Eroge: el mundo oculto de los videojuegos sexuales japoneses

Todos somos conscientes de su importancia y que maneja muchas de las relaciones humanas. A pesar de la importancia del sexo, en la mayoría de las ocasiones se mantiene oculto como un secreto a voces que pocas personas se atreven a abordar en público. Esta particularidad contagia a todos los medios que deciden hacer el erotismo su tema principal, un ejemplo de ello es el eroge, que es la contracción de juego erótico, el término no es utilizado en Japón, pero es en ese país donde tuvieron sus primeros orígenes y se encuentra el mercado más grande.

El desarrollo de los juegos que se convertirían en los protagonistas de las noches solitarias comenzó al mismo tiempo que en las islas asiáticas se inició el desarrollo de sus propias computadoras. La competencia era férrea y el entretenimiento sexual  podía convertirse en una ventaja, por esta razón en 1982 se publicó Night Life, cuyo objetivo era convertirse en una guía para parejas primerizas con un catálogo de posiciones sexuales e incluso un calendario para calcular el periodo menstrual de la mujer.

Este título dio nacimiento a un género que fue determinante en la lucha por el mercado de cómputo, el modelo PC-88XX de NEC no era la mejor opción, pero tenía una innovación que ninguna otra tenía: existían una enorme cantidad de juegos eroge. Al final este fue el factor determinante y la computadora dominó por años a pesar de sus desventajas.

Los juegos en su mayoría eran simples y en muchas ocasiones eran copias de películas porno sin  una buena trama; con el tiempo el público se volvió más exigente debido a que los títulos eran caros y de poca calidad. Ante la necesidad llegó Chaos Angel, un videojuego de rol o RPG que dio origen una franquicia que sigue hasta nuestros días.

La innovación de este juego dio paso un nuevo género en el que iban más allá de una escena sexual interactiva. Fue a este mundo al cual llegó Dokyusei, uno de los eroge más exitosos de todos los tiempos, la idea no se había visto: un espacio abierto donde es posible conocer a múltiples mujeres y elegir a cuál conquistar, la búsqueda nunca era fácil, pero la recompensa siempre era satisfactoria.

Los gigantes de la industria, como Sony y Nintendo, vetaron a todo el género, no deseaban que este tipo de títulos estuvieran disponibles para sus plataformas; por lo que se convirtieron en un tesoro exclusivo para Pc que llegó a una era dorada con la introducción de Windows.

El deseo por poseer estos eróticos juegos no conocía límites, la tecnología provocaba que obtenerlos fuera un martirio, que implicaba el uso de 13 disquetes para poder obtener el codiciado tesoro.

Las opciones se diversificaron: Shizuku presentaba una historia de horror en una preparatoria japonesa, One: Kagayaku Kisetsu e combinó el despertar sexual de una adolescente con un espacio alternativo y Kanon se adentró en la memoria de una confundida mujer. Todos los títulos demostraron que el género había madurado, dejaron de ser simples escenas sexuales para convertirse en historias bien construidas y con profundidad.

Este cambio provocó que los gigantes voltearan a ver al eroge, lo ante prohibido fue publicado en Dreamcast y en PlayStation, aunque el tabú no fue superado y las escenas sexuales fueron eliminadas en la mayoría de las ocasiones.

El triunfo de los eroge fue total cuando comenzaron a ser adaptados a anime. En la mayoría de las ocasiones se siguieron los pasos de la industria de videojuegos y se censuraron las escenas para adultos. Esta postura se convirtió en una norma ante este tipo de juegos, todos conocen de su existencia y en ocasiones los aceptan; pero en cierto sentido siempre permanecerán ocultos, el secreto que todos conocen pero del que nadie habla.

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Satoshi Todome “A History of Eroge”