Hecha y derecha: Nueve pasos a un gran cunnilingus

Como siempre, tengan en mente que a todas nos gustan cosas distintas y que no hay ningún botón mágico para volver loca a una mujer. De cualquier modo, sí hay unas cuantas pautas generales que, con la práctica, te pueden llevar a ser todo un master en este terreno.

 

Lo siento señores, la mayoría de las mujeres ocupa foreplay para recibir sexo oral. El cunnilingus es la forma perfecta para prender a tu pareja, pero dense un buen faje antes.

 

Usa los labios y la lengua, y por favor, experimenta más allá del clítoris, están los labios internos y externos, los muslos, las nalgas… Explórenle, pues.

 

Tu boca estará ocupada pero no tus oídos, pon atención a su respiración y gemidos, créeme, vas a saber qué tal vas.

 

El clítoris tiene 8,000 terminaciones nerviosas conectadas con 15,000 fibras nerviosas en la zona pélvica. La vulva en general es una zona extremadamente sensible, así que si te gusta experimentar (besar, succionar, mordisquear), sé delicado y checa sus reacciones antes de subir el nivel.

 

Acaricia sus pechos, sus caderas, usa los dedos.

 

 

Toma agua fría o pon un hielo en tu boca a la mitad de la sesión; esos cambios de temperatura son increíblemente estimulantes.

 

Nunca subestimes el poder de un vibrador, es una gran forma de mantener el calor, y de paso darle un descanso a tu quijada.

 

Vendarle los ojos a tu pareja, agudizará su sentido del tacto y puede que tú te sientas más cómodo experimentando sin ser visto.

 

Si el cunnilingus no es algo que te encante hacer, siempre podrás recurrir a un clásico ¡Bienvenido sea el 69!