“Ciniminis” es el más reciente sencillo de Roby Damian, que esta vez une fuerzas con Francely Abreuu: una versión hot de canela y dulce como el azúcar.
Esta canción continúa con la exploración que Roby Damian ha iniciado con “Mariposis” y “Kyoto”, ahora haciendo un homenaje a lo femenino y a la libertad de ser, en sonidos de hyper pop y urbano latino.
Con este tercer lanzamiento, Roby Damian sigue descubriendo el camino del reggaeton cute, una propuesta que persigue crear un nuevo lugar en el género urbano. Abriendo un espacio para nuevas generaciones que se identifican con un nuevo sonido.
Esto nos contó el Roby y Francely sobre su colaboración, su perspectiva acerca de nuevos estilos del reggaeton, la feminidad en la música y la complicidad en la dulzura.
¿Cómo nace la idea de nombrar a la colaboración “Ciniminis”? ¿Cómo fue que decidieron jugar con los postres? Entiendo que hay ahí un background interesante.
F: Guiño, guiño.
R: Para mí los postres son algo muy importante, estudié repostería un rato, vendía pasteles, entonces, en cada canción intento poner cosas como chai, pasteles, postres. La neta los ciniminis son un cereal que nos encanta a Francely y a mí.
F: Sí, es nuestro cereal favorito. Yo no estudié gastronomía, pero me encanta comer, nos gustan los postres, yo no sé hacerlos, pero me gusta comerlos. Los ciniminis son mi cereal favorito, me gusta todo lo dulce, fue nuestro punto en común.
Creo que no es el único punto en común, esta canción juega con las cosas girly, esta canción juega mucho con lo femenino.
F: Justo eso queríamos hacer.
¿Cómo fue que se imaginaron el mundo de la canción?
R: Sí, era como bajar cosas muy femeninas, no necesariamente porque seamos mujeres, cualquier persona puede expresarlo.
F: Más que nada, que nos sintamos cómodas con nuestra feminidad, eso fue importante, buscar un punto de lo femenino donde nos sintiéramos cómodas.
R: Total, al menos percibo que Francely y yo no somos las mujeres más girly. No siento que seamos así, pero en “Ciniminis” pudimos mostrar nuestro grado de feminidad. Esto es lo más glamouroso que te puedo ofrecer.
F: Queríamos una canción que nos diera eso a las dos, bajarlo hasta donde nos sintiéramos cómodas. Igual había muchos vatos, bueno como dos, pero ya eran demasiados, involucrados en la canción.
R: Queríamos correrlos de una manera educada [ríe]. Los queremos, son amigos.
F: Sí dijimos, los queremos, pero no ahorita.
R: Sólo Doa se quedó, nuestro productor.
F: Realmente fue el punto donde más cómodas nos sentíamos, porque estábamos atravesando algo similar a la hora de hacer rolas en nuestros proyectos. Justo queríamos un punto medio donde nos sintiéramos muy cómodas para poder expresarnos chido.
R: De hecho, todo fue super genuino, hasta el nombre fue genuino. Creo que de la nada, en el estudio, fue como “feeling hot hasta cuando como ciniminis”.
F: Incluso dijimos otras cosas para cambiarlo, pero sabíamos que se tenía que quedar porque era lo que más nos convencía, alteramos lo demás para hacer que se quedara eso.
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¿Cómo fue que llegaron a esta armonía o conjunción a la hora de trabajar juntas? ¿Cómo llegan sus procesos creativos a este punto de conexión?
F: Somos Tauro.
R: No sé cómo lo veas tú, pero yo sí siento que cuando estás trabajando en colaboración nunca va a quedar al cien por ciento como las dos partes quisieran, porque cada quién tiene dos mundos distintos. Así funciona una colaboración, sea el trabajo, sea la vida real. Lo padre es cuando se encuentran dos personas que hacen arte, que aman hacer arte y que escriben chido, y eso las lleva a que hagan algo único y especial, sobre todo se trata de ceder.
F: Sí, eso está padre. Normalmente cuando un artista escribe y está el productor son dos partes: uno pone una cosa y el otro otra. Creo que tenemos una forma bastante similar de trabajar, porque las dos buscamos aportar, tratábamos de aportar lo más que se pudiera a la canción, la una a la otra, a nuestras partes, a la melodía. Eso fue lo que lo hizo sentir más completo. Fue lo que nos pasó con la primera canción que hicimos, pero para mal. Fue algo que hicimos en un camp, complementarnos.
R: Complacernos. Nos complacimos de más.
