alt-J en México: relax… don’t do it

Después de poco más de seis meses, alt-J volvió a la Ciudad de México para deleitar al público chilango, esta vez, con un concierto en solitario como para promocionar su más reciente disco RELAXER
Con una puntualidad impecable, la banda inglesa entró al escenario. Entre gritos y aplausos sonaba la primera canción Deadcrush acompañada de una increíble producción de luces que formaban diferentes perspectivas geométricas del escenario.
“Tra la la tra la tra a… In your snatch fits pleasure broom shaped pleasure” Cegados por las luces del rojo erótico que invadía el recinto, los saltos, el movimiento de cabezas y cuerpos no se hicieron esperar, pues la energía de los asistentes explotó al ritmo de Fitzpleasure.
Alrededor, se veía a unos cuantos loquillos sacar sus mejores pasos, cual niño ruso en plena en plena fiesta. Algunas mujeres optaron por bailarle a su pareja, mientras sonaba la excitante canción.

Fotografías de Miniipily @miniipily
Cuando el ciclo se rompe…
“Buenas noches Ciudad de México, extrañábamos estar aquí, esta canción se llama Nara”, dijo el tecladista Gus Unger-Hamilton después de interpretar Something good.
Nara fue la cuarta canción que cantaron la noche de este martes, y la única de aquella triada de melancolía que gira en torno a Arrival Nara y Leaving Nara canciones que forman parte de su segundo disco This is all yours, nominado al premio Grammy en la categoría Mejor Álbum de Música Alternativa.
Música y fútbol
La agrupación, mostró su empatía con la selección mexicana y les deseó suerte en el partido de México contra Suecia. Joe, Newman, Thom Green y Gus Unger-Hamilton, salen del escenario; contadas son las luces que siguen parpadeando, la gente comienza a corear “El Chucky Lozano… El Chucky Lozano…”. Comienza a sonar Every Other Freckle.

Fotografías de Miniipily @miniipily
Mujeres e historias que inspiran
Se apagan las luces del escenario, casi en oscuridad total…“¿Pueden cantar esta canción con nosotros?”, pregunta Gus Unger-Hamilton, mientras se empiezan a escuchar las primeras líneas de Matilda, canción inspirada en la película de The Professional. La gente comienza a gritar y a corear a una sola voz.
El paisaje se viste de color morado, la melancolía está presente. Se escucha claramente el cantar de los asistentes, es Taro una de las canciones que esconde la historia de dos fotógrafos de guerra del Siglo XX. A algunos se les logra ver, una que otra lagrimita de fuera, pues alt-J y los espectadores, logran construir una atmósfera en conjunto donde se respira y se siente magia.
El gran final
Después de un segundo intro, alt-J regresó al escenario para despedirse del público que, durante hora y media, los llenó de gritos, cantos, ovaciones y manos alzadas al compás de sus canciones. 3WW continuó el ambiente tranquilo para que Breezeblocks contrastara el lugar y todo terminase en una gran fiesta.

Fotografías de Miniipily @miniipily
Por Harumi Daniela