Adelgazar puede sentirse como una victoria personal. Tu cuerpo se siente más ligero, tu salud mejora y tu autoestima despega. Pero hay una consecuencia inesperada que cada vez más personas enfrentan al mirarse al espejo: un rostro más delgado, pero también más flácido, envejecido y sin volumen. Esta transformación ha sido bautizada popularmente como “cara de Ozempic”, y no, no es exclusiva de quienes usan medicamentos como la semaglutida.
El término comenzó a ganar popularidad en redes sociales y medios de salud para describir los efectos secundarios visibles que algunos pacientes experimentan tras perder peso rápidamente, en especial al usar Ozempic (semaglutida), un fármaco originalmente diseñado para tratar la diabetes tipo 2, pero que se ha vuelto tendencia por su eficacia para bajar de peso.
“El problema es que no solo se pierde grasa corporal, también se reduce la grasa facial, lo que afecta la estructura del rostro y puede envejecer visiblemente a la persona”, explica el Dr. Emimael Flores Avilés, director médico de Clínica Perfect Skin.
“Esa grasa subcutánea es la que mantiene el volumen natural en mejillas, pómulos y óvalo facial. Cuando desaparece de forma repentina, aparecen arrugas, flacidez y un aspecto más cansado”.
Pérdida de volumen en mejillas y contorno facial
Arrugas más marcadas
Flacidez en mandíbula y cuello
Aspecto envejecido o fatigado
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La buena noticia es que la medicina estética ha avanzado significativamente, ofreciendo soluciones efectivas, mínimamente invasivas y con resultados naturales.
Según el Dr. Flores, la clave está en combinar técnicas personalizadas que restauren el volumen, mejoren la firmeza y estimulen la producción de colágeno.
Estos son algunos de los tratamientos más recomendados:
Rellenos de ácido hialurónico: Devuelven volumen a zonas clave como mejillas, sienes y pómulos. Además, hidratan desde el interior.
Bioestimuladores de colágeno: Sustancias como la hidroxiapatita de calcio activan la producción natural de colágeno, brindando firmeza progresiva.
Polinucleótidos: Regeneran y revitalizan la piel, mejorando su elasticidad, textura y luminosidad.
Láser Fotona: Trabaja en las capas profundas de la piel para tensar y redefinir el contorno facial sin cirugía.
Radiofrecuencia fraccionada con microagujas: Estimula el colágeno y mejora la densidad y firmeza de la piel desde dentro.
Aunque cada cuerpo reacciona de forma distinta, sí existen medidas preventivas que pueden ayudarte a mantener un rostro saludable y firme durante un proceso de pérdida de peso:
Mantén tu piel hidratada con productos ricos en ácido hialurónico.
Sigue una dieta balanceada, rica en proteínas, antioxidantes y colágeno.
Evita bajadas de peso drásticas; lo ideal es perder grasa de forma gradual para permitir que la piel se adapte.
Complementa con tratamientos preventivos como mesoterapia con vitaminas o polinucleótidos.
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Para el Dr. Emimael, la medicina estética moderna debe centrarse en resaltar la belleza natural y restaurar el equilibrio facial sin exageraciones.
“No se trata de transformar el rostro, sino de ayudar a que las personas se sientan cómodas consigo mismas. En muchos casos, una combinación inteligente de técnicas puede devolver años de juventud sin necesidad de recurrir al bisturí”, asegura.
Para conoce más, te invitamos a conocer la clínica Perfect Skin ubicada en Calle Joaquín Velázquez de León 121, colonia San Rafael, Ciudad de México.