Sexo y mente, la pura verdad
Por:
Jafet Gallardo
05 Jun 2018
El cerebro es el motor del sexo humano, en el se concentra el deseo, la excitación y las fantasías. Bien […]
El cerebro es el motor del sexo humano, en el se concentra el deseo, la excitación y las fantasías. Bien se dice que es el órgano sexual (no precisamente la cabeza del sur que muchos hombre culpan por sus graciosadas). Dicho esto, muchas mentiras se le atañen a nuestros hermosos sesos cuya única culpa es ceder ante nuestros placenteros impulsos primitivos. Para redimirlo un poco, me puse a recopilar unos datos mucho más verificables.
Para empezar, vayan borrando esta cuestión diseque estadística que dice que los hombres piensan en sexo cada siete segundos. Por más que sí lo parezca, no hay ningún estudio, encuesta o evidencia que lo confirme, así que según “dato” es incorrecto, por decir lo menos. Lo que sí ha sido confirmado es que nuestros calientes colegas llevan este tema a su cabeza unas 34 veces por día en promedio.
Nosotras, como bien se sabe, tenemos un poco más de agenda mental (quizá por eso nos hacemos tantas bolas) y deleitamos la psique con calenturas unas 19 veces por jornada en promedio. Un poquito más de la mitad que los chavos (un poco cortas si me preguntan a mí).

Fantasías por doquier
Lo que sí somos todos es bien creativos o con buena imaginación, juzgue usted. Y es que una investigación publicada por The Journal of Sex Research establece que el 98% de los hombres han fantaseado con otras mujeres mientras tienen sexo con su pareja, y aunque muchas compañeras féminas piensen que tendríamos que enojarnos por esto, 80% de nosotros (inclúyome) no podremos tirar la piedra porque hemos cometido el mismito pecado. De hecho, se sabe que nosotras fantaseamos aún más durante nuestra etapa más fértil de cada mes.

Entre más educado, más caliente
Ahora, la educación también tiene que ver con el nivel de calentura, y aunque quizá piense una que entre más educada la persona, más capaz de resistir sus “incivilizados” impulsos instintivos, resulta que es todo lo contrario. Por ejemplo, resulta la literatura erótica y las novelas románticas tiene un impacto estadístico en nosotras: las mujeres que leen estos géneros pueden tener hasta el doble de amantes que las que no (¡¡¡malditas “50 sombras de Grey”!!!).
Y los hombres no se quedan nada atrás, aunque son más de dicho que del hecho. Lo digo porque estudios aseguran que entre más educación formal tenga un varón, es más propenso a tener sueños húmedos. Y bueno, las mujeres siempre hemos hemos sido más de hacer que de pensar.
Espero este pequeño repaso haya ilustrado un poco más su catálogo de conocimientos sobre sexo y les de mucho qué pensar.
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