El poder oculto del gaming: donde se reinventa la cultura digital
En los últimos años, el gaming dejó de ser un pasatiempo de nicho para convertirse en un escenario global que redefine hábitos de consumo, formas de entretenimiento y estrategias de comunicación. Hoy, millones de jugadores en todo el mundo no solo buscan experiencias inmersivas, también construyen comunidades digitales que funcionan como auténticas ciudades interactivas.
Un ejemplo es Fandom, la mayor plataforma de entretenimiento creada por fans, que conecta cada mes a más de 23 millones de gamers, de los cuales el 63% lo hace desde su dispositivo móvil. En México, la tendencia es aún más reveladora: según El Auge del Gaming en México de Endeavor Data Unit, el 86.9% de los jugadores prefiere el celular como su consola personal, posicionando al país como líder en Latinoamérica y décimo mercado mundial en ingresos por videojuegos, con más de 76 millones de jugadores activos y 2,300 millones de dólares anuales en facturación.
Pero el gaming es más que números. Es un ecosistema cultural y económico donde las marcas encuentran un puente directo hacia audiencias jóvenes, digitales y altamente comprometidas. A diferencia de otros medios, los gamers no son simples espectadores: participan, deciden, crean. Por eso, tanto los anunciantes endémicos —desarrolladores de hardware y videojuegos— como los no endémicos —alimentos, moda, entretenimiento o servicios financieros— se disputan un espacio en este universo.
El desafío no está en aparecer, sino en integrarse con respeto y creatividad. La comunidad gamer sabe detectar cuándo una marca invade y cuándo aporta valor. Y cuando se logra la conexión, la lealtad trasciende la pantalla. Un estudio de Comscore revela que más del 70% de los jugadores tienen una actitud positiva hacia la publicidad, siempre que esta no interrumpa la experiencia y, en cambio, otorgue beneficios reales: vidas extra, niveles desbloqueados o poderes especiales.
Como lo resume Juli Henry, vicepresidente de ventas en US Media:
“Hoy más que nunca, el gaming es la arena de la innovación publicitaria. Las marcas que entiendan y respeten su cultura, encontrarán no solo una audiencia receptiva, sino una comunidad dispuesta a interactuar y fidelizarse con quienes hablen su mismo idioma.”
El gaming ya no es un simple espacio de ocio: es un territorio donde se ensayan nuevas formas de consumo, donde la creatividad se mezcla con la tecnología y donde las marcas, si juegan bien sus cartas, pueden ganar mucho más que visibilidad: pueden conquistar comunidades enteras.
