Disney compra Fox y la noticia no es tan buena como lo pintan

Recientemente se anunció que la unión entre Disney y 21st Century Fox fue aprobada por la mayor parte de los accionistas de ambas empresas. La reunión tan sólo duró 10 minutos e incrementó exponencialmente el poder de una de las empresas de entretenimiento más grandes del mundo.

El acuerdo fue por 71.3 mil millones de dólares, aunque la venta no incluye a todas las propiedades de Fox, que se convertirá en New Fox y mantendrá los derechos de todos sus canales deportivos y de noticias.

El CEO de Disney mencionó en diciembre que estaba interesado en expandir el Universo Cinematográfico de Marvel con X-men, los Cuatro Fantásticos y Deadpool; además que deseaba realizar una película de Logan con clasificación para adultos.

La compra parece una respuesta directa a la realizada por AT&T y Time Warner. Estas alianzas pueden cumplir los sueños de muchos al unir los mundos que antes estaban divididos por las corporaciones; pero este tipo de relaciones son peligrosas cuando se toma en cuenta la falta de diversidad en las industrias de entretenimiento.

Con los movimientos sólo cinco compañías controlan los 10 canales más vistos y la unión de Disney y Fox representa el 50 % de las ganancias cinematográficas en Estados Unidos; los competidores se reducen y con ello la variedad.

La división de las plataformas digitales

Disney tiene planeado abrir su propia plataforma de streaming para el 2019, y la compra de Fox lo acerca más a ese objetivo, ya que podría ofrecer títulos de la talla de: Marvel, Star Wars, X-Men, Los Simpsons, Greys Anatomy, Modern Family y, por supuesto, las creaciones propias y de Pixar.

Este paso, al igual que el realizado por AT&T, ha provocado que los estudios que producen contenido tengan a su disposición los mismos medios de distribución (antes tenían que pasar por distribuidores), lo que a larga significaría la división del contenido en múltiples plataformas, donde el usuario tendría que pagar por diversos servicios.

Sin duda alguna, la unión enriquecerá muchos universos ficticios con la integración de nuevos personajes. No obstante, en el mundo real puede representar una falta de diversidad en los contenidos y la división de ofertas en los servicios de streaming.