El Chicharito Hernández y los discursos sobre roles de género

En las últimas semanas, el futbolista Javier “Chicharito” Hernández ha encendido el debate público al sumarse a una narrativa cada vez más frecuente entre ciertas figuras públicas: la defensa de roles de género tradicionales como modelo para la vida moderna.
Bajo el disfraz de consejos de vida o llamados al “despertar masculino”, este tipo de discursos suelen reforzar estereotipos que ya han demostrado ser nocivos, tanto para los hombres como para las relaciones que construyen.
Lo preocupante no es solo el contenido, sino la influencia que estas voces ejercen sobre millones de seguidores en un momento donde urge repensar la masculinidad desde la empatía, la igualdad y la reflexión crítica.
Pasado pisado
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Hay un libro (muy recomendado) titulado Why Empires Fall: Rome, America, and the Future of the West, escrito por Peter Heather y John Rapley.
En él, una de las premisas es que países como Estados Unidos ya no pueden aspirar a ser lo que eran antes, pues ese pasado, en el que no tenían ningún contrapeso, simplemente ya no existe.
Algo muy similar está ocurriendo con el discurso de varios artistas, influencers y figuras públicas, sobre los roles de género y sobre todo, el papel del hombre moderno.
En palabras sencillas, algunas personas están buscando que otras construyan su vida con base en roles de género caducos.
Mismos que, además de alimentar una personalidad tóxica, también perpetúan una relación de desigualdad.
¿Por qué está pasando esto?
Acá tres razones que, en mi opinión, pueden explicar una parte de este discurso, el cual, sin lugar a dudas se tienen que evitar:
1.Incertidumbre económica y hacia la vida:
En tiempos de crisis o cambios acelerados, muchos buscan refugio en modelos tradicionales que parecen ofrecer seguridad y orden.
Esta nostalgia por el “hombre fuerte” o el “rol protector” encuentra terreno fértil cuando el futuro se percibe incierto.
2.La influencia de las redes sociales y figuras públicas:
Las plataformas digitales amplifican cualquier mensaje y, con millones de seguidores, artistas e influencers pueden instalar discursos machistas con gran rapidez.
Esto sin que medie una reflexión profunda o un debate informado.
3.Reacción ante más avances en igualdad:
A medida que las mujeres ganan espacios y derechos, algunos hombres perciben estos cambios como una amenaza a su identidad o poder.
Esta resistencia cultural impulsa discursos que intentan reinstalar estereotipos obsoletos.
En pleno 2025, el verdadero desafío no está en regresar a una idea de “hombre” que pertenece al pasado, sino en abrazar la empatía, la igualdad y la capacidad de dialogar.
Esto implica acercarnos a referentes que rompen con los viejos estereotipos: desde figuras públicas que muestran vulnerabilidad, hasta escritores, artistas o líderes que entienden que la fortaleza se mide en aceptar y construir.