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2×1: Tiempo de terror mexicano

Escrito por:Jafet Gallardo

Las pantallas abren espacio para los gritos con una temporada cargada de películas del género más espeluznante, entre producciones y festivales mexicanos especializados en el tema.

Por Iván Farías (@Ivanfariasc)

Siempre Taboada

Carlos Enrique Taboaba tiene una larga lista de películas firmadas con su nombre, pero curiosamente sólo es recordado por cinco de ellas; su tetralogía de terror gótico y Rapiña. Las primeras las han pasado una y otra vez en la televisión. Esa constante presencia en las pantallas mexicanas hace que muchos cineastas crean que conocen tan bien el género del terror como para incursionar en él.

No es raro también que cintas de similares características no estén siendo revisionadas por los nuevos directores: El espejo de la bruja de Chano Urueta, Ladrón de Cadáveres de Fernando de Méndez o esa belleza llamada, El hombre sin rostro de Juan Bustillo oro. Hasta ahora, por su nula aparición en los canales abiertos y en los de cable especializados nadie ha querido hacer una “actualización”.

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A Taboada lo han retomado todos los que dicen que les gusta el terror. Lo cual lo ha llevado a tener tres penosas versiones de sus películas: Hasta el viento tiene miedo, El libro de Piedra y ahora, Más negro que la noche.

Más negro que mi suerte

El principal problema del remake de Más negro que la noche es la falta total de dirección. Henry Bedwell no sabe cómo adaptar y actualizar una historia que en la sencillez de su fórmula es como vio, no solo el éxito a corto plazo, sino que pasó a convertirse en referencia atemporal. Taboada contó una historia de terror al estilo italiano de ese entonces, basado en la premisa del enfrentamiento entre generaciones. Las mujeres de antes, de una época represiva y las de su ahora, mujeres liberadas en minifaldas. Todo lo unió a través de un gato y de una venganza del más allá. En la versión de Bedwell todo es falso, acartonado, lleno de convencionalismos y cliches que hartan al espectador especializado y que hacen soltar risas al común. En lugar de crear personajes utiliza el vestuario para indicarnos quién es la mala, la ruda, la mosquita muerta, la tonta y la que espanta. Margarita Sanz aparece como un ama de llaves que no pertenece a la realidad porque ese tipo de mujeres se extinguieron hace años. Además, Bedwell destripa el guión original y agrega una subtrama fuera de tono, un final en los créditos que parece más una broma que una sorpresa y mete con calzador una actriz española que no aporta nada (a diferencia de otras cintas donde los actores extranjeros funcionan). Si bien el 3D enganchó a muchos espectadores en su estreno, esta semana el público la castigo y de un tercero ha bajado a un quinto lugar y la tendencia es a la baja.

Con la mamá y la hija

Dentro del Festival Internacional Macabro se presenta la más reciente película de Leopoldo Laborde, La piel rota. Justo en las antípodas de Más negro que la noche se encuentra Laborde, eterno director independiente. La piel rota es la historia de un triángulo amoroso entre un jovencito pobre, una señora y su hija, ambas de clase acomodada. La película mantiene un tono de desasosiego, de tristeza que poco a poco va tornándose hacia el cine de terror de excesos, con un final que dejará frío a más de un espectador.

Con una fotografía deslavada, una envolvente música de piano y con un buen manejo de cámaras, Laborde nos deja ver una ciudad que pocas veces sale en las películas o la televisión. No es la de la miseria de Iztapalapa ni la de irreal de Santa Fe sino la de clase media venida a menos, esa que toma el metro y se desfoga en los hoteles de Tlalpan. Laborde toma de la nota roja su anécdota y la lleva con inteligencia echando mano de sus muy reducidos recursos. Lo único que juega en contra son sus actores y los diálogos que suenan falsos. Sin embargo, apuesto se volverá de culto en poco tiempo.

México Bárbaro

Si bien el cine de género en nuestro país tiene poco apoyo para lograr concretar un largometraje, los cortometrajistas son legión. Lex Ortega decidió reunir a ocho directores (siete y el) para hacer una película y así salvar el escollo de presentar sus trabajos por separado. Los implicados en la antología México Bárbaro son Isaac Ezban, Lex Ortega, Ulises Guzmán, Edgar Nito, Jorge Michel Grau, Gigi Saul Guerrero y Laurette Flores, quienes ayer en la tarde presentaron el proyecto completo.

El tema que une a todos los trabajos son las leyendas y tradiciones de nuestro país. Cada uno escogió uno y lo llevó a sus últimas consecuencias. Además, el ilustrador Guro Chan reunió a su vez a un grupo de ocho artistas para hacer carteles individuales para cada uno de los cortometrajes. El tráiler promete que será una de las películas que más comentadas el próximo año.