Lo de Julio: una cocina pensada en el desenfado
Lo de Julio se distingue por su estilo de cocina desenfadado. Por las mañanas, ofrece un selecto surtido de pan, perfecto para iniciar el día, mientras que por la tarde presenta una carta diseñada para complacer cualquier paladar.
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Todo esto se complementa a la perfección con el vermut Stravatto, creando una experiencia única.
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Un menú pensado para compartir
El fundador de Stravatto, Juan Faillace, y el chef Edgar Delgado lideraron una cata que destacó por su camaradería y desenfado. El evento se llevó a cabo en Lo de Julio, un lugar acogedor y relajado, donde la sencillez y la comodidad se combinan para ofrecer un ambiente amigable. Su menú, pensado para compartir, se disfruta aún más acompañado de un buen vermut.
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Stravatto fusiona lo más selecto de la tradición europea con la esencia de la naturaleza mexicana, utiliza ingredientes naturales de México y, además, su base también se fusiona con los sabores y olores tradicionales, lo cual lo convierte en la bebida perfecta para maridar cualquiera de los platillos del menú coordinado por el chef Edgar Delgado.
Un pan de dioses
Para abrir apetito, nada mejor que unas aceitunas marinadas, ya una tradición en Lo de Julio, pues son ideales para comenzar con una buena charla mientras se comparte esta rica botana, además del hummus con jitomates rostizados y pan pita. Todo ello acompañado de un Stravatto Bianco, el cual, gracias a su ligereza, permite preparar el paladar para los siguientes platillos que forman parte del menú.
Lo destacado en Lo de Julio es que ellos realizan el pan que venden y usan para los platillos. La cocina, ubicada en la parte de arriba del restaurante, saca las primeras charolas de pan desde las primeras horas de la mañana, y el pan que realizan para los sándwiches es fresco, suave y crujiente.
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Aquí, lo más sencillo resultó ser lo más efectivo y esa opción que nunca falla. La baguette de jamón serrano, acompañada del Stravatto Rosso Dry, resultó ser el favorito de quienes compartimos mesa, seguida de la baguette de lomo y pesto, y la focaccia de salami. Cada uno logra conquistar, ya sea por su sencillez o por la combinación de sabores. Además, el vermut rojo carmín, elaborado con vino tinto mexicano, destacó por sus aromas a frutas, vainilla y cerezas, y logró armonizar con cada uno de los sándwiches.
The sweetest thing
Y para cerrar, nada mejor que un pan, ya sea un chocolatín, un cruffin de guayaba o un rol de almendras. Cada uno de esta selección se disfruta mejor con un buen capuchino o un americano.
Con su pan recién horneado, platillos sencillos pero sabrosos, y el vermut Stravatto como acompañante, en Lo de Julio cada comida se convierte en un momento especial. Ya sea en su acogedora terraza (disponible los fines de semana por la mañana) o en su interior, Lo de Julio ofrece un ambiente relajado donde se disfruta de buena comida y excelente atención. Sin duda, un lugar para regresar.
¿Dónde?
Oxford 35, Col. Juárez, CDMX.
Domingo a miércoles de 8:00 am a 19:00 pm
Jueves a sábado de 8:00 am a 23:00 pm
