The Dragulas: diez años de Glam rock ochentero y diversidad
En los sesenta, la mayoría de los cambios podían llegar con enfrentamientos directos con la autoridad. Como en el caso de la redada del club Stonewall, uno de los pocos bares que aceptaba a cualquier persona sin importar su raza u orientación sexual. Una intervención policiaca provocó el inicio de una resistencia; la autoridad, confiada de que se enfrentaría a un grupo de “afeminados”, no fue preparada y fue repelida inmediatamente. En el momento en que llegaron los refuerzos, la situación ya no era la misma: a los gays, drag queens y transexuales se le sumaron las Panteras Negras, los condenados estaban listos para combatir.
Años y movimientos nos separan de los disturbios de Stonewall; se han generado una gran cantidad de cambios, pero el camino no ha terminado. Afortunadamente, la transformación ahora tiene un mundo de posibilidades, desde las letras hasta la música, y es en este punto donde se destacan The Dragulas.
Un proyecto artístico que comenzó como un chiste que mezclaba todos los gustos musicales de sus integrantes, que incluían a artistas contrastantes como Yuri y David Bowie. The Dragulas han cumplido diez años de mashups, covers y un Glam Rock ochentero “Psychodelico”. Su música y acciones nos han demostrado que un cambio en una cultura machista como la nuestra no necesariamente se alcanza por medio de la confrontación; se puede realizar por medio de la tolerancia y la pluralidad de voces.
Este 9 de junio en el Centro Cultural España celebraran una década llena de chistes y nostalgia, en este marco platicamos con Ruy Veneno, la voz y barborosidad de The Dragulas.
Pb: El mundo ha evolucionado mucho, y aunque diez años parece poco, la sociedad no estaba en el punto que hoy se encuentra, ¿cuál fue el motor que los impulsó a crear The Dragulas en aquél entonces?
RV: En aquél entonces éramos un chiste, un experimento que salió del Seminario de Investigación Permanente de Literatura y Música en la Facultad de Filosofía y Letras. De repente se convirtió en un proyecto estructurado, con muchas vías de desarrollo. Con el tiempo comenzaron a ocurrir colaboraciones con grupos con los que estábamos interesados, por ejemplo: los colectivos de diversidad, la retromanía o el proceso cultural de los últimos años.
Llegamos a un punto de tener contacto con gente que siempre habíamos admirado del mismo rock mexicano, personas que son parte de escenas que abrieron el camino a las vías más fuertes de la movida nacional, pero que siguen en el subterráneo trabajando. Fue ahí donde decidimos hacer una colaboración donde ambas partes nos hemos nutrido.
Pb: El sonido pop muchas veces es relacionado con simplicidad y la búsqueda del público en masa, sin sustancia, pues… ¿qué podrían decirles sobre su género a los detractores?
RV: Nada, simplemente sí (risas). En ocasiones se encuentra esto en muchos lados, pero el rock nos nutre y la colaboración con muchos otros géneros es lo que enriquece tanto al uno como al otro. Una canción como ‘In Your Eyes’ de Peter Gabriel, no es precisamente rock, o una como ‘Wild Is The Wind’ de David Bowie tampoco; es bass y jazz haciendo este tipo de juegos. A menos que seas una persona muy metida en tu género, ya sea Heavy Metal o Glam Rock, es muy respetable y hay cabida para todos en este mundo. Lo mejor es buscar la colaboración, mientras exista una es sano, y si a alguien no le gusta tu sonido no lo escuchas, no pasa nada.
Pb: ¿The Dragulas está motivado por el amor a la música o intenta ser un movimiento para generar un cambio?
RV: Nos gusta la música, todo el proyecto es un homenaje a nuestra educación sentimental musical y la estamos llevando a nuestra propuesta, en ese aspecto estamos completamente enfocados en el amor a la música, ella es la que nos ha dado todo. El asunto del cambio es un pequeño grano de arena, donde participas en cierto tipo de cuestiones y ayudas a que se genere. Nosotros colaboramos mucho con los colectivos de diversidad sexual, no estamos totalmente metidos ni es una agenda política; sin embargo, el espacio se da y la colaboración se establece. En pocas palabras: el cambio se da entre muchas partes, siempre y cuando estés dispuesto a trabajar en conjunto.
Pb:¿Este tipo de colaboraciones les han generado obstáculos dentro de la industria musical?
