20 PREGUNTAS CON JUANES
El colombiano Juanes actuará el 27 de octubre en el Auditorio Nacional de la CDMX para presentar su disco/película Mis planes son amarte. En el concierto, no le vayas a pedir su canción más famosa, porque seguro la tocará.
¿Mis Planes Son Amarte empezó como un disco o como una película?
Lo que inició todo fue la música. Estaba componiendo canciones para mi nuevo disco sin pensar en los visuales que las acompañarían, pero no quería producirlo solo, así que me junté con dos amigos de Medellín. Tampoco deseábamos presentar el material de forma convencional, así que dijimos: “¿Por qué no hacemos un solo visual para todo el álbum?”, y así comenzamos a armar la historia: un arqueólogo que se obsesiona con la mujer que vio en sus sueños. Las canciones y los videos viven en Internet, como individuales y como película entera. En los cameos salen Jessy y Joy, el futbolista Juan Pablo Ángel, Piso 21, Karol G, Kali Uchis y Fonseca. ¡Un combo tremendo de colombianos!
¿Qué tienes contra lo efímero?
El momento en que se pierde el valor de la obra, como un disco, es grave. ¿Instagram, Snapchat, Insta Stories? No, gracias. Así es como consume hoy el mundo. Pero la música, los libros y las películas tienen que seguir existiendo.
¿Por qué elegiste Veracruz para la producción?
Fue más bien una decisión del productor. Pensaron que en sus playas hallaríamos lo que buscábamos, y no se equivocó.
¿Aún resulta rentable grabar discos tan ambiciosos como el tuyo?
Depende. La ecuación no sólo es económica, también es artística. Los artistas de hoy recibimos dinero por tocar en vivo, ¡y qué chévere! Porque eso es lo que somos y nadie nos puede reemplazar. La venta de discos obviamente ha bajado, en México se vende un 70 % digital y sólo un 30 % físico.
¿Crees que la música modifique nuestros hábitos?
No creo que por escuchar música la gente cambie de opinión o de conducta. Hubiera sucedido en los 70 con los hippies, pero no. El cambio es una decisión personal. Uno canta lo que quiere y la gente se identifica, pero depende de cada quien llevarlas a cabo.
¿Ya no extrañas el heavy metal que hiciste con Ekhymosis?
(Risas) Fue especial. Antes que metal, tocaba con la guitarra acústica música popular colombiana y del sur de Latinoamérica: boleros, trova cubana, zamba y chacareras, con mi papá. Pero a los 12 descubrí el rock y me volví loco. Metallica, Sepultura y Slayer me atraparon, por lo que mi cambio fue radical. Después me di cuenta que estaba extrañando lo que yo era en esencia y regresé a ella, pero trayéndome elementos del rock.
¿Cuáles son los últimos conciertos a los que has ido?
Fui a uno de Radiohead que me gustó muchísimo, y fui al pasado Vive Latino a ver a Mon Laferte. A Adele también la escuché, estuvo muy chévere.
¿En qué dispositivo escuchas música?
Cuando voy en el carro conecto el teléfono y escucho iTunes o Spotify. Lo mismo en el gimnasio. En mi casa pongo la tornamesa. Escucho música en todos lados.
¿Tu primer acercamiento artístico fue con la flauta?
Sí, pero también con el acordeón. Fue una época de descubrimiento. Mi papá cantaba, mi hermano mayor estaba todo el tiempo tocando en la guitarra tangos de Gardel y música sureña; a mí me llamó la atención, pero estaba chiquito y no alcanzaba bien el mazo de la guitarra.
¿Recuerdas cuál fue el primer escenario que pisaste?
Tocábamos y cantábamos en casa, y en los actos cívicos del colegio cuando izaban la bandera. Ahí empecé.
Eres, según el lugar común, “el artista más prolífico de Colombia junto a Shakira”. ¿Estás de acuerdo?
No, sólo soy uno más. Hoy en día, una de las cosas chéveres que tiene Colombia es la cantidad de gente que está haciendo música. Carlos Vives abrió un camino importante para todos. ¡Y después, Shakira arrasó!
¿Has leído lo que Wikipedia dice de ti?
(Risas) Hace mucho que no me meto a Wikipedia, porque su información no es confiable. A veces entro a Twitter y me gusta leer lo que escriben los fans. Te encuentras gente súper cariñosa y otra que te odia a muerte.
¿Qué hiciste con tus 21 Grammy Latino?
Los tengo en mi oficina de Miami, donde ensayo. Me gusta tener los recuerdos de lo que he pasado. Son reconocimientos importantes para la gente con la que he trabajado. Aunque al final, la motivación más grande es el amor por la música: tocar la guitarra y cantar.
En 2009 obtuviste el Premio de la Paz Colombia, sería sencillo que a estas alturas te olvidaras de la parte social; sin embargo, no lo haces.
Trabajo en la Fundación Mi Sangre, este año cumple 11 de existir. Comencé trabajando con niños y jóvenes que fueron desplazados como víctimas de las minas antipersonales, y hasta hoy sigo en contacto con los representantes sociales de las comunidades, generando líderes en el campo de la paz a través de la educación, del arte y de la actividad lúdica.
¿Cómo escoges una causa cuando existen tantos problemas en el mundo?
Las cosas en la vida se te van presentando y hay oportunidades que se prenden como una chispa. En 1999 compuse ‘Fíjate bien’, un tema que abordaba la problemática de las minas en Colombia. A partir de ahí comenzaron a invitarme a participar en distintas campañas.
¿Por qué dejaste de lado tu sello independiente?
Es muy difícil estar del lado ejecutivo y ser un artista al mismo tiempo, es muy incómodo, pero sigo en contacto con la compañía, y siempre que escucho a alguien que me gusta les mando un email para recomendarlo.Yo quiero invertir mi tiempo en escribir canciones, no en ser ejecutivo.
¿Esto quiere decir que fuera de las giras tu vida es muy tranquila?
Sí! Yo, cero reventón. Tengo a mis tres hijos, mi esposa y mi casa. Cuando no estoy de viaje estoy con ellos. Tengo una vida totalmente normal. ¡Obviamente la intensidad de los viajes es algo súper divertido!
¿Qué odias de estar en gira?
¡Volar! Todo lo que involucra el aeropuerto: la angustia, la seguridad, quitarte los zapatos, sacar el iPad de la bolsa, quítate otra vez la chamarra… Y lo hago, pero me estresa. Me desquicia estar en el aire y que no lo pueda controlar.
¿Cuál es tu capricho culposo de estrella de rock?
Soy muy sencillo en ese aspecto. En el camerino sólo hay agua, café y frutas.
¿Y a qué hora te quitas ‘La Camisa Negra’?
(Risas) La gente nos conoce por canciones como esa, que son las que más suenan, pero no significa que sean los temas que más nos representen. Es como si fuéramos una unidad formada de cubitos y cada uno de ellos es una canción. Cada una muestra un estado de ánimo distinto. A veces, la gente me dice en la calle: “¡Tú eres el de la camisa negra!”, ¡pero tengo como 500 canciones más! (risas).
