Guía rápida: tipos de lubricantes para disfrutar mejor tus relaciones sexuales
Hablar de placer también es hablar de comodidad, consentimiento y bienestar. Y en ese camino, los lubricantes son grandes aliados. No importa si se usan por necesidad, curiosidad o para explorar nuevas sensaciones: lo importante es saber elegir el que mejor se adapta a ti, a tu cuerpo y a tu forma de vivir la intimidad.
Aquí te contamos cuáles son los principales tipos de lubricantes para tener relaciones sexuales, sus usos, ventajas y precauciones.
1. Lubricantes a base de agua: los más versátiles
Son los más comunes y recomendados para el uso diario. Son seguros con preservativos de látex y juguetes sexuales, no dejan residuos grasosos y se limpian fácilmente.
-
Ventajas: ligeros, fáciles de usar, compatibles con todos los cuerpos y situaciones.
-
Desventajas: se secan más rápido, puede ser necesario reaplicar durante la relación.
Ideales para: relaciones vaginales, uso con juguetes o preservativos.
2. Lubricantes a base de silicona: los más duraderos
Tienen una textura más sedosa y duran mucho más que los de agua. No se evaporan fácilmente, por lo que son perfectos para encuentros largos o para usar bajo el agua (como en la regadera).
-
Ventajas: durabilidad, textura sedosa, resistentes al agua.
-
Desventajas: no se recomiendan con juguetes de silicona, pueden ser más difíciles de limpiar.
Ideales para: relaciones prolongadas, sexo en la ducha o situaciones donde no quieres reaplicar constantemente.
3. Lubricantes a base de aceite: los más naturales (con cuidado)
Pueden estar hechos de aceites naturales como coco, almendra o jojoba. Aunque tienen una textura suave y son una opción más “orgánica”, no son compatibles con condones de látex, ya que pueden debilitarlos y provocar rupturas.
-
Ventajas: hidratantes, textura rica, ideales para masajes eróticos.
-
Desventajas: pueden alterar el pH vaginal, no recomendados con preservativos ni juguetes.
Ideales para: masajes íntimos, sexo sin condón (solo si hay seguridad de salud sexual).
4. Lubricantes con efectos (calor, frío, vibración)
Diseñados para quienes quieren experimentar nuevas sensaciones. Algunos dan calor, otros frío, e incluso hay opciones que generan una especie de cosquilleo o vibración.
-
Ventajas: aportan variedad, pueden aumentar la excitación.
-
Desventajas: pueden causar irritación en pieles sensibles, revisa siempre los ingredientes.
Ideales para: juegos previos, relaciones exploratorias o para romper la rutina.
Consejos clave al elegir lubricante:
-
Lee la etiqueta: verifica que esté aprobado dermatológicamente y preferiblemente sin fragancias ni colorantes.
-
Evita productos con glicerina si eres propensx a infecciones vaginales.
-
Haz una prueba en la piel antes de usarlo en zonas íntimas.
-
Consulta a tu ginecólogx o sexólogx si tienes dudas específicas de salud.
¿Cuándo es buena idea usar lubricante?
Siempre que tú o tu pareja lo deseen. El uso de lubricante no significa que algo esté “mal”, sino que se busca mejorar la experiencia. Puede ayudar en momentos de sequedad, al iniciar relaciones nuevas, durante la menopausia, en el sexo anal o simplemente para agregar una textura placentera.
El placer se siente mejor cuando fluye. Y un buen lubricante puede ser la clave para que el deseo y el confort vayan de la mano. Explora, experimenta y elige lo que a ti te funcione.