Adán y Lilith: Los primeros amantes de la humanidad

En la mitología y el folklore judío, se cuenta la historia de Lilith, la primera mujer creada por Dios antes de Eva. Según estas narraciones, Lilith fue creada a partir del mismo polvo que Adán, y no de su costilla, como se hizo con Eva. Esta igualdad en su creación jugó un papel crucial en la relación tumultuosa entre ambos.

Lilith es descrita como una mujer fuerte e independiente, que se negó a someterse a Adán. Su firmeza en ser tratada como igual llevó a conflictos constantes entre ellos. Lilith finalmente decidió abandonar a Adán y dejó el Jardín del Edén, según algunas versiones, convirtiéndose en una figura demoníaca y asociada con la noche y los espíritus malignos.

Por su parte, Adán se quedó solo hasta que Dios creó a Eva, esta vez a partir de su costilla para ser su compañera más sumisa. La historia de Lilith y Adán ha sido interpretada de diferentes maneras a lo largo del tiempo, y aunque no se encuentra en los textos bíblicos canónicos, ha sido una fuente de inspiración para muchas obras literarias, artísticas y culturales.

Lilith, a menudo vista como un símbolo de la rebelión femenina y la independencia, ofrece una visión alternativa a la historia tradicional de Adán y Eva, enriqueciendo el mosaico de las leyendas sobre los orígenes de la humanidad.