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SABO ROMO “TUVIERON QUE DROGARME PARA QUE ACEPTARA A MARCOVICH”

Por: Playboy México 26 Ago 2016
Cómo el bajista una banda a la que una disquera le dijo “no vendo ataúdes”, hoy llega al Auditorio Nacional […]
SABO ROMO “TUVIERON QUE DROGARME PARA QUE ACEPTARA A MARCOVICH”

Cómo el bajista una banda a la que una disquera le dijo “no vendo ataúdes”, hoy llega al Auditorio Nacional de la mano de Rock en tu idioma sinfónico.

 Por Arturo J. Flores

En algún punto de los 80, le dijo a Caifanes el director de una discográfica: “parecen putos”. No parecía normal que se le aparecieran cuatro espantapájaros enfrente con los ojos afinados con delineador negro y el cabello explotado. El gerente de esa compañía accedió a escuchar un demo en el que Saúl Hernández cantaba algo acerca de un loco que platicaba con las hormigas y por las noches salía a matar con su navaja.

            El ejecutivo pronunció una frase que se volvió proverbial: “nuestro negocio es vender discos, no ataúdes”.

El carrusel de la vida se encargó de poner las piezas en su lugar. Aquella extinta compañía, la CBS, se convirtió en Columba Records, subsidiaria de Sony Music. A su vez, esta última absorbió a mediados de los dosmiles a BMG Ariola. En resumen, hoy los Caifanes son artista prioridad, como a los label managers les gusta llamarles, de la misma compañía que un día les cerró al puerta en la cara.

“Y tenemos 30 años de ser prioridad, porque nunca nos hemos ido de casa”, me cuenta Sabo Romo, cruzado de piernas en uno de las oficinas de Sony Music.

-¿Cómo hubieran tomado aquellos Caifanes veinteañeros que les propusieran grabar con orquesta?

-Con mucha menos preocupación que 30 años después. Cuando nos dieron nuestra carta de retiro sin habernos escuchado, porque aquí no vendían ataúdes y porque parecíamos putos, otro era el balance de nuestra banda. Éramos un cuarteto. Una parte estaba muy triste porque nos habían bateado de la disquera, pero la otra mitad de nosotros estábamos felices de que nos hubieran dicho que vendían discos y no ataúdes y que parecíamos putos. Había un balance entre una parte de la banda que quería ceder y otra que decía: “ni madres, haremos esto le duela a quien le duela”. Y después de que nos batearon llegaron a una tocada de Caifanes Óscar y Cachorro López, productor ejecutivo y productor musical, respectivamente, del primer disco de Caifanes. Ahí se empezó a escribir la historia.

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Ensayos sin cerveza

Parte de su legado tuvo que ver con la campaña promocional “Rock en tu idioma”, impulsada desde 1986 hasta principios de los 90 por BMG Ariola para dar a conocer grupos mexicanos, españoles y sudamericanos que hacían música en castellano. Algunos de los vocalistas de aquellas agrupaciones, como Marciano Cantero (Enanitos Verdes), Miguel Mateos, Kazz (Amantes de Lola) y Cala (Rostros Ocultos), son parte del “Rock en tu idioma sinfónico”.

Todos

Sabo continúa explicando de dónde venía la inquietud de arreglar música para orquesta, que en realidad tuvo su raíz 6 años atrás de 2015, pero que por razones varias se quedó archivado hasta noviembre del año pasado, cuando salió a la venta el disco grabado en vivo en los Estudios Churubusco.

“Antes de Caifanes, yo ya había grabado muchos álbumes e ido de gira con varios artistas. Era muy inquieto y promiscuo, musicalmente hablando. ¡Un nivel de promiscuidad que ahí te encargo! Entonces, con Caifanes nos atraía utilizar cuerdas, pero si no lo hicimos no fue porque no quisiéramos sino porque había presupuesto que lo aguantara. Hace 30 años, igual que hoy, existía un terrible asunto de sindicatos y de normas absurdas que rigen la conducta de los músicos sinfónicos, como que no debería haber cervezas en un ensayo o que si tocas una guitarra eléctrica al mismo tiempo que un violín debes pedir permiso a Protección Civil.