F: Al final quedó algo que no nos convencía porque estábamos pensando en la otra. Pensábamos más en el qué dirán, que en el sumar o en el complementar. Es padre cuando encuentras a alguien que trabaja y escribe chido, llevamos diciendo que entre artistas nos reconocemos, entre los que sabemos cosas.
Eso me lleva a pensar en el reggaeton cute, que puede convertirse en algo con lo que nuevos artistas se sientan identificados.
R: Es que claro, tienes a Bellakath o a Yeri Mua, que son mujeronas, me gusta, pero siento que habemos otras mujeres en el ámbito urbano que no necesariamente hablamos o tenemos ese lenguaje.
F: Es un poco lo que dice “Ciniminis”, tal vez tienes esa feminidad, pero no puedes expresarlo como ellas. Pueden explotar su feminidad al máximo.
R: Pero estamos las introvertidas que también perreamos [risas].
F: Y que también lloramos o perreamos llorando. Ahí salen más personas, como decía antes, como el otro lado del reggaeton, el reggaeton melódico, que ya está visto, como el fenómeno argentino con Nicki [Nicole] o María Becerra. Cuando me refiero al otro lado del reggaeton, pienso en personas que no son tan extrovertidas, parece que digo que este es mejor, pero no. Para mí el mejor lado del reggaeton es ese: Bellakath, Yeri, El Bogueto o El Malilla, todo el reggaeton mexicano.
R: Es encontrarnos un lugar.
F: Existen muchos subgéneros en la música urbana. Solo es encontrar un lugar en el urbano.
¿Qué lugar van a tomar ahora dentro del reggaeton mexa? Ya no es nicho o únicamente mexicano, se ha internacionalizado, todo el mundo lo recibe. ¿Cuáles son sus pensamientos como parte de la escena?
R: Esta pregunta me lleva a cuestionarme, que lo he hecho desde que me preguntaban qué música hacía, que en realidad ni siquiera debería existir una etiqueta. Al momento de hacer música, obviamente tienes afinidad por sonidos, pero no tienes que etiquetarte. Tomamos el lugar que vaya fluyendo, siempre existirá una esencia.
F: Ambas estamos en un lugar en que podamos aportar nuevos sonidos a la escena, ya sea urbana o no. Estamos más para aportar.
Como es una colaboración, ¿trabajar juntas les permitió descubrir nuevas cosas creativamente?
F: Yo sí. Aprendí muchas cosas de Roby, parte de su proceso creativo es muy similar al mío. Creo que a mí se me olvida ceder cuando trabajo con otras personas, a pesar de que dijiste que cedimos, a mí me cuesta. Luego cuando tengo una idea se me hace una tontería, lo pienso el doble. Mientras que Roby es más aventada en sus primeras ideas, al final, aportar a la escena es aportar tu verdadero yo.
R: Una de las cosas que más me llevo de Francely, aunque son muchas, porque es una artista que admiro, pero durante la sesión, le tocaba escribir su verso, agarró una libreta y empezó a escribir: ponía una letra y dejaba un espacio, ponía otra frase y dejaba un espacio. Se me hizo una locura, pero me encantó, me gustó ver su necesidad artística de buscar otras herramientas, otras alternativas. Llegó y me puso un video, en esa sesión vi que usa varios estímulos para destapar su imaginación. Para mí es una mera mera, la admiro mucho. La vi cantar el sábado en Antro Juan con un valor.
F: No quiero decir que Roby es una artista emergente, porque hay otras áreas como artista que no son nada nuevo, pero es muy profesional a la hora de hacer videos, hay pocos artistas que tengan técnicas vocales, a lo que me refiero es que hay muchas cosas que aprendemos la una de la otra. Siendo de la nueva generación de artistas y poder hacer una colaboración, es poder aportar a la gente, a la escena, a su proyecto. Para que entre artistas y como morras nos vaya chido. Tal vez estás del lado del reggaeton o del pop, pero también existen otras alternativas que se pueden hacer para inspirar a otros artistas.
A lo mejor una niña o una adolescente escuchará “Ciniminis” y se siente inspirada a hacer música como la suya, ¿qué consejo le darían desde sus propios procesos?
F: Que sea ella misma.
R: Sí, que sea ella misma. A la hora de que haces música, no hay que pensar tanto, es un instinto tan animal lo que sale cuando escribes, cuando cantas, cuando eres ese artista, que, al final, eres tú misma. Me refiero a ser humanos sin todo lo que nos imponen, crecemos y vivimos muchas cosas, nos vamos protegiendo, ni sabemos quiénes somos.
F: Es algo que no puedes reprimir, porque siempre vas a ser tú, en tus canciones siempre estarán tus pensamientos, tus ideas, por eso es importante ser fiel a uno mismo.
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