En portada de mayo: Viktoriia Shyrokova

Viktoriia Shyrokova nació en un pueblo pequeño, donde todo parecía estar escrito. Pero ella eligió arder. Brillar. Salir del molde. Soñaba con ser actriz y se practicaba frente al espejo, desde entonces, entendió que su vida no iba a ser como las demás.
Hoy, Viktoriia Shyrokova, es modelo, fotógrafa, motociclista, paracaidista y mucho más. En esta entrevista, nos abre las puertas a su mundo salvaje, libre y ferozmente auténtico.
Fotos de Olga Novikova @olga_novikova_work
¿En qué soñabas convertirte cuando eras niña?
Nací en un pueblo muy pequeño donde todo era predecible y tranquilo. Pero siempre tuve una chispa interior: ansiaba más, brillar más intensamente y más rápido. De niña, soñaba con ser actriz y viajar por el mundo. Me encantaba transformarme en otras personas. Me sentaba frente al espejo para probarme, no solo los vestidos de mi madre, sino identidades enteras. Creo que siempre lo supe: mi vida no sería aburrida.
¿Cómo llegó el modelaje profesional a tu vida?
Ocurrió de manera inesperada. Alguien me dijo una vez: “Eres increíblemente fotogénica. Inténtalo”. Esa primera sesión fue una mezcla de nervios y libertad. Desde ese momento, me di cuenta de que la cámara era mi espejo. Digo cosas a través del lente que las palabras arruinarían.
Viajas mucho, ¿cuáles han sido los destinos que más te han sorprendido?
La Antártida: el silencio es tan vasto que escuchas tu propia respiración como un mantra.
Socotra: un portal a otro mundo, crudo y salvaje. Te devuelve a tu verdadero yo.
La Patagonia: majestuosa y feroz. Reflexioné sobre muchas cosas mientras estuve allí.
Te encantan los deportes extremos, ¿cuál te da la mayor descarga de adrenalina?
Las motos. Libertad pura. Cuando conduzco, el viento golpea mi piel y el corazón late con fuerza. Ahí me siento más viva. También hago fotografía, que me da concentración y fuerza interior. Y, por supuesto, el paracaidismo. Ese momento en el aire se siente con más verdad.
¿Cuándo te sientes más sexy?
Cuando uso outfits de látex y me subo a la motocicleta. Cuando bailo sola en mi habitación, sin importarme quién me mira. En general, cuando estoy sola conmigo misma: pura, salvaje, sin complejos. La verdadera sensualidad no es una pose, es la energía que llevas dentro.
“Tres datos random sobre mí…”
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Me encanta usar látex solo para mí, no solamente para sesiones de fotos.
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Una vez pasé una semana acampando en el desierto sin señal de celular. Fui profundamente feliz.
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Disparo con más precisión que la mayoría de los hombres que conozco.
¿De los cinco sentidos, cuál disfrutas más y cómo?
El tacto. Me encanta la sensación de las texturas: el cuero, la tela, el viento en la piel, el agua caliente. Para mí, el tacto es un lenguaje silencioso, una forma de expresar pasión, dolor, amor.
¿Cómo empezó tu relación con Playboy?
Siempre fue un sueño, no una meta. Un símbolo de poder femenino, libertad y audacia. El universo alineó las piezas en el momento adecuado. Conocí a las personas indicadas y creyeron en mí. Así comenzó este nuevo capítulo: valiente, honesto y hermosamente crudo.
En tu Instagram hay una foto tuya con atuendo BDSM. ¿Te gusta esa práctica?
Me gusta la libertad de ser diferente. No sigo reglas. Me encanta el juego, el cambio de roles, el poder que das y recibes. No se trata de dolor, se trata de confianza y control. A veces, solo ponerse un corsé es suficiente para sentirte poderosa.
¿Qué te excita y qué te apaga?
Me excita un hombre seguro de sí mismo, que no le teme a una mujer fuerte y que dice la verdad. Que me mira a los ojos y me ve de verdad.
Me apaga la falsedad. La charla insulsa. La gente que intenta encasillarme.
Viktoriia Shyrokova. ¿Qué proyectos tienes para 2025?
Sesiones inspiradas en la estética de los 70 y la cultura motera. Seguiré contando historias de transformación y fuerza interior. Estoy publicando reportajes fotográficos de la Patagonia y Socotra. También planeo grabar mi propio documental sobre mujeres que rompen estereotipos y viven la vida a su manera.