El día que Steve Stevens le robó el show a Billy Idol

Fotos: Chino Lemus-OCESA

Billy Idol un ícono del rock-punk con más de 40 años de carrera, llegó por primera vez a nuestro país con un show que dejó mucho que desear.

Y es que no fue el show de Billy Idol, sino el de Steve Stevens el que rescató poco más de una hora de rock puro que con los ausentes visuales ponían toda nuestra atención sobre la banda del británico.

Habían sillas en la parte general del Palacio de los Deportes, por lo que comenzaba a sospechar que por mucha energía que hubiese, sería imposible moverse demasiado.

Pero no, en realidad el problema no estuvo en las sillas, sino en que la energía no se contagió, por más que Billy alzó el puño, la gente era indiferente, quizá era la edad, quizá la decepción de ver por primera vez a su ídolo y que ya no parecía ser el mismo que ellos recordaban.

Y sí, tocaron “Dancing With Myself”, “Eyes Without A Face”, “White Wedding” “Rebel Yell” y un par más que todo el mundo coreó, sin embargo sus hits no daban para durar más, por lo que Steve Stevens no dudó en hacer un par de solos de guitarra.   

Uno de esos solos fue el mix de canciones setenteras que culminó con “Stairway To Heaven” de Led Zepellin, un compañero me dijo “Me va a dar un orgasmo si la toca completa”, pero justo en la mejor parte del clásico Stevens dejó de tocar consciente de la torura que causa un orgasmo a medias.

Idol supo que él no había sido el rey de la noche, él mismo lo repetía una y otra vez pidiendo un aplauso para el gran Steve. 

Aún no daban las 11 y el show había terminado por más que quisieron alargar “Money Money”. Me pude haber arrepentido de asistir a ese concierto si no hubiese sido porque Stevens salvó la noche.