Playmate Are Rojas, la chica de la gasolinera
Supiste de ella por una foto viral que se tomó, desnuda, en una fila de gasolina durante el desabasto de combustible. Ahora podrás conocerla en la intimidad de nuestras páginas.
Esta soy yo
La ciudad de México y sus calles me traen tanta melancolía, fiesta, risas, lágrimas, alegría y recuerdos que pasaron de ser coloridos a convertirse en una escala monocromática de sensaciones. Por primera vez soy consciente de mi respiración, escucho fuertemente el latido de mi corazón, se siente como un orgasmo, es un espasmo ocasionado por el simple hecho de estar viva.
Las personas voltean a verme y se quedan atónitas, sé que no soy una mujer con pensamiento convencional, sé que mis ideas van más allá de la falsa moral… Y lo sé porque desde hace siete años comenzaron a llamarme “puta”, pero no porque lo sea por profesión, sino porque no encajo en el esquema tradicional de “mujer”, porque mi libertad asusta.
Quizá te estés preguntando quién soy, tal vez me recuerdes… O tal vez no, tal vez jamás me hayas visto ni leído, hasta ahora.
Soy Are Rojas, la chica que se hizo viral por una fotografía que se tomó desnuda en una gasolinera… Y hoy estoy aquí otra vez, caminando desnuda en las calles de la ciudad y siendo fotografiada. Teniendo la más grande sensación de libertad; no sólo como mujer, sino como ser humano.
Quizás algunos se preguntan qué representa para mí este desnudo, el porqué desde hace siete años empecé a despojarme de mi ropa y posar. Lo que he querido experimentar no es únicamente la libertad del cuerpo humano; sino de la mente. Es ver sin tapujos las cosas naturales del ser humano e ir disminuyendo el morbo generado.
Es quitarme más de veinte años de juicios, tabúes, limitaciones y miedos, es aceptarme con todas mis imperfecciones y virtudes. Es aceptar quién soy, ser consciente de que sólo tengo una vida y vivirla a mi manera, más allá de las expectativas de los demás.
Pero ¿quién soy?
Soy la mujer que desearías tener, pero a la cual le temes, soy esa clase de mujer por la que luchas para obtener en forma de conquista y que terminas por perder, todo por no estar educado ni preparado para una mujer así. Todo por no saber lidiar con una mujer libre.
Una mujer que no te pedirá permiso, que no dependerá de ti, que se pondrá a sí misma antes que a nadie, que cumplirá sus sueños, que podrá agradecer que en ocasiones le abran la puerta del coche o del restaurante, y en otras tantas ser ella quien le abre la puerta a un hombre, porque no se trata de actos feministas ni machistas, sino de actos de amabilidad entre humanos.
Soy la dualidad de mi género; por un lado hogareña, amorosa, atenta… Y por otro lado erótica, abierta y experimentada. Porque un día podría estar cumpliendo el papel de madre responsable, pero en la noche transformarme para ir a vivir un trío con mi pareja.
Soy una mujer que no le teme a su sexualidad ni a vivirla de manera transparente frente a los demás, que no ve nada de malo en hablar de sexo casualmente en la radio como se habla en la mesa de política y noticias.
Soy a la que le gusta cumplir sus propias fantasías y también ajenas, llegar al clímax con “squirting” y que las letras se conviertan en mi porno. Me encanta imaginar, disfrutar, explorar y vivir responsable e intensamente; al mismo tiempo que me fascina estudiar, prepararme y seguir alcanzando nuevas metas, porque nunca es demasiado tarde.
Soy una mujer directa que prefiere que le digan sin rodeos cuando sólo quieren coger, o si su plan es terminar enamorados en el abismo de nuestros pensamientos. Soy quien no teme ser la que escribe por primera vez o invita a salir. Soy quien puede enamorarse perdidamente, o vivir desenfrenadamente sin dañar a nadie.
Simplemente, soy…
Amo caminar desnuda y tener esta sensación de libertad absoluta, no me molesta que me veas en la calle, yo también volteo a ver a hombres, o a mujeres, pues la atracción es inevitable y no podemos ir ciegos por la vida… Porque podemos ver, pero no tocar ni insultar con nuestras acciones y palabras. Es aprender que “no, es no”, sin importar la situación.
No se trata del respeto por ser mujer, ni por ser hombre, travestis, transexuales, ni por religión, raza ni estatus económico. Se trata del respeto por el simple hecho de ser humanos, no se trata de dividirnos y atacarnos, sino de unirnos y amarnos como especie. Es vivir y dejar vivir, pensar y dejar pensar, coger y dejar coger… Es simplemente ser y dejar ser…
Soy una mujer que sueña con un México donde todas las personas podamos salir a la calle, así como yo en este momento… Sin miedo, libres, seguras y con la certeza de poder volver a casa vivas.
Soy una mujer que lucha para que podamos disfrutar de nuestra sexualidad sin que eso signifique que valemos menos, que no podemos ser tomadas en serio o que merecemos viola- ciones y muerte. Porque a medida que nos respetemos, empezando entre nosotras… Será la evolución para que un día esa violencia disminuya.
Soy una mujer que quiere introducirte al mundo del erotismo, para que puedas ser mejor persona, pareja y amante. El mundo necesita menos porno y más erotismo… Yo te enseño.
Ven conmigo, acompáñame a recorrer la ciudad, desnuda…
Soy Are Rojas.
