Coco Celis: El stand up comedy está lleno de gente rota

A casi dos meses de no subirse a un escenario, Coco Celis atraviesa un síndrome de abstinencia similar al que atormentaba a Mark Renton en la versión cinematográfica de Trainspotting.

Para el comediante del mostacho y los lentes, el malestar no significa alucinar con un bebé que gatea por el techo y gira 180 grados la cabeza. En su caso, se trata de una montaña de emociones con las que cuesta mucho trabajo lidiar.

“Es muy fácil decir: soy muy antisocial y no me gusta hablar con la gente. Eso hacemos cuando damos por sentado el trato cotidiano. Pero cuando te lo quitan todo, resulta diferente. En esta cuarentena me han dado bajones terribles. Han habido veces que intento ponerme a escribir o a dibujar, pero no me sale nada de la cabeza y otras que me levanto con mucha energía, con la idea de que todo esto es una nueva oportunidad”, dice vía telefónica.

“Pero hay otros días que te vuelve a entrar la ansiedad y piensas, ¿y si le pasa algo a mi familia? ¿y mi trabajo? ¿y mis ingresos? Es toda una montaña rusa de emociones. El stand up está lleno de gente rota que intenta sanarse”.

En este contexto, la comedia sirve como válvula de escape. A Coco también le sucede que cuando no puede más, se toma un momento para ver memes en su celular y después de reír un poco, otra vez puede enfrentar al mundo.

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No comments, please

El 10 de mayo pasado estrenó en YouTube su primer especial de una hora. La chingadera del pantano, se llama. El especial condensa dos años de trabajo, de rutina que se ha ido transformando y que después de dos meses de no decirlo delante un público como el que en la grabación abarrotó el Cine Tonalá de la colonia Roma, hasta se le ha comenzado a olvidar.

“Si tuviera que subirme en este momento, lo haría muy en frío. Creo que ya se me empezó a olvidar la rutina”, dice Coco Celis.

Hasta hoy, La chingadera del pantano sumaba más de 233,000 visualizaciones y más de 800 comentarios, que el autor se prometió no leer.

Unos días antes del estreno, estuvo platicando con su colega Juan Carlos Escalante y coincidieron en que el estreno de un especial de comedia es un momento de exposición y vulnerabilidad. Tal vez los comentarios, seguramente sí, en su mayoría serían positivos, pero eso no apaciguaría a lo que Coco Celis llama “sus demonios”.

El cantante venezolano Roque Valero dijo una vez que el ego es el peor enemigo de los que practican el ejercicio de la creación. Por eso Coco, una vez colgado La chingadera del pantano en YouTube, no lo ha visto. No le gusta contemplarse en pantalla.

En esos casos, explica, su personalidad se desdobla.

“Hay dos Cocos. El que está en el escenario, el que más disfruto, y el otro, el que se consume a sí mismo en video y siempre encuentra detalles. Son mis demonios. Hay uno que siempre me está susurrando, cuando me va bien, acuérdate del día en que te fue de la mierda y el que me dice, cuando me va mal, que el stand up es como un volado y que mañana todo irá mejor”.

Igual que con la pandemia, esperamos.