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Fue así que transcurridas tres décadas de haber pensado por primera vez en reunir al rock con la música clásica, el director Felipe Pérez Santiago al frente de la Camerata Metropolitana se sumó al proyecto. Un disco que ya es de Platino, según el último reporte de Sony y también consigue vender entradas. Este miércoles y jueves hará lo propio en el Auditorio Nacional.

-Y hay cervezas en los ensayos.

-Claro –presume Sabo –y un catering de primera.

 Entre besos y miércoles de ceniza

De acuerdo con una entrevista que el mismo Sabo concedió a la desaparecida revista La Mosca en la Pared, a propósito de los 15 años de Rock en tu idioma, para que Caifanes apareciera en “Siempre en Domingo” en los 80 por primera vez, el grupo impuso dos condiciones. Tocar “Será por eso”, el tema que les había valido el comentario de los ataúdes. Y no ser entrevistados por Raúl Velasco, titular del programa de revista musical más visto. Un personaje a quien después Caifanes le dedicó, como a Jacobo Zabludowsky, “El comunicador”. Un tema incluido en el disco “El silencio”. Y en cuya letra Saúl cantaba: “tiene óptica cuadrada y vomita engaño”.

           -¿Tarde o temprano uno deja de rasgarse las vestiduras?

-De niño yo rasgué mis pantalones y desde entonces me vale madre todo. Ni me da miedo hacer el ridículo ni me espantan los géneros musicales. En este caso que comentas, vuelvo al balance que te comentaba. Una parte de los Caifanes cuestionaba: “¿a qué vamos a Siempre en Domingo?” Y yo respondía: “sin entrevista y tocando Será por eso, evidentemente iremos a que de putazo nos vean 30 millones de ojos y nos oigan 30 millones de orejas”. Y sin vestirnos de tehuanas. Iremos con nuestro rímel corrido del tianguis, después de que pase Paty Manterola. Obvio salieron los cuatro detractores de siempre: “pinches Caifanes televisos, burgueses, mamones”. Pues sí, somos todo eso, ¿y qué?

-Y años después te vimos tocando con Timbiriche.

-Nunca me he rasgado las vestiduras. Cuando descubrí que tenía un talento bien chingón para tocar, empecé a grabar todo tipo de discos. Eso aumentó mi desfachatez y mi cinismo, pero también elevó mi nivel ejecución. Cuando me di cuenta estaba haciendo al mismo tiempo “Bajo el azul de tu misterio”, de Jaguares y el primer reencuentro de Timbiriche. Es decir, “Miércoles de ceniza” y “Besos de ceniza” al mismo tiempo. ¿Cuál es el pedo?

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 La culpa la tienen los Ángeles

Hoy ya todos graban con orquesta. Lo que hicieron los Ángeles Azules, por ejemplo, ¿crees que populariza o trivializa la música clásica?

-No tengo idea de cuánta gente nunca ha escuchado una orquesta en vivo. Y hacerlo, sea una orquesta buena, mala o regular, es fascinante. No importa si después se echan “La del moño colorado”. Antes de estos proyectos, había gente que pensaba que sólo yendo a Bellas Artes podría escuchar una orquesta. Y que la mal llamada música “culta” es de hueva y que la ópera es un señora gritando. Falso. El rocanrol o la música que sea, tiene la consigna de estrujar las emociones. Falso que la gente se anaque por participar en proyectos sinfónicos como éste. Hablando de clichés, es fantástico que la música que estuvo confinada a la radio AM de la cocina de tu casa, la de la servidumbre, ahora suene en los estéreos de los adinerados del país. El rock en tu idioma sinfónico no es ningún experimento. Son canciones exitosísimas que han vendido millones, que han sacudido a millones de personas y que ahora se pueden escuchar de otro modo.

-Todas y cada una forman parte del repertorio de un grupo de covers…

-Me pasa que llego a un bar a otra ciudad, otro estado u otro país y la banda de covers comienza a tocar una de Caifanes. No importa si estamos en Colombia, Venezuela o Tlaxcala, me emociono. Puede estar bien o mal tocada, pero me mueve. Aunque suene a cliché, llega el momento en que las canciones dejen de ser de quien las compuso. Si tu primer churro te lo fumaste escuchando “Sombras en tiempos perdidos” y tu primer faje fue con “María”, de Café Tacvba, eso es tuyo.

