stooges, la banda con la que se dio a conocer como cantante a finales de la década de los 60; además, representó el regreso de James Williamson a las guitarras, toda vez que él se había retirado de los escenarios tras la grabación del legendario álbum Raw Power en 1973 para dedicarse a la ingeniería de sonido.

Sin embargo, la plática –con todo y sus inconvenientes técnicos- se movió hacia otros terrenos. Iggy Pop, además de ser un sobreviviente que aún recurre a las drogas y al alcohol como entretenimiento, es un explosivo cantante de sempiterno torso desnudo, que pese a sus profundas arrugas mantiene una musculatura digna de reconocerse. A poco menos de 70 años, ningún cansancio le impide trepar en las bocinas o colgarse del sistema de iluminación cuando de tocar en vivo se trata. Eso sí, ya no se corta con botellas rotas como solía hacerlo cuando era joven también por fuera.

Su inagotable energía proviene de que no ha perdido la pasión por la música, de que no se sabe estar quieto. Ocasionalmente aparece como actor en películas como: El color del dinero (1986) o inclusive siendo imagen para marcas como la bebida Schweppes Limon Dry e incluso, se cuenta, sirvió de inspiración a Peter Jackson para crear al Gollum de El Señor de los Anillos. Cuando has hecho tanto en la vida y se rumora que Elijah Wood te interpretará en una película biográfica aún sin fecha de rodaje, como dice el comercial, puedes reírte de las arrugas.

Playboy: El 21 de abril cumplirás 67 años. tomando en cuenta el título de tu más reciente disco con The Stooges, ¿estás listo para morir?

PoP: ¡Totalmente listo! De hecho lo deseo bastante, sobre todo cuando me veo obligado a conceder entrevistas. Pero bueno, puedo hacer una excepción con Playboy. No te preocupes, no pienso morir hoy.

Playboy: ¿Le temes a la muerte?

PoP: No del todo, mas bien me genera mucha curiosidad. Puedes pasar por varias etapas con respecto a la muerte, pero si la cagas y te atemorizas a la primera, te vuelves irremediablemente loco, y eso no es bueno.

Playboy: ¿Has pensado qué te gustaría que dijera tu epitafio?

PoP: ¿Mi epitafio? Sería algo como: “La pasó muy bien”.

Playboy: De acuerdo con el comunicado oficial de tu disquera, Ready to die representa la continuación de Raw Power (1973). En ese sentido…

PoP: (Interrumpe) Eso es una pendejada de la compañía. No es verdad, se la inventaron.

Playboy: En ese caso, ¿te desespera tratar con este tipo de situaciones derivadas de tener una disquera detrás?

PoP: Comer mierda es la parte más difícil de este trabajo, en serio. Pero la gente de la compañía me hace tragarla a diario. En México y en Estados Unidos, es lo mismo.

Playboy: Lo que es verdad es que ambos discos, Raw Power y Ready to die conectan en cuanto a la energía que irradian, ¿cómo relacionas al Iggy del comienzo con el Iggy de hoy en día?

PoP: Bueno, creo que si me concentrara en ello de manera consciente cometería un gran error, pero si me olvido de ello y permito que las cosas fluyan, los resultados son 100 por ciento mejores. No puedo regresar el tiempo; jamás podría volver a ser el tipo que alguna vez fui y, además, eso afectaría a los otros músicos en la banda, especialmente a (James) Williamson, el guitarrista, que después de grabar Raw Power y Kill City se retiró de los escenarios y luego de 34 años volvió a grabar un disco. ¿Tú crees que él quiere de vuelta al pinche Iggy del pasado? ¡No, por favor! (Risas) Esta vez entramos al estudio y cada quien se dedicó a jugar su posición como si se tratara de un equipo de futbol. En ningún momento quise ser “el músico estrella”. Créeme, cuando empecé en esto me maravillé de lo sencillo que me resultaba agradarle al público, pero hoy en día creo que he aprendido a lidiar perfectamente con esa parte sin exagerar.

Playboy: Dime una cosa, ¿sigues siendo tan salvaje como en el pasado? ¿Cómo fue para The Stooges pasar otro día en el estudio junto a ti? La leyenda dice que durante la grabación de The Weirdness (2007) te sacaste el miembro delante de Steve Albini.

Pop: ¿Quieres saber si sigo siendo el mismo tipo incontrolable? No, porque para mí ser salvaje se refiere a vivir como un salvaje; es decir, en la jungla. Y no, definitivamente ya no soy así. Además en la jungla hace frío, está sucio ¡y sería víctima de los depredadores! (risas) Ahora soy más como un gato. Soy un animal doméstico, me gusta volver a casa para que me alimenten, pero a la vez me porto huraño y nunca jugaré contigo. Así soy.

Playboy: La canción número dos del disco es Sex and money, ¿Por qué no mencionaste a las drogas? ¿en dónde quedaron el sexo, las drogas y el Rock and Roll Para ti?

PoP: En el mundo actual, las drogas se volvieron un lugar común. Ya no le importan a nadie, excepto a quienes obtienen dinero de ellas. Pero las drogas son un asunto tan masivo, tan al alcance de todo el mundo, que resulta inútil tratar de dar una opinión al respecto que parezca original, controversial o exótica. Todo mundo sabe cuáles son los efectos de las drogas, no tienen nada de oculto. Estar a favor de ellas es cosa que a nadie impresiona. Con el dinero pasa lo contrario: es un tema que importa, que está en boca de todos. El dinero es protagonista de grandes historias de éxito o de terror. Me gusta escribir de él.

Playboy: Si yo no supiera que eres Iggy Pop, que estás a punto de cumplir 67 años y me concentrara sólo en escuchar la potencia en las guitarras de tu disco y en prestar atención a las letras, pensaría que hablo con una persona de mucho menos edad. ¿has encontrado en la música la fuente de la eterna juventud?

Pop: Es una buena pregunta. Sí. Pero no se limita sólo a mi música, sino a la música en general. Cuando estoy escuchando una canción, incluso cuando disfruto de una pieza de Chopin o cualquiera instrumental, vienen a mí unos deseos incontenibles de escribir un poema para alguien más. La música me hace sentir cosas maravillosas y querer expresarlas; sin embargo, desde niños nos enseñan que una parte importante de crecer es negar tus emociones, sepultarlas dentro de ti y callártelas. Mantener la boca cerrada. Y eso no me gusta. Es triste, porque a pesar de todo hay cosas que no me siento libre de decir, porque podría lastimar a gente que en verdad quiero. Así nos ha enseñado la sociedad americana que debemos ser: unos completos hipócritas, unos moralistas. Quieren que nos resignemos a no ser nosotros mismos.

Playboy: Por dilemas como el que planteas, aunados a otros como el éxito comercial o la fortuna desmedida, algunas estrellas de rock han colapsado muy jóvenes. Todos conocemos las historia del club de los 27: Janis, Morrison, Cobain, Johnson. ¿Por qué tú has logrado sobrevivir?

PoP: Principalmente se debe a que he conocido a muchos buenos hijos de puta en mi vida que me recuerdan lo contento que estoy de ser quien soy (risas), no sé, creo que tal vez mi sentido del humor o la gracia divina me han mantenido a flote. No me interesa saltar de lo alto de un edificio. Si acaso sólo para llamar la atención.

Playboy: ¿En algún punto la música se ha vuelto más un trabajo que un Placer?

PoP: Pasa todo el tiempo. He hecho esto profesionalmente por más de 45 años. Entonces es terrible cuando sucede. Creo que lo peor fue en los 80, desde 1985 y hasta 1995 fue una tortura. Pero hoy en día lo que vivo es maravilloso. Te lo voy a poner así: cuando la industria va para arriba, Iggy va para abajo. Y cuando la industria se tambalea, yo crezco (risas). Así que en este momento estoy muy feliz porque la industria se está yendo a la mierda y yo voy hacia arriba.

Playboy: Cuando Raw Power –que acaba de ser reeditado –fue lanzado al mercado, un sector de la sociedad pensaba que tu música era muy peligrosa y no debía ser expuesta a los jóvenes. es posible que aquellos jóvenes hoy le muestren tu música a sus hijos; visto a la distancia, ¿crees que en verdad eras tan perjudicial?

