Cómics:Los hijos del topo, Caín y Abel en Wéstern
En algún momento parecía que la esperada secuela de El Topo, película de Alejandro Jodorowsky, nunca se convertiría en una realidad; sin embargo, el célebre director chileno no perdió la esperanza y aunque no fue en la pantalla grande, el mundo de las viñetas resultó ideal para darle continuidad a la reflexión existencial que le servía de sustento y enriquecer los códigos del universo místico que planteaba reforzando su estatus como obra de culto.
Es así que ahora seguimos los pasos de Caín y Abel, hijos de aquel pistolero que se suicidara luego de encontrar la plenitud espiritual al enfrentar a los cuatro maestros del revólver. Separados al nacer, cada uno de ellos representa lados opuestos de la personalidad de su fallecido padre —ahora convertido en un santo—, circunstancia que aquí sirve para hacer explotar un nuevo y sorprendente viaje en busca de la iluminación, que manteniendo metáforas religiosas y una inquietante interpretación del costumbrismo mexicano, cuenta con una seductora estética de wéstern perpetrada por José Ladrönn, y se desarrolla con un lenguaje claramente cinematográfico, entre lo mundano y lo místico, lo brutal y lo onírico. La serie ha sido recopilada en varios tomos, traídos a México por Penguin Random House, en una elegante edición de pasta dura.