-¿Te hubiera gustado tener a Roco cantando “Kumbala”?

-Sí, pero evidentemente a él no le gusto la idea y por eso vino Paco Familiar. La canción de ninguna manera se iba a quedar fuera. Él, en sus propias palabras, se considera una hechura de nosotros. Verlo tomándose fotos y pidiendo autógrafos fue maravilloso. Me encanta que los fans de DLD volteen a ver a qué está jugando Paco Familiar con sus mayores.

 Caifanes bloqueados

A cerca de cumplir un año de lanzado el proyecto, “Rock en tu idioma sinfónico” también ha tenidos sus detractores. Voces que sostienen que en vez de destinar presupuestos a revivir el ayer, deberían invertirse en proyectos del presente.

Sabo responde: “Es como si dejaran de reeditar El Retrato de Dorian Grey. Cada quien tiene derecho de escuchar y leer lo que se le dé su chingada gana. A mí lo que no me gusta lo deshecho de inmediato, pero alguien prefirió dedicarle seis cuartillas a nuestro proyecto para desprestigiarlo”.

-¿”El Rock en tu idioma sinfónico” ha sumado a poner en pausa un disco inédito de Caifanes?

-¡No! ¡El material inédito de Caifanes está en pausa desde hace 20 años! Una pinche pausota. Desde que regresamos a la forma original de composición, al cuarteto, hay algo que resulta evidente. El cáncer no es curable, sólo tratable. Y lo estamos intentando. Descubrimos que ni siquiera tiene que ver con los artístico. ¡En 4 años no fuimos capaces de sentarnos a componer! Porque para hacerlo primero hay que quitarle a la banda cierto miedo a no superar las glorias pasadas. Perdón, pero ya no estamos para eso. ¿Qué tiene que demostrar Caifanes? ¿Qué es lo peor que puede pasar si hacemos un disco nuevo? ¿Qué no guste, que se vuelva un himno o no? Al final, ¿a qué diablos vas a un concierto de Paul McCartney?

-A escuchar “Let it be”…

Exacto. Y si los Stones no tocan “Ruby Tuesday”, tienen muchas otras que tocar. Y si U2 toca “Vertigo” o el disco infame que nos enchufaron a huevo por iTunes, no importa. La gente va por “Sunday bloody sunday”. No es que reniegue de que tengo 51 años y un día cumpliré 60 y seguiré tocando “Viento” o “La Negra Tomasa”, ¡qué maravilla! Si además de esas, podemos redondear el concierto con algo nuevo, algo que le dé sentido a nuestro oficio de hacer música, qué mejor. Pero no depende de mí. Depende de los cuatro.

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50 toneladas de mierda

Cuando la entrevista se realizó, aún no salía al mercado el libro “Vida y música de Alejandro Marcovich”, publicado por Ediciones B México, en cuyas páginas el exguitarrista de Caifanes reconoció que existía un encono muy grave entre él y Sabo. Tanto que el bajista solía pedir que apagaran su guitarra en los monitores de oído, para no escucharlo.

            -¿Te da morbo leer el libro de Alejandro?

-No mamar… ¿Morbo? Más bien quiero ver su nivel de mentira. Supongo que siempre habrá versiones de la misma historia. Es bien sabido que yo no lo quería en mi banda, ni es santo de mi devoción. Es un músico con un estilo que a mí nunca me ha gustado. Tengo que confesarte que casi tuvieron que embrutecerme con bebidas espirituosas y tóxicos de la época para que dijera que sí, porque yo no lo quería en mi banda. Ni en 1990 ni en 2011. Pero está chingón que escriba. Alejandro es un maniático de la ortografía igual que yo. Seguramente tendrá cosas interesantes. Mi libro también saldrá el año que entra.

-¿Tus memorias?

-Sí y no, tiene una parte novelosa, pero no es del todo autobiográfico. Para qué te miento, me fascina como escribo. Este libro será como cuando hice mi primer disco solo. Tocaba guitarra, batería y cada vez que grababa, me quitaba 50 toneladas de mierda de encima. Como con el “Rock en tu idioma sinfónico”, que también me liberé.

Auditorio Nacional

Miércoles 24 y jueves 25

20:00 hrs.

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