PoP: Creo que yo era más peligroso de lo que ellos pensaban. Hubo gente que se reía de mí e intentaba humillarme, pero hubo otros, como mencionas, que se sintieron inspirados por lo que yo hacía. No era sólo la música, es que en verdad éramos peligrosos. No era una buena idea ser mi amigo en los 60. Era un chico fuera de mí, de una forma muy inmadura y adolescente, debo reconocerlo.

Playboy: Así como Jim Morrison te inspiró a convertirte en un buen frontman, quizá tu hayas sembrado la inquietud en algunos cuantos. ¿encuentras cantantes atractivos, desde el punto de vista escénico, en la música de la actualidad?

PoP: Hum… ¿En la actualidad? Puta madre. Tengo que decirlo así: ¿Existe alguna razón por la que las películas de zombies idiotas sean tan populares hoy en día? (risas) Así puedo resumirlo. Los tiempos cambian, punto.

Playboy: ¿De dónde sacas toda esa energía en el escenario? ¿es tu dieta, es que haces mucho ejercicio o te metes algo?

PoP: Te voy dar mi único secreto: Lo que hago me importa demasiado. Cuando me subo a cantar mi mente no viaja a ningún lado, estoy ahí y es el momento más importante de mi vida. No es que ser estrella de rock forme parte de mi plan de negocios o me haya resignado a que la vida me trajera hasta aquí. Estoy ahí, eso es lo que importa. La energía viene del resto de la gente, del público y yo sencillamente se la robo. Ignoro cómo funciona el intercambio, pero ellos me la obsequian. No importa si me subo a cantar estando saludable, enfermo, borracho o drogado, mientras lo haga con el corazón el resto no importa. Si estoy ahí, disfrutándolo, lo percibes y sientes que soy sincero.

Playboy: Hablemos de drogas. ¿cómo se ve el mundo cuando estás sobrio?

PoP: Ahh… (Risas) ¡No recomiendo la sobriedad de ninguna manera! Todas las tardes, entre las 5 y las 6, me siento en mi sillón más mullido y me bebo un buen vaso de bourbon o de vino, dependiendo de mi humor. Y claro, siempre me lo sirve mi bella mujer 25 años más joven que yo. Trato de emborracharme todo lo posible sin dañar demasiado mi salud. Me gusta beber durante 50 minutos antes de la cena, después como algo y eso me permite recuperar algo de sobriedad. Esa es mi rutina.

Playboy: ¿Son tus canciones como una especie de diario de bitácora personal?

PoP: Creo que si pudieras escuchar de corrido mi obra completa y verla como el soundtrack de un resumen de noticieros, te darías cuenta cómo ha pensado el mundo en diferentes momentos. Eso son mis canciones. Siempre canto en primera persona, pero no hablo solamente acerca de mí. A veces se trata de una ex novia o de algún integrante de la banda, gente común y corriente a la que observo.

Playboy: ¿Las drogas y las mujeres te inspiran canciones?

PoP: Las chicas han sido especialmente útiles, sobre todo después de que rompen conmigo. Duele mucho, pero me inspiran buenas canciones. Respecto a las drogas no tanto, porque no escribo acerca de ellas, más bien me interesan las historias de las personas; por ejemplo, Search and destroy habla de una forma divertida de un tipo al que le gusta involucrarse en relaciones destructivas o destruirlas. No soportaría hacer una canción acerca de alguien que lloriqueara: “¡Ohhh, mi relación terminó! ¡Voy a mooorir!” (finge llorar). ¡Eso no va conmigo! Te voy a decir qué es lo que hago con mi tiempo: Si no estoy buscando drogas o escribiendo canciones, entonces voy en busca de una chica y averiguo qué pasará cuando termine con ella. Ésa es una de mis obsesiones, pero tengo muchas otras.

Playboy: David Bowie fue determinante para tu carrera, él produjo Raw Power. En tiempos de Spotify, en los que miles de bandas surgen y desaparecen todos los días, ¿crees que existan las condiciones para que alguien se convierta en una estrella mundialmente conocida como él o como tú, y siga siendo así a los sesenta y tantos?

