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La cantidad de sueño necesaria para el cuerpo humano cambia de una persona a otra y de una etapa de la vida a otra. Por eso los niños pueden pasar un día completo dormidos (y despertarse a mitad de la noche a torturar a sus padres) y los abuelos andan por la vida a las seis de la mañana como si fueran las tres de la tarde. La National Sleep Foundation de Estados Unidos, acaba de publicar un estudio que acaba con el mito eterno de las ocho horas. En la siguiente gráfica puedes ver las horas de sueño recomendadas (azul oscuro), las aceptables (azul claro) y las no recomendables (amarillo).
El sueño es el momento donde el cuerpo recupera energía y se regenera. No es de sorprender así que un adolescente, en pleno desarrollo requiera más horas de sueño que un adulto. Dormir es indispensable para mantener la salud física, anímica y por supuesto, sexual. Tómate tu tiempo.
Fuente: DailyMail.co