RV: El asunto de la diversidad no está totalmente abierto ni es respetado, hay quien tiene sus reservas o seguramente no nos llama por estas cuestiones, que es el mismo caso del Pop. No sólo es una cuestión de política sino de estética, de discurso, que es lo que tiene toda esta música contemporánea popular. No hemos tenido un cierre total, simplemente se generan por falta de atracción o choque, pero esa es la esencia del rock: generar controversia y no estar en tu zona de confort, sería muy fácil estar ahí.
Pb:¿Han visto algún cambio con respecto a la aceptación de la diversidad sexual?
RV: Bastante, se han abierto muchas vías. Las redes sociales te permiten conocer cómo vas avanzando con respecto al resto del mundo, afortunadamente han llegado cuestiones legales que lo han mejorado, pero el camino sigue. Evidentemente, aunque ya existan leyes y procesos de apertura, siguen las excepciones: no importa que la Ciudad de México fuese declarada Pro-Diversidad, continúan habiendo situaciones en las que se deben trabajar, tanto de violencia hacia la diversidad como violencia de género.
Pb: Justo sobre la palabra género, ¿qué es lo que The Dragulas piensa sobre los márgenes que se han ido eliminando sobre ello? ¿Cómo los influye?
RV: Igualmente, todavía hay mucho trabajo por hacer. Es una cuestión que debemos estar observando cuidadosamente para apoyar sin lastimar a nadie. Una de las cosas que hacemos en nuestros conciertos es atrevernos a amar a alguien independientemente de sus preferencias o etiqueta que te haya puesto un contexto cultural o social. La cuestión es apoyar.
Pb: En esta década de trayectoria, ¿cuál ha sido su mejor experiencia? ¿cuál fue la peor?
RV: Una de las más extraordinarias que hemos tenido (en ambos casos), fue la vez que fuimos a tocar a Apan, Hidalgo, donde estuvimos en un antro que estaban intentando llevar nuevas propuestas a un público que no era de ese gusto. Nos encontrábamos rodeados de gente que evidentemente iban a escuchar música de banda (lo descubrimos porque después de que terminamos nuestro set fue la música que continuó y todos se pararon a bailar y divertirse). Cuando estábamos ahí las personas nos veía con una cara, no de asco, sino de indecisión: ¿cómo reacciono?, pero todos fueron bastante respetuosos y simplemente escucharon, nos dejaron terminar el show y maquillarnos previamente. Esa fue la mejor experiencia y la más extraña, porque finalmente es muestra de una cuestión: quizá hay lugares que no son receptivos a un género, únicamente porque no atendemos a sus gustos y que pasamos por soberbia, pero que quizá tenemos ahí un nicho fuerte que podemos explotar y abrir el camino para todos.
Pb: Se caracterizan por sus mashup y covers, ¿tienen algún artista o género que no hayan cubierto y deseen hacer?
RV: Hemos cubierto casi todo lo que nos gusta, en el nuevo disco de estudio que vendrá nos enfocaremos más en el rock de los setenta, el Glam Rock y sus anexos, que casi no hemos trabajado mucho. Por supuesto, existen muchos géneros que no nos han llamado la atención, que en algún momento los mencionamos, pero los hemos tocado todos; claro en la música siempre vienen nuevas cosas y en un futuro podríamos cubrirlo.
Pb: ¿Cuál es el mensaje que, dentro de su música, quieren que llegue a las personas? ¿Más allá de lo evidente o muy evidente?
RV: En palabra de Andy Warhol “El arte es todo aquello con lo que te puedes salir con la tuya”, eso es lo que hacemos los Dragulas. Hay ocasiones en lo que algo puede parecer muy superficial, peor al mismo tiempo puede estar generando un movimiento muy fuerte, nunca sabes lo que puede ocurrir. En lo que aparenta ser superficial puedes encontrar cosas sumamente valiosas.
Pb: ¿Cuál es el futuro de The Dragulas?
RV: Viene el tercer disco de estudio y estamos pensando en irnos hacia Colombia y España. Comenzar a trabajar la escena en esos lugares y ver lo que ocurre.
Pb: ¿Cuál ha sido su experiencia con Playboy?
RV: Siempre la compraba por los artículos que son muy buenos (risas). Evidentemente, en el despertar sexual de la generación ochentera jugó un rol bastante importante, eran esas noches en las que estabas buscando algo que no tienes, pero Playboy te lo podía dar en una página de papel. Por otro lado, están las cosas que se han podido hacer, ya sea participando como colaboradores o plumas invitadas.
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Por Iván Montejo