Pop: Creces muy rápido en el sistema actual. Escuchamos todo el tiempo a determinado artista, así funciona. Por eso muchos temen no convertirse en leyendas y si en cuatro años no consiguen que se les considere como tales, sienten que fracasaron, lo cual resulta muy divertido (risas). Hoy puedes volverte financieramente exitoso en poco tiempo, pero eso no significa que culturalmente seas igual de influyente. Hace 30 ó 40 años aún podías retar a la cultura de una forma fresca, pero eso se murió con Internet. Nadie puede hacerlo más, se acabó. Con el modelo de industria que prevalece en la actualidad es muy sencillo que los artistas nuevos se hagan millonarios de la noche a la mañana con sólo dos álbumes en su haber. Justin Bieber, por ejemplo. Anteriormente, gente como Elvis Presley no veía un quinto en los primeros cinco años de sus carreras. ¡Puedo apostar que sólo el Elvis gordo tuvo fortuna! ¡Únicamente los Rolling Stones gruñones tienen dinero, porque los Rolling buena onda no lo tuvieron! Así era, pero ahora se hacen millonarios demasiado rápido.

Playboy: ¿Te gustó el disco de Bowie, The Next Day (2013)?

PoP: No he terminado de escucharlo, la verdad oigo poca música contemporánea. Escuché los primeros cinco cortes y me parecieron muy buenos, bien construidos y con muy buen gusto. Debe ser muy interesante para los fans escuchar lo nuevo de Bowie y además ha sido promovido de una forma muy astuta, utilizando a los medios.

Playboy: La imagen que todo mundo tiene de ti es con el pecho desnudo y utilizando sólo unos jeans ¿cuántos pares de pantalones tienes?

PoP: Espera (del otro lado de la línea, se escucha como si revolviera algo) … Sólo tomaré en cuenta los que de verdad me pongo, ¿está bien? Déjame ver uno, dos, tres, cuatro, cinco. Cinco, sí, cinco.

Playboy: Para ti que tienes un estilo tan minimalista, Por decirlo de alguna una forma, ¿qué te parece la relación entre moda y rock and roll? Personas como Franz Ferdinand se visten como auténticos modelos.

Pop: Es muy importante que en todas las épocas de tu vida –seas joven o viejo– te expreses de acuerdo con tu personalidad. Ya sabes: De la moda lo que te acomoda. Las sugerencias de los fashionistas y los productos que lanzan para definir un estilo pueden ayudarte, pero también puede que no. Al final, el trabajo de los asesores de moda no es otro que hacer dinero. Puedo asegurarte que cuando echas una mirada fuera de ese gueto, te sorprende la cantidad de chicas hermosas con buenos traseros, una piel bellísima y con ideas muy locas e innovadoras acerca de lo que hay que utilizar y que encuentras. En cambio, en las pasarelas sólo observas a quinceañeras rusas sin nalgas, paradas ahí de forma miserable. Personalmente prefiero mirar hacia la calle. A mí me gusta comprarme un suéter y quedarme con él por 30 años. Y no me importa lo que digan, porque me visto sólo para mí.

Playboy: ¿Traes puesta una camiseta en este momento?

PoP: Sí. Traigo una bastante fancy, porque mi esposa joven está más preocupada que yo por mantenerme a la moda (risas) y ella me compra la ropa. Traigo un traje informal bastante cómodo y un par de zapatos tipo surf; aunque debo reconocer que en casa suelo estar desnudo, no acostumbro traer ropa si no tengo que salir.

Playboy: ¿Será ése el secreto de tu longevidad? Los médicos recomiendan estar sin ropa el mayor tiempo posible.

Pop: No lo sabía, pero podría ser. En México la gente debería desnudarse más a menudo. Recuerdo que hace como 15 años fui a Baja California Sur y no vi a nadie desnudo en la calle (risas).

Playboy: Has de tener unas fans muy arrojadas. ¿qué ha sido lo más loco que una chica ha hecho para acercarse a ti?

Pop: Pues mira, la verdad tengo un par de historias muy buenas pero en este preciso momento no puedo contártelas porque me están escuchando, sólo te diré que una de ellas me obsequió una pintura hecha con su propia sangre.