MAGIA DE AMARGO SABOR
Tras 21 de años de ausencia, regresa el clásico a escena: una obra donde la sexualidad y el egoísmo desatan un torbellino de violencia que conmueve al espectador.
POR ADÁN MEDELLÍN @adan_medellin
“NO QUIERO realismo, quiero magia”, dice uno de los parlamentos más famosos de Blanche Dubois (Mónica Dionne) en el clásico teatral Un Tranvía Llamado Deseo, del escritor estadounidense Tennessee Williams. Merecedora del premio Pulitzer en 1948, la obra narra el conflicto entre Blanche, una refinada profesora de literatura en la ruina económica que llega a visitar a su hermana Stella (María Aura) a Nueva Orleans, y Stanley Kowals- ki (Marcus Ornellas), su cuñado, un hombre que simboliza la brutalidad animal y los impulsos más primitivos.
De este conflicto entre la elegancia, la riqueza decadente y las aspiraciones sublimes enfrentadas a los instintos más primarios e inmediatos, brotará la inevitable violencia que culminará en la destrucción de la protagonista, cuando sus secretos y contradicciones más oscuros son revelados por Stanley para romper con su última opción de felicidad amorosa.
La puesta regresa a México con un montaje realista con guiños de humor que no sacrifica la hondura psicológica del texto, y retrata adecuadamente la violencia y el abuso que cometen entre sí los involucrados en el drama. “Mi personaje, Stella, es muy físico y vive con esa violencia, es golpeada. Vive entre la fuerza animal de Stanley y la fuerza celestial de Blanche, está en medio intentando equilibrar el mundo familiar”, cuenta María Aura para Playboy México. “Todos son personajes muy perversos, superrotos, ninguno tiene salvación ni esperanza; es una obra desgarradora”.
La obra muestra el deseo sexual como motivación y condena, un deseo que atraviesa y mantiene juntos a Stella y Stanley pese al maltrato o el abuso, pero también posee a la sublime Blanche, quien busca desesperadamente una compañía para aliviar la soledad que vive con mayor fuerza debido a su edad. Un ansia de amor que sólo se cura con alcohol, con mentiras, con una vida paralela hecha de magia, buenos modales y palabras que se contrapongan a la sordidez de su condición.
“Esta obra habla de la sexualidad activa de las mujeres, no sólo de la de los hombres, en distintas etapas de la vida. Habla muchísimo sobre el deseo. Blanche, por ejemplo, desea a hombres más jóvenes, lo cual es un tabú en nuestra sociedad. ¿Cómo es posible que esta obra siga teniendo la misma vigencia 70 años después?”, ahonda Aura.
Con estos ingredientes y una notable musicalización que recrea el mundo interior de los involucrados, el drama recobra su actualidad al plantearnos de frente la violencia coti- diana de los estereotipos culturales que definen a hombres y mujeres, además de exponer la naturaleza humana caníbal que se ensaña con la delicadeza y la fragilidad de uno de sus pares. Y es que los sueños rotos de Blanche Dubois, una vez arrastrada por el tranvía llamado deseo y ya entregada a la espiral de la locura, se resumen en su legendaria frase: “siempre he dependido de la generosidad de los extraños”.
Teatro Helénico
Av. Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn, cdmx
Funciones: Viernes 20.30 h, Sábados 18.00 y 20.30 h, Domingos 18.00 h.
Del 3 de marzo al 30 de abril.
