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Cumbres globales, una cuestión de egos

Por: Jafet Gallardo 05 Jun 2018
En el G20 también las decisiones dependen de trivialidades Las cumbres, como la del G20 en Los Cabos, están llenas […]
Cumbres globales, una cuestión de egos

En el G20 también las decisiones dependen de trivialidades

Las cumbres, como la del G20 en Los Cabos, están llenas de historias, curiosidades y anécdotas que, aunque triviales, impactan directamente en las declaraciones, las decisiones o los acuerdos a los que llegan los mandatarios convirtiéndolas en un circo de egos.
Para cualquier ciudadano de a pie, el orden en el que se sienten los presidentes y primeros ministros, el orden en el que aterricen sus aviones o salgan del aeropuerto sus autos es una cuestión sin importancia, sin embargo, es justo cuando empieza la pesadilla para los organizadores.
Según declaraciones de Jonathan Powell —jefe de gabinete del ex primer ministro británico Tony Blair, entre 1997 y 2005—  a la BBC, en una cumbre hasta el más mínimo detalle es importante y de no seguir los protocolos formales las decisiones de los ministros y mandatarios pueden cambiar el sentido de la reunión e incluso del mundo.
El orden en que llegan los aviones o el de las caravanas de autos, según la importancia del personaje que viaje en ellos, debe seguirse a la perfección, tanto que si un mandatario de una nación menos poderosa llega antes que el de una potencia, el de menor importancia tendrá que esperar o dar vueltas por ahí hasta que le sea permitido salir.
Pero eso es sólo el principio. Los asistentes de los mandatarios deben estar muy atentos a todos los detalles, pues un desaire, un saludo o la omisión de otro pueden desencadenar un problema que termine influyendo en los temas a tratar durante el encuentro o el congelamiento en las relaciones entre los países.
Por ejemplo, se dice que cuando Helmut Kohl era presidente de Alemania, muchos acuerdos se alcanzaban rápidamente cuando tenía hambre y quería que se terminaran las reuniones rápido para ir a comer.
Otro ejemplo de superficialidad es el orden en que se sientan los asistentes a la cumbre, pues de eso depende el ambiente que tendrán las reuniones. Se dice que normalmente se sientan por orden alfabético y que de esa manera Reino Unido (United Kingdom) y Estados Unidos (United States) se sentaban uno al lado del otro, pero con la incursión reciente de Ucrania, las cosas han cambiado y ahora el orden de los asientos se basa en el alfabeto francés para complacer a todo el mundo y así evitar que algunos países que no tienen tan buenas relaciones tengan que estar codo con codo.
Aun así personajes como Lord Carrington, el ex primer canciller durante el periodo de Margaret Thatcher, ex primera ministra de Reino Unido, creen que en las cumbres los acuerdos se basan en los intereses de la naciones más que en qué tanto se lleven los personajes que las protagonizan; sin embargo, pifias como la de Fox y Castro en la cumbre de Monterrey en el 2004 demuestran lo contrario.
Ahora veremos qué resultados se tienen de la cumbre del G20 en Los Cabos, pues muchas de las decisiones que se tomen en ese foro podrían alterar la economía de todo el mundo occidental.

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Jafet Gallardo Digital Editor Periodista de formación. Creador de contenidos, analista, especialista en viajes, entretenimiento y estilo de vida.